jueves, abril 21, 2022

Los Falsificadores de la Democracia 21

 CORTOCIRCUITO DIESTRO

No, la derecha no ganó nada al estorbar la aprobación de los cambios constitucionales contenido en la Reforma Energética obradorista, a pesar de la campaña repetida constantemente desde los medios de mierda, la opinocracia de siempre y las granjas de bots de la redes sociales, que intenta mostrar lo ocurrido como “la tumba del obradorismo” (una más).

            Si bien es cierto que los cambios constitucionales habrían allanado el camino para la implementación de ciertas medidas para la recuperación de la soberanía energética hipotecada durante el peñato, también lo es que los puntos nodales de la reforma obradorista están contenidos no sólo en ésta, sino en la Ley de la Industria Eléctrica aprobada en Marzo del año pasado (y cuya validez fue reafirmada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación recientemente) y la Ley Minera aprobada recientemente.

            Al final, el único logro real del bloque opositor fue exhibir su servidumbre a los intereses económicos de las grandes empresas energéticas, incluso por sobre los intereses de la gente a la que dicen representar (la Reforma Energética obradorista contaba con una aprobación popular de entre el 60 y 70%, incluso en las encuestas de medios abiertamente hostiles a ésta como El Universal).

            De ahí que hayan insistido en la estrategia de atacar a ésta (incluso después de, supuestamente, “derrotarla”) a pesar de que les resultaba visiblemente contraproducente (a inicios del año, la alianza Va por México tenía posibilidades de obtener dos de las seis gubernaturas en juego este año, según los últimos sondeos, en la actualidad esas posibilidades se reducen sólo a Aguascalientes). Por ello y porque también han demostrado que son incapaces de cambiar de estrategia.

Mario Stalin Rodríguez

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martes, abril 12, 2022

PornWeek 2022

 ASUNTOS DE TRÁFICO

Sabe que sueña.

            Conduce sobre una autopista que es, al mismo tiempo, desconocida y completamente familiar; un poco como si fuera todos los caminos que ha recorrido a lo largo de su vida... “Han sido tan pocos” piensa en el sueño.

            De pronto siente el golpe de la tela en la nuca.

            Sin apartar la vista de la carretera que es, al mismo tiempo, una especie de camino rural abandonado y una autopista solitaria, toma aquello que le golpeó; ropa interior femenina con encaje, de color vino y tamaño más bien juvenil, aunque con un corte algo conservador. Le parece familiar.

            Voltea.

 

Lo primero que le llama la atención es el gato; amarillo y atigrado, con enormes y profundos ojos azules... Lo sabe porque es un sueño, aunque en realidad no alcanza a verlos.

            La ve.

            Ella está desnuda, recostada en el asiento trasero y sosteniendo una tira ridículamente larga de condones. El gato se haya recostado entre sus piernas abiertas, muy cerca de su sexo, mirando el corto vello.

            La conoce, no sólo porque sea un sueño; sabe quién es ella, su historia, nombre y aficiones. Conoce los lunares de su rostro y los pliegues de su vientre... Le sonríe y ella sonríe en respuesta, invitándole.

            Se estaciona al lado del camino y, porque es un sueño, se encuentra en un enorme estacionamiento vacío.

 

Ella lleva su pene a la boca para colocarle el condón con los labios.

            No debería ser posible, el auto es demasiado pequeño para que dos personas estén en esa posición en el asiento trasero; ya era difícil que ella y el gato se recostaran ahí al mismo tiempo.

            En completa excitación y con el condón en su sitio, la atrae hacia su boca. Se besan y siente sus pequeños senos presionando contra su pecho. Enreda sus dedos entre su cabello y su otra mano acaricia su espalda, las manos de ella rodean su cuello. El gato les observa desde el respaldo del asiento del copiloto.

            La toma por las caderas.

            Ella se eleva, sonríe y el lunar sobre su labio se agita un poco. Con un movimiento de su cadera, lleva el pene al interior de su sexo.

            Y, porque es un sueño, ahora ella está recostada sobre su pecho en el asiento trasero. Ríe un poco mientras gime al ser penetrada, en parte porque las caricias sobre su espalda y glúteos le provocan un poco de cosquillas. La toma de los glúteos y con un dedo masajea alrededor de su ano. Ella ríe.

            Y, porque es un sueño, ahora están afuera del auto.

            Ella se recuesta sobre el cofre y con sus manos separa su glúteos, invitante. Con la punta del pene rosa su ano que se agita un poco... Empuja.

 

Se despierta.

            Siente la humedad que mancha su ropa interior con encaje, color vino y de tamaño juvenil, aunque de corte algo conservador... “Fue un sueño raro”, se dice mientras se recuesta tratando de reconciliar el sueño.

            Una risita tímida se le escapa mientras sonríe.

            Duerme.

 

Mario Stalin Rodríguez

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miércoles, abril 06, 2022

Los Falsificadores de la Democracia 20

 LOS NOVOTES

De la Consulta Popular y sus Malquerientes

 Es sólo desde una visión irónica que se señala la paradoja de que quienes, ya sea desde la derecha o la “verdadera izquierda”, han exigido la renuncia de López Obrador a la presidencia desde el primer día de su administración (e incluso desde que se conociera su triunfo en 2018 o antes, desde la campaña electoral de aquel año), sean ahora quienes llaman a boicotear la Consulta Popular en cuyo origen está, justamente, la revocación del mandato.

            Paradoja que resulta un chiste, porque no hay tal paradoja; tanto la derecha que se reconoce como tal, como la derecha que se disfraza de “verdadera izquierda” saben perfectamente a qué se están oponiendo y no es a su sueño húmedo de que el tabasqueño no termine su periodo presidencial, sino a lo que la normalización de las consultas populares promete para sus aspiraciones de volver al poder.

 

Al contrario de lo que un día sí y otro también se repite desde la opinocracia de los medios de mierda, las figuras de la derechiza y los sagaces analistas de la “verdadera izquierda”, la consulta del 10 de Abril no es un ejercicio para medir la popularidad obradorista, ni para preparar la maquinaria electoral morenista en vistas de las elecciones locales de este año o las federales de 2024.

            La aceptación de López Obrador se ha mantenido en los mismos altos niveles durante toda su administración, a pesar de pandemias y de la constante campaña de golpeteo y noticias falsas y es evidente que, independientemente del número total de votantes, la opción para que continúe en el puesto será la ganadora en el ejercicio del Domingo.

            Y algo muy raro tendría que pasar para que las tendencias electorales de este año y el 2024, favorables a MORENA, revirtieran a favor de la derecha en cualquiera de sus máscaras (ya sea la alianza PRI-PAN-PRD o les impresentables de Movimiento Ciudadano, porque la “verdadera izquierda” no se mancha las manos participando en procesos electorales).

            Pero, si el resultado es tan previsible, ¿por qué se insiste tanto en la realización del ejercicio?

 

En parte, la consulta es una forma de calificar al INE y a sus salientes consejeros electorales.

            El INE le falló a la derecha en 2018, cuando orquestó junto a las dirigencias del PRI, PAN y PRD un fraude que favorecería a Ricardo Anaya (las dos candidaturas “independientes” eran tan ridículas, que ni siquiera fueron parte de las negociaciones, sino un mero espectáculo distractor). Fue sólo la masiva participación popular a favor de López Obrador lo que hizo imposible que éste se llevara a cabo (aunque el fraude se seguía fraguando hasta que el candidato del PRI, temiendo que sería traicionado por sus “aliados” y que su cabeza sería la ofrecida para calmar las previsibles protestas, decidió reconocer el triunfo del tabasqueño, obligando a la autoridad electoral a reconocer la tendencia irreversible a favor del candidato morenista y al candidato PANista a hacer lo propio).

            El INE le falló a la derecha en 2021, cuando a pesar de cambiar los criterios de asignación de diputaciones plurinominales a mitad de la campaña, no logró que la frágil alianza del PRI, PAN y PRD lograra siquiera la mayoría simple (no digamos ya la calificada) en la Cámara de Diputados (y quedaron muy lejos, incluso sumando a les legisladores de Movimiento Ciudadano), llevándoles hasta a perder 11 de las 15 gubernaturas que estuvieron en juego aquel año.

            Y INE le está fallando a la derecha este 2022, cuando a pesar de utilizar todas las herramientas a su disposición y no pocos movimientos francamente ilegales, no logró parar, o al menos retrasar hasta después de los comicios locales, la Consulta Popular.

            En esta lógica, el lograr una participación masiva en la Consulta por la Revocación de Mandato es un paso para la construcción de una autoridad electoral realmente independiente que deje de pactar con la derecha (proceso que pasa, necesariamente, por la salida del mirreycito Córdova y de su compinche Murayama, quienes llegaron a sus puestos gracias a la derecha).

 

De la participación masiva en la consulta también depende, nadie se sorprenda, el voto del PRI ante las reformas obradoristas que serán votadas en el congreso de la unión (empezando por la energética y pasando por la electoral, entre otras), no tanto porque duden de la aceptación obradorista, sino para medir el nivel de descontento popular que podría acarrearle el votar en contra de éstas.

            Es decir; más que el futuro electoral de MORENA o la aceptación real de sus aliados de la derecha (que, como se vio en la fallida manifestación anticonsulta, ésta resulta ser realmente ridícula), el PRI ve en la participación en el ejercicio del Domingo una previsión de su destino. Si ésta llegara a ser masiva, el votar en contra de las reformas obradoristas le auguraría una bajísima votación en los procesos por venir.

 

De todo lo anterior y otros aspectos que quedan por profundizar (como los destinos de lacras comunicacionales del tipo de Loret de Mola o Chumel Torres y de las granjitas de bots de la derecha en redes sociales), se deduce la importancia de lograr una participación masiva en la Consulta Popular de Revocación de Mandato.

            Sobre todo para afinar un instrumento que, en un futuro no deseable, podría ser utilizado para remover de la presidencia a un nuevo Calderón o Peña Nieto.

 

Mario Stalin Rodríguez

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