jueves, septiembre 21, 2023

SEXTIEMBRE 2023 - C

 Pues sigamos con el Sextiembre 2023 y, siguiendo el método utilizado este año, al tirar de los dados de Google el resultado fue...


Sexo MUY Romántico y Cliché

Sobre “Valsecito – Valsinha
De Chico Buarque
en versión al castellano de Vinicius de Moraes
y voz de Nacha Guevara

 

Cuando regresaron a casa, los pies de ella aún bailaban el danzón de la plaza y él silbaba una canción que nunca había escuchado... Entraron, ella se dirigió a la recámara y él se fue buscar algo que beber en la cocina.

            Ella empezó a desnudarse, colocó el vestido blanco y escotado extendido sobre la cama y sonrió un poco para sí misma pensando en que había salido sin brasier.

            Se iba a desabrochar el liguero más práctico que sensual para quitarse unas medias de red que no recordaba hace cuánto había comprado y estaba convencida de nunca antes haber usado, cuando vio el vestido sobre la cama... Lo tomo entre sus manos y en su mente regresó a la plaza.

            Siguiendo una melodía que sólo sonaba para ella, semidesnuda, bailó; la joyería de vidrio que ella misma se había fabricado desprendía brillos que iluminaban toda la habitación.

            Él entró y la vio... En silencio dejo los dos vasos que traía sobre la cómoda al lado de la puerta y se acercó.

            Ella bailaba sin más pareja que su vestido blanco y escotado cuando sintió las manos de él en sus hombros. Lo sintió acercarse a su oído...

            “Estás muy linda”, le susurró. “Necesitas nuevos lentes”, le respondió ella, ruborizándose.

 

La besó en el cuello, ella se volteó y le beso en los labios.

            Besándose se dirigieron a la cama; él iba desvistiéndose un poco torpemente y ella acabó de quitarse las medias, el liguero y una ropa interior tal vez demasiado grande (“de abuelita” diría una de sus hijas cuando todavía vivían en la casa).

            Se recostó en la cama, él se puso arriba de ella y la miró; “eres bellísima”, le sonrió. “Tonto”, le respondió ella tapándose la cara con las manos.

            “Déjame mirarte”, dijo él apartándole las manos... Ella lo miró y reconoció cada arruga y cada recuerdo. “Mirémonos”, dijo ella y lo besó.

            Piel sobre piel y en la cama, en la oscuridad, siguieron bailando al ritmo de una música que sólo existía para sus oídos...

 

Mario Stalin Rodríguez


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