Los Falsificadores de la Democracia 30
De
ahí que a cuatro años aún sean incapaces de entender siquiera una mínima parte
de la multitud de factores que desembocaron en el triunfo de López Obrador en las
elecciones presidenciales, reduciendo todo a un asunto de “carisma personal” (“El
Mesías Tropical” –SIC-), que algún papel jugó, pero no uno tan determinante
como dicen.
En
esta “lógica” se inscribe también la absoluta idiotez de predecir un “alejamiento”
de los gobiernos mexicano y estadounidense “porque AMLO no felicitó a Biden a tiempo
por su triunfo” y los ridículos que en adelante han hecho, apostando por el
mismo “alejamiento” en cada oportunidad… Y en cada oportunidad se han
equivocado.
El
mismo infantilismo permea, por supuesto, en su estúpido “análisis” del
conflicto en Europa Occidental, reduciendo todo a un asunto de “héroes” (el
comediante ucraniano) y “villanos” (el impresentable de Putin).
E
infantil es también, por supuesto, creer que la onanista consigna de “Elineno
Se Toca” les retribuirá en algún tipo de dividendo electoral de cara a las
elecciones estatales de 2023 y federal de 2024… Aunque estrategias similares
sólo desembocaron en fracasos en los proceso de 2021 (perdiendo 11 de 15
gubernaturas en juego y no pudiendo arrebatarle la mayoría legislativa al
obradorismo) y 2022 (perdiendo 4 de seis estados en juego), incluso con el
árbitro jugando a su favor.
Porque, si bien en los medios la “defensa”
del INE se refleja en un análisis terriblemente pueril e idiota por parte de la
fachiza, la opinocracía y las granjitas de bots en redes sociales, las razones
reales de Claudio X. González y su “alianza opositora” para que las reglas del
juego electoral no cambien, son bastante distintas.
Al
final, saben que los números no les son favorables y que nada en el horizonte
político augura que esto vaya a cambiar, por lo tanto su única opción, no ya
para regresar a los salones del poder, sino para mantener algún tipo de
relevancia, es que el árbitro siga jugando a su favor.
Al
contrario de lo que su infantil discurso público sostiene, la endeble democracia
mexicana no se debe a la autoridad electoral, sino que se ha consolidado a
pesar de ésta y, casi siempre, nadando a contracorriente de ella.
La
forma actual del INE no es más que continuación (sin ruptura alguna) de la
misma autoridad electoral que permitió el financiamiento ilegal de “Amigos de
Fox” en el 2000, el fraude que desembocó en el sangriento espuriato de Calderón
y la compra de votos durante la campaña de Peña Nieto.
El
que en 2018 no pudieran concretar la entrega del poder a Ricardo Anaya,
mediante un fraude concertado con el PRI, PAN y PRD, se debió sólo a la masiva
participación popular que convirtió a López Obrador en el presidente más votado
de la historia del país.
Y
lo mismo ocurrió en los comicios del 2021 y 2022, en los que el árbitro intentó
por todos los medios que les candidates morenistas no llegaran a aparecer
siquiera en las boletas electorales, llegando incluso a cambiar las reglas del
juego a media contienda de 2021, para garantizarle a la “oposición” una
sobrerrepresentación artificial a través de legisladores plurinominales (y ni
así lograron la mayoría legislativa a la que aspiraban).
En
ambos casos, la participación popular rebasó sus expectativas y, por ende, los
mecanismos del fraude que habían acordado con la autoridad electoral (aunque en
2021 sí les fue suficiente para regalar curules y alcaldías a impresentables como
Margarita Zavala, Gabriel Quadri, Sandra Cuevas y etcétera… Si bien para ello
contaron con la complicidad irresponsable de una “vanguardia progresista” que
también lleva años sin entender un carajo).
Y
es justamente esta participación popular a la que le tienen miedo, no a la
figura del tabasqueño, no a las acciones y proyectos de gobierno que éste pueda
implementar, sino a la participación política de clases populares a las que no
pueden controlar ni entender.
De
ahí que en su muy infantil análisis permeen contantemente todo el racismo y
clasismo de los que son capaces, porque es eso a lo que le tienen miedo y lo que
les ha derrotado; la participación política de clases populares.
Mario
Stalin Rodríguez
Etiquetas: Apuntes sobre periodismo, Notas, Opinión, tratado sobre la necedad, virus informáticos
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