jueves, julio 06, 2023

Los Falsificadores de la Democracia 37

 FICCIONES

 Los números parecen no moverse, tras casi tres semanas en que los medios de mierda y la opinocracia de las fachiza no han parado de hablar  y ensalzar las “virtudes” de Xóchitl Gálvez, las preferencias electorales no han variado significativamente.

            De cara a 2024 Morena, ya sea como partido o encabezando una colación, mantiene una preferencia electoral que va del 48% (si postula a Adán Augusto o Marcelo Ebrard) al 61% (si postula a Claudia Sheinbaum), mientras la oposición, ya sea por partidos o en coalición, a penas roza el 20% por lo bajo, independientemente de a cuál de sus impopulares figuras postule, incluyendo a la senadora plurinominal (lo que confirma su tendencia a la baja; hace unos meses rozaban el 24%).

            Aún así los medios y la opinocracia de la derecha insisten en un discurso “triunfalista” tan falso como la autobiografía que Xóchitl Gálvez insiste en contar, en la que no hay un solo pasaje que no sea una mentira del tamaño de su casa paterna (que es bastante grande, abarcando casi media manzana en su pueblo natal).

            De hecho no hay un solo aspecto de todo lo relacionado a la “exitosa empresaria” que no sea una impostura total, empezando por su “inesperada” candidatura, que “arrancó” tras el patético montaje de su fallido intento de ingresar a la conferencia matutina de la presidencia.

            Ella sabía que su “amparo” no ordenaba en lo absoluto que “se le permitiera” el ingreso o se le diera la palabra y sabía que no lograría ingresar... Ella lo sabía y lo sabían los medios de mierda que hicieron una “cobertura especial” de tan patético espectáculo; porque su interés nunca fue “ejercer su derecho de réplica”, sino hacer el lanzamiento publicitario de un producto.

            Desde entonces y a la fecha no ha habido un solo día en que no se le haga una o varias entrevistas a modo o se reproduzcan las mentiras descaradas que conforman su autobiografía (incluyendo su supuesta autoadscripción como “indígena”, aunque no participe de ninguna vida comunitaria indígena o hable siquiera otomí, idioma de la cultura a la que DICE pertenecer o sepa al menos diferenciar textiles indígenas de la ropa comercial pseudocheyene con la que aparece en su propaganda electoral); la “identidad indígena” y el “origen humilde” de Gálvez son tan artificiales como las imágenes de IA que plagan sus publicaciones en redes sociales.

            Tres semanas llevan con la cantaleta y los números no han variado, incluso al interior de la cada vez más endeble alianza opositora, la campaña para inflar a la patética Xóchitl Gálvez ha sido tan “exitosa” que tiene exactamente las mismas preferencias que el grisísimo Enrique de la Madrid o el eterno perdedor Santiago Creel.

            Los números no han variado y no variarán, porque la oposición necesita un milagro para figurar electoralmente en 2024 y Xóchitl Gálvez NO es ese milagro, su “popularidad” y “propuesta política” son tan sustanciales como el aire con el que se llena la botarga que llevo al Senado.

 

Mario Stalin Rodríguez

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