jueves, enero 30, 2014

INDIGNOS E INDIGNADOS (revisión)

el anonimato de los indignos

Hace tiempo intente un acercamiento alfenómeno de Anonymus, estableciendo que me resultaba difícil, en aquel entonces, establecer si era una excelente idea pésimamente ejecutada o una idea estúpida, excelentemente ejecutada. En la actualidad, debo reconocer que, al menos en determinados ejemplos, el fenómeno Anonymus es una idea estúpida, estúpidamente ejecuta por personas estúpidas.
            No se me mal interprete, no se pretende, en ningún momento, desvirtuar la totalidad de un fenómeno que, en determinadas circunstancias, ha cumplido papeles destacados en escenarios específicos.
            Como también queda dicho, la efectividad de Anonymus parece mucho mayor en cuanto sus acciones se suman a movimientos mayores y de naturalezas distintas a la meramente informática. Por el contrario, actuando por su cuenta y por propia iniciativa, sus acciones suelen ser meramente simbólicas y esencialmente vacuas.
            Se trata, entonces, de analizar una manifestación muy específica del fenómeno, a través del historial reciente de actores muy específicos de éste.

Aceptando que el movimiento Anonymus es, sobre todo, una suma de individuos sin organización ni jerarquización fija, es decir; que es mucho más un símbolo apropiado por expresiones de índole diversa, que un movimiento homogéneo y organizado. Es de reconocerse que ésta, que podría ser su mayor fortaleza, es también la mayor de sus debilidades.
            No se trata sólo de que cualquiera pueda ponerse una máscara de Guy Fawkes y distorsionar su voz ante una cámara web, dando píe a episodios tan ridículos como aquel en el que medios tradicionalmente considerados serios, dieron por buenas las amenazas de un supuesto Anonymus de hakear Facebook.
            Episodios como éste hablan mucho más de la naturaleza de los medios que difundieron la noticia que del colectivo de activistas electrónicos, eso es cierto. Como cierto es que episodios tales no serían posibles si los propios miembros “serios” de la organización no dieran argumentos más que sobrados para no tomarlos en serio.
            En el accionar en redes sociales de terminadas cuentas asociadas a Anonymus, el movimiento pareciera desvirtuarse a sí mismo.
            Muy particularmente, las supuestas cuentas colectivas Anonymous Hispano y AnonymousIbero se ostentan como voceros de, al menos, parte de este colectivo en Iberoamérica y, ciertamente, es través de sus portales que se han coordinado una serie de “operaciones” en México y América Latina (no así en España).
            El problema es que el manejo de estas cuentas pareciera propio de un esquizofrénico, yendo desde el apoyo a movimiento sociales legítimos (como el de la oposición a las Reformas Estructurales en México), hasta a dar por buenas las versiones de voces tan siniestras como las derechas venezolana y argentina. Pasando por la reproducción, difusión y defensa de ideas que podrían ser ridículas, si no fueran tan peligrosas.
            No se trata solo de la insistencia de los administradores de dichas cuentas en reproducir notas “periodísticas” de fuente poco confiables (cuando no absurdas) sobre, por ejemplo, supuestas infiltraciones extraterrestres en el gobierno de Estados Unidos o su tendencia a acreditar como confiable fuentes tan absurdas como Mitofagos (especializado en “desmentir” los mitos de la historia de México, oponiéndoles imágenes sacadas de caricaturas de la televisión y “verdades” de la derecha mexicana).
            No, los extraterrestres y mitofagos son chistes malos y mal contados.
            Se trata mucho más de utilizar la careta de un movimiento internacional para difundir falacias interesadas y potencialmente asesinas.
            En días recientes, las cuentas de Ibero-Anon y Anonopshispano han sido utilizadas para difundir una campaña negacionista del holocausto de la 2ª Guerra Mundial (tachándolo como una “impostura del lobby sionista internacional”) y, mi preferida hasta el momento, un artículo de un pseudodoctor llamando a novacunarse.
            El criterio, si alguno hubo en todo esto (que lo dudo), parecería ser que “todo aquello que va a contracorriente es, necesariamente, correcto”... Así, sin más argumentos.
            Sobraría decir que negar el asesinato masivo perpetrado por el régimen Nacional-Socialista de Alemania en contra no únicamente de la comunidad judía, sino del pueblo gitano, de los homosexuales, de los socialistas, comunistas y anarquistas y, en última instancia, de todo opositor; no es oponerse a la política anexionista de Israel en los territorios palestinos, sino dar validez a los argumentos de personas tan “objetivas” como los grupos neonazis. Ayudando, además, a la justificación de otros genocidios.
            Sobraría, también, argumentar que el movimiento opositor a las vacunas se sustenta en bases demasiado frágiles y carentes por completo de rigor científico. No se trata sólo de dar por válidos timos tan evidentes como la homeopatía o el reiki, sino de defender actitudes que, en última instancia, son asesinas.

Por supuesto, no presupongo que al dar ellos voz a tan absurdas posiciones, automáticamente éstas cobren mayor validez a los ojos de quienes, por razones distintas, siguen a dichas cuentas en las redes sociales; las falacias son tan evidentes que, difícilmente, nadie que no estuviera convencido de ellas con anterioridad, se dignaría si quiera a tomarlas en cuenta.
            Se trata, sí, de que al utilizar la etiqueta y careta de un movimiento internacional para reproducirlas, se invalida por asociación todo aquello que dicen defender, afectando (sea por ingenuidad o interesadamente) a los movimientos legítimos a los que dicen apoyar.
            En esta lógica, los administradores de dichas cuentas harían muy bien en establecer criterios reales de qué información difundir y cómo hacerlo y no escudarse en el absurdo argumento de “dar voz a todos, para fomentar el debate”.


Mario Stalin Rodríguez

Etiquetas: , ,

jueves, enero 23, 2014

CONTRATO

Ella dice.
            No te sorprenda que lo sepa, he conocido antes a personas como tu; individuos que asumen otros rostros, otros gustos, distintas identidades. Sí, sé que no eres como él, que sólo aparentas para estar cerca de mí. No te sorprendas, lo sé y lo acepto.
Te lo dije, he conocido a gente como tú. Sé que fingir no te es difícil, finalmente no eres nada; sólo aquello que finges. Hoy intentas ser su reflejo, tomar sus palabras y actitudes para tomar lo que fue de él. Pero sólo eres su reflejo, tú lo sabes; un truco de luces y sombras sin más profundidad que una hoja de cristal.
Sí, lo sé; no eres él, sólo su reflejo... Una sombra.
Te lo dije, lo sé y lo acepto. Te acepto, pero con una condición. No me interesa estar contigo, quiero estar con él... Pero él está allá, en el silencio que yo misma le impuse. Tú estás aquí, pero no me interesa estar contigo, por eso te acepto sólo si finges ser él.
No eres nada, lo sé y lo sabes; siempre has sido reflejos, lo que los otros esperan de ti, lo que finges para obtener lo que de los otros envidias... Al final, sólo eres eso, el ansía de ser el otro, de tener lo que el otro; porque te sabes un vacío, simple hueco que vas llenando con el reflejo de los otros que nunca podrás ser.
Este es el trato; no me interesa estar contigo, pero te acepto porque estás aquí y finges ser como él... Y así, todos perdemos.
Él se queda allá, en el silencio que le impongo; a la distancia que no supo cruzar. Se queda en su soledad, está acostumbrado a vivir en ella. Se queda, como siempre, preguntándose en qué falló; asumiendo, como siempre, que la culpa fue suya... No me preocupa, es amigo de su soledad; la abrazará y seguirá caminando y, porque lo conozco, sé que llevará mi nombre y lo pronunciará con una sonrisa.
Yo, ya lo dije, me quedo contigo sin quererte, porque estás aquí y finges ser como él. Si tenemos suerte, terminaré convenciéndome que fue contigo con quien quise estar y fue esta vida la que quise construir y no sólo la que pude. Pero no te alegres, incluso en ese caso, el mejor de los posibles, te miraré y sabré a ciencia cierta que estoy contigo, porque él no supo estar conmigo.
Y tú... Tú... Tú eres patético; me darías lástima si fueras algo más que humo y espejos. Pero no eres nada; por eso te acepto, por eso te quedas aquí, conmigo, sabiendo que cuando estoy contigo, en realidad estoy con él.

El hombre calla... La mira y su final feliz es creer que ha ganado.
            Lejos, a la distancia que se mide en silencios, en la oscuridad; un gato maúlla su soledad a la luna.
Mario Stalin Rodríguez.

Etiquetas: ,

jueves, enero 16, 2014

La Otra Versión 12

Sí, lo sé, me tardé (otra vez) cuatro meses en terminar un capítulo que me debería tomar un mes... Soy pésimo, lo sé. A este paso las publicaciones en Subcultura me van a alcanzar de mala manera...

(cuarta de cuatro portadas armables, ya publicaré la versión completa en el próximo post de extras)
Esto viene de:










El próximo capítulo marca la mitad de la historia, así que será doble (20 páginas en vez de las 10 habituales). Intentaré tenerlo listo para los primero días de Marzo, a fin de que su publicación concuerde con el aniversario de este blog... Lo intentaré, lo juro.

Etiquetas: , ,

miércoles, enero 08, 2014

TORMENTAS

El María Victoria Stengel, navegando al borde de la vigilia.
            Las aguas parecen calmas más allá del golfo de deseos, los peces de memoria saltan por estribor, dejando tras de sí una estela de esperanzas olvidadas. Ella sonríe para nadie en particular, fija el timón y se apoya sobre la barandilla de proa; el día promete ser tranquilo.

Sólo es un café, te dices al tomar asiento; es sólo un café. Él sonríe con esa mueca suya, en parte ternura y tristeza. Te observa con esa mirada suya, azul del Mar Caribe… Sólo es un café, te repites… Sólo es un café.

Más tarde se reprochará su ingenua confianza; el Mar de los Recuerdos es traicionero, ella lo sabe, no debió relajarse, no debió abandonar el timón. La ola golpeó por estribor, arrastrando al María Victoria Stengel hacia alta mar… Sí, así como suena, las aguas del Recuerdo crean sus propias reglas y las rompen por caprichos incomprensibles para las cartas de navegación.
            Una pesadilla infantil, uno de esos enormes monstruos, golpea el casco; la doncella del mascaron lanza un pequeño quejido y se soba el pecho descubierto. Un ave de lujuria se posa sobre el mastín central.

En el callejón atrás del café, él te besa. Sus manos juegan en tu cintura, alzando levemente el borde tu camisa, rozando tu piel, apenas con la yema de los dedos. Puedes sentir su erección presionando contra tu pelvis. Sientes tus pezones endurecer bajo el sujetador, lo abrazas por el cuello, tus manos acarician su cabello quebrado, tu lengua prueba el sabor a café expresso de su boca.

El viento surge de la nada, soplando en todas direcciones y en ninguna; las velas se ensanchan y contraen a su capricho, hasta que una de ellas se rompe, los aparejos golpean por toda la cubierta. Ella grita órdenes a una tripulación compuesta de sombras, ensueños entrevisto por el rabillo del ojo.
            El cielo, sin embrago, luce despejado.

¿En qué momento llegaron a su casa? Te preguntas mientras le sacas la camisa por la cabeza, en el suelo yace casi toda tu ropa, incluso las media de lana. Él te besa de nuevo, su boca baja de tus labios a tu cuello, tus hombros, tu pecho… Besa en medio de tus senos y prueba tus pezones, su lengua traza la circunferencia de tus aureolas.
            Sigue bajando. Besa tu abdomen y con su lengua invade tu ombligo, haciéndote cosquillas. Sigue bajando, sus manos te quitan la tanga roja. Llega a tu vello, buscando. Al principio se queda en la superficie, puedes sentir su aliento contra el bosque de tu vientre, sus labios rozan tu clítoris, su lengua juega y puedes sentir como vas humedeciéndote.
            Con sus manos presionan tus glúteos, su cara entra entre tus piernas y su lengua entra en ti.

Del cielo sin nubes surge un rayo que golpea la popa del María Victoria Stengel, el fuego no tarda en aparecer.
            Las olas juegan con el barco, llevándolo y trayéndolo a su antojo, hace mucho que la capitán perdió de vista la costa. Otro rayo golpea cerca de la proa, asustando a la doncella del mascaron, que decide, en ese justo instante, irse a guardar en su camarote.
            Aferrada al timón, Shock lucha por gobernar su barco.

Tumbada boca abajo sobre el colchón, completamente desnuda, él toma tus manos y con gentileza, las une junto a los barrotes de la cabecera. No sabes de dónde ha tomado las esposas con las que te aprisiona. Quieres protestar, pero él parece no darse cuenta de tus palabras entrecortadas.
            Lentamente va besando tu nuca, tu cuello, tus omóplatos, bajando por el medio de tu espalda; ahí donde encuentra un lunar, sale del camino y se entretiene un poco.
            Llega a tus glúteos… Sigue bajando. Besa tus muslos, la parte de atrás de tus rodillas… Empieza a subir. Su lengua se entretiene, de nuevo, probando tus humedades, sientes como un dedo explora tu interior, hace mucho que tus protestas son sólo gemidos entrecortados.
            Lleva su mano hasta tu boca, permitiendo que pruebes tu propio sabor en sus dedos. Sus besos van subiendo por tu espalda y hasta tu cuello. Con más sugerencia que fuerza, te hace voltear la cara, te besa. Puedes sentir su erección entre tus piernas, rozándote los labios húmedos entre el vello, preparándose para invadirte.

De pronto, la calma.
            Shock contempla su barco y hace una lista mental de las reparaciones más urgentes. Un trueno la saca de sus pensamientos, en el horizonte, frente a ella, las nubes se aglutinan y tornan oscuras. Los vientos arrecian. No tardará en enfrentarse a la tormenta.

            Húmeda por el oleaje anterior, Shock sonríe y se aferra al timón; hoy será un día divertido.

Mario Stalin Rodríguez

Etiquetas: ,

miércoles, enero 01, 2014

CON PERDÓN

Pues eso, que con perdón, pero ando en eso de intentar ser felices siendo juntos... Vamos, que ando de vacaciones y lejos de mis lares habituales, así que dejo este mensaje para desearle a quien, por descuido o, por increíble que parezca, queriendo, entran aquí... Ya saben, deseando que este artificio calendárico que inicia, nos trate mejor que el anterior... Sólo porque si nos trata peor, estamos fritos.

Etiquetas: ,