Los Falsificadores de la Democracia 37
FICCIONES
De
cara a 2024 Morena, ya sea como partido o encabezando una colación, mantiene una
preferencia electoral que va del 48% (si postula a Adán Augusto o Marcelo
Ebrard) al 61% (si postula a Claudia Sheinbaum), mientras la oposición, ya sea
por partidos o en coalición, a penas roza el 20% por lo bajo,
independientemente de a cuál de sus impopulares figuras postule, incluyendo a
la senadora plurinominal (lo que confirma su tendencia a la baja; hace unos
meses rozaban el 24%).
Aún
así los medios y la opinocracia de la derecha insisten en un discurso “triunfalista”
tan falso como la autobiografía que Xóchitl Gálvez insiste en contar, en la que
no hay un solo pasaje que no sea una mentira del tamaño de su casa paterna (que
es bastante grande, abarcando casi media manzana en su pueblo natal).
De
hecho no hay un solo aspecto de todo lo relacionado a la “exitosa empresaria”
que no sea una impostura total, empezando por su “inesperada” candidatura, que “arrancó”
tras el patético montaje de su fallido intento de ingresar a la conferencia
matutina de la presidencia.
Ella
sabía que su “amparo” no ordenaba en lo absoluto que “se le permitiera” el ingreso
o se le diera la palabra y sabía que no lograría ingresar... Ella lo sabía y lo
sabían los medios de mierda que hicieron una “cobertura especial” de tan
patético espectáculo; porque su interés nunca fue “ejercer su derecho de réplica”,
sino hacer el lanzamiento publicitario de un producto.
Desde
entonces y a la fecha no ha habido un solo día en que no se le haga una o
varias entrevistas a modo o se reproduzcan las mentiras descaradas que
conforman su autobiografía (incluyendo su supuesta autoadscripción como “indígena”,
aunque no participe de ninguna vida comunitaria indígena o hable siquiera otomí,
idioma de la cultura a la que DICE pertenecer o sepa al menos diferenciar
textiles indígenas de la ropa comercial pseudocheyene con la que aparece en su
propaganda electoral); la “identidad indígena” y el “origen humilde” de Gálvez
son tan artificiales como las imágenes de IA que plagan sus publicaciones en
redes sociales.
Tres
semanas llevan con la cantaleta y los números no han variado, incluso al
interior de la cada vez más endeble alianza opositora, la campaña para inflar a
la patética Xóchitl Gálvez ha sido tan “exitosa” que tiene exactamente las
mismas preferencias que el grisísimo Enrique de la Madrid o el eterno perdedor
Santiago Creel.
Los
números no han variado y no variarán, porque la oposición necesita un milagro
para figurar electoralmente en 2024 y Xóchitl Gálvez NO es ese milagro, su “popularidad”
y “propuesta política” son tan sustanciales como el aire con el que se llena la
botarga que llevo al Senado.
Mario
Stalin Rodríguez
Etiquetas: Apuntes sobre periodismo, El patético usurpador, virus informáticos
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