Los Falsificadores de la Democracia 45
RELANZAMIENTOS
Hacia finales del año pasado “el desencanto”
y “la preocupación” eran las caras visibles entre la opinocracia de los medios
afines a la derecha y su candidata Xóchitl Gálvez. En sus visiones el “fenómeno
popular” de su candidata (que sólo existió en el discurso mediático de la
derecha) habría entrado en un impase que le impedía “seguir subiendo en
intención de voto”.
Lo
que de suyo partía de varias falsedades, como presumir que la candidatura de
Xóchitl Gálvez habría arrancado con una intención de voto mayor a la que
cualquier otra figura de la derecha lo hubiera hecho, como si su intención de
voto en ese momento inicial no hubiera sido incluso menor a la que el PRI y el
PAN registraron en conjunto en 2018, muy similar a la que arrastraban figuras
como Lilly Tellez y muy por debajo de la que hubieran garantizado otras
pre-candidaturas como la de Beatriz Paredes.
A
esta falsedad de origen le suman la también falsa idea de que, en algún momento
entre Junio de 2023 (cuando Gálvez, escudada en un falso “amparo”, quiso
ingresar a la conferencia matutina en Palacio Nacional, en un patético show que
sirvió de “arranque” a sus aspiraciones presidenciales) y Diciembre, hubiera
existido realmente un “aumento” en su intención de voto que “había bajado de
velocidad o detenido”, como si el historial de todas las encuestas serias no
mostraran una línea casi recta con una muy clara tendencia a la baja en ese
lapso.
A
estas mentiras de origen se fueron encadenando más y más mentiras que nunca
sirvieron para materializar el “fenómeno popular” del que los medios y
opinócratas de la derecha no paraban de hablar (pero que sólo existía en sus
palabras), hasta llegar a un “desencanto” más o menos generalizado del que el
patético texto que Guadalupe Loaeza sólo era un exagerado botón de muestra.
Porque la candidatura de Xóchitl Gálvez ha
sido sólo un largo encadenamiento de mentiras, empezando por la propia historia
que la candidata cuenta de sí misma, tan meritocráticamente fantasiosa que
incluso en un cuento de hadas resultaría inverosímil. Pasando por el famoso ”amparo
para entrar en la mañanera”, tan falso que, meses después, absolutamente nadie
de su equipo parece acordarse de éste ni los medios, que tanto vuelo dieron al
patético show de Junio, han hecho algún intento de dar seguimiento al caso
jurídico.
Y
falsa es también su ensañadísima “risa espontánea” que se ha transformado en una
especie de escondite al que recurre cada que la realidad le pega de frente y “le
falla en teleprompter”, como falsa es su “frescura y desparpajo” que sólo se
traduce en un listado bastante limitado de “groserías” y palabras altisonantes,
que son insertadas casi aleatoriamente en sus discursos y slogans de campaña,
sin ningún sentido ni lógica discursiva.
Falsedades
que fueron acumulándose durante meses y que nunca lograron disminuir la abismal
diferencia de votos entre la derecha y la candidatura morenista de Claudia
Sheinbaum, al grado de que en Diciembre de 2023 el equipo de campaña del
PRI-PAN-PRD prometió que en Enero del presente año habría un “relanzamiento
explosivo” de la candidata.
Este
“relanzamiento” (al menos el quinto en el diminuto lapso de siete meses) ha
sido, para sorpresa de nadie, sumar más mentiras a la larga cadena de
falsedades que ha sido la candidatura de Xóchitl Gálvez.
Y así llegamos a un “cierre de precampaña”,
tan desangelado que incluso medios afines a la derecha (como el Universal, el
Financiero o Milenio) prefirieron no cubrirlo o relegarlo a notas escuetas en páginas
interiores, y un discurso tan “histórico” (“como el de Kennedy”, publicó ese
patético chiste que es el “grupo de hakers” Guacamayas) cuya característica más
destacable fue que la candidata logró leerlo casi sin errores de seis pantallas
de 50 pulgadas colocadas a manera de teleprompter alrededor del escenario.
Al
que se encadena un igualmente falso “reto” a un “debate”, en un periodo de
precampañas en el que legalmente no puede haber debates entre partidos, que
saben irrealizable incluso si la candidata morenista cayera en la trampa de
aceptarlo (que no va a suceder), porque entonces el INE y el TEPJF tendrían que
prohibirlo, lo que les permitiría retomar el discursito de “elección de Estado”
e “instituciones electorales secuestradas”, dos más de las mentiras de su larga
cadena de falsedades.
Y
al “desencanto” le sigue una “esperanza renovada” a la que sólo le falta
Guadalupe Loaeza comparando a Xóchitl Gálvez nuevamente con la virgen de
Guadalupe (aunque poco le faltó en su último texto del Reforma), que encontrará su punto culminante en la “manifestación ciudadana” que encabezará el “apartidista”
Lorenzo Córdova.
Manifestación
claramente proselitista a favor de Xóchitl Gálvez, en un periodo en el que
legalmente no debería haber actos proselitistas, con el que pretenden “revivir”
las manifestaciones “a favor del INE” de Noviembre de 2022 y Febrero de 2023,
convocadas con la mentira de que “ANLO nos va a quitar las credenciales de
elector” (tan “exitosas” que, unos meses después, perdieron humillantemente el
Estado de México, que fuera bastión histórico del PRIismo).
Porque,
finalmente, el “audaz relanzamiento” de la Campaña de Xóchitl Gálvez ha sido
repetir, con un altavoz más grande, las mismas mentiras con las que ya han
fracasado en el pasado.
Mario
Stalin Rodríguez.
Etiquetas: Apuntes sobre periodismo, Opinión, virus informáticos
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