Los Falsificadores de la Democracia 41

 BESTIAS CARROÑERAS

La derecha mexicana es carroñera.

            Ante la carencia de un proyecto de nación que pueda generarles algún tipo de apoyo popular, buscan aprovechar electoralmente cualquier tragedia que pueda o no ser atribuible al gobierno federal... No les importa, si es necesario retorcerán la realidad para hacerlo. Las víctimas no les importan un carajo, sólo quieren sangre que puedan aprovechar para fingir una “indignación” que sólo es propaganda.

            Ojo, no es que realmente carezcan de un proyecto de nación; lo tienen y lo conocemos perfectamente. Es el mismo que aplicaron desde los 80 del siglo pasado y sumió al país en la miseria. Es el mismo proyecto que fue derrotado en el 88 e impusieron con un fraude electoral. El mismo proyecto cuya perpetuidad garantizaron en el 94 sobre la sangre de uno de los suyos (porque la derecha mexicana es carroñera y se alimenta incluso de los cadáveres de sus “aliados”).

            Es el mismo proyecto que fue derrotado, nuevamente, en 2006 y, nuevamente, impusieron con un fraude electoral. El mismo por el que, en busca de la legitimidad que las urnas les negaron, sumieron al país en un enorme baño de sangre, transformando el territorio en una fosa clandestina (porque la derecha mexicana es carroñera y se alimenta de sangre que casi nunca es suya).

            El mismo proyecto que se alimentó de la sangre de los pobladores y mujeres de San Salvador Atenco y se impuso a golpe de tarjetas Monex en 2012... El mismo proyecto que desapareció a 43 estudiantes de la normal rural de Ayotzinapa.

            El mismo proyecto que fue derrotado en 2018 de tal manera que ni el fraude orquestado por el PRI y el PAN e implementado por el INE de Lorenzo Córdova les alcanzó para imponerlo nuevamente... Y desde entonces han intentado aprovechar electoralmente cualquier tragedia que pueda o no ser atribuible al gobierno federal... No les importa, si es necesario retorcerán la realidad para hacerlo; las víctimas no les importan un carajo.

 

Lo demostraron en 2021 cuando se presentaron a hacer campaña electoral en el lugar de la tragedia de la línea 12 cuando el polvo ni siquiera se había asentado (y ni siquiera así pudieron hacerse del control de las cámaras federales o siquiera de la local de la CDMX)... Lo demostraron cuando intentaron subirse en la indignación por los feminicidios (con el resultado de Denise Dresser siendo expulsada del Zócalo por la gente harta de su hipocresía).

            Y así lo han demostrado en cada ocasión tratando de aprovechar carroñeramente la sangre incluso de aquellas víctimas que la derecha causo (porque, si es necesario, retorcerán la realidad hasta niveles absurdos para intentar aprovechar electoralmente la sangre de las víctimas de sus crímenes).

            Y todo ello ha llegado a la cúspide de la ignominia con la candidata de la derecha tratando de lucrar electoralmente con la sangre palestina, exigiendo “apoyos contundentes” a los crímenes contra la humanidad que Israel comete cotidianamente en los territorios ocupados de Palestina y que ha llevado a su punto más alto en los últimos días, bombardeando hospitales y cortando el acceso a la energía eléctrica, combustibles, alimentos y suministros médicos a los más de dos millones de personas que mantiene como rehenes en la franja de Gaza... Y a todo esto Xóchitl Gálvez ha exigido “apoyo contundente”.

            La ofensiva genocida de Israel ha costado la vida de miles de civiles inocente; de miles de infancias inocentes... Una infancia palestina ha sido asesinada por las bombas israelíes cada 15 minutos en los últimos 12 días; una cada 15 minutos.

            Y sobre la sangre infantil los Krauze, Pablo Majluf y la opinocracia de la derecha señalan con su dedo flamígero como “simpatizante del terrorismo” a cualquiera que se atreva a condenar los crímenes de Israel.

            Porque las vidas civiles de Palestina les importan un carajo; son pobres y están tan lejos... Sí; la derecha mexicana es carroñera y se alimenta de sangre que casi nunca es suya.

 

Mario Stalin Rodríguez