Siempre Mujeres (Apéndice II)

 PAPELES

“Estoy y estuve en muchos ojos. Yo sólo soy memoria y la memoria que de mí se tenga.”

Elena Garro
Recuerdos del Porvenir

 Como queda escrito la conquista europea de los territorios actuales de México no fue sólo militar, sino que incluyó también un buen número de acuerdos entre las fuerzas conquistadoras (en tanto “representantes” de la corona de Castilla) y algunes gobernantes indígenas, a fin de que éstes juraran lealtad a les monarcas castellanes y se “bautizaran”, a cambio de “respetarles” ciertos privilegios políticos y territoriales.

            Y, como también queda escrito en el enlace anterior, estos acuerdos no siempre fueron respetados por las autoridades coloniales (casi nunca, de hecho) tras la muerte de les indígenas con quienes se habían “firmado”, muchas veces aduciendo las falta de papeles que “demostraran” la existencia de estos acuerdos o la potestad de les herederes sobre los territorios que reclamaban.

            Ello en parte por la necesidad de entregar cada vez más terrenos a cada vez más peninsulares que llegaban a los territorios de las colonias y, por otra parte, porque quienes heredaban no siempre eran tan incondicionales hacia la corona como sus antecesores (y algunas, además, eran mujeres).

            Lo que nos lleva a Madrid en nuestros días y a Angela Porras (sin tilde)*, no porque ella o sus antepasades se hayan visto involucrades en alguno de estos litigios (no que yo sepa, al menos), sino porque escribió “Los Caminos del Engaño” (Cicely editorial, 2022, disponible en el enlace).

 

En este libro se cuenta (con algunas libertades) la historia de Juana Gertrudis, quien se viera involucrada en una complejísima trama de falsificación de mapas y documentos virreinales, que otorgaban derechos sobre tierras a diversas comunidades indígenas en el territorio de Toluca y sus alrededores, la mayoría de las veces en detrimento de privilegios otorgados a peninsulares.

            Falsificación de documentos que fue bastante real en los tiempos coloniales y que permitió la sobrevivencia de múltiples comunidades indígenas y evitó que fueran dispersadas o consumidas por la sociedad criolla de la Nueva España, facilitando la continuidad de sus lenguas y sus costumbres, incluso hasta nuestros días.

            Es por ello que ejercicios como “Los Caminos del Engaño” y similares son necesarios, no sólo por contar historias de personas particulares, sino sobre todo porque nos permiten recuperar partes de nuestra historia colectiva.

Mario Stalin Rodríguez

  

*De quien ya se ha hablado en estos bites más de una, más de dos, más de tres y hasta cuatro veces e incluso ha ocurrido que ella habla de mi (y hasta dos veces, porque no aprende).