Los falsificadores de la democracia 32
LA TREMENDA CORTE
(y sus aplaudidores)
A manera de epígrafe:
Si algo queda claro tras la manifestación
(de menos de 45 minutos) de la fachiza en el Zócalo, además de la profunda
convicción de les participantes en su ignorancia de los motivos contra los que
protestaban (de verdad, no hay ni una sola entrevista, ni siquiera en los
medios que les son afines, en que alguna persona sea capaz de articular una idea
coherente sobre el porqué del acto; NI UNA SOLA), es la desmedida confianza que
tienen en que la Suprema Corte de Justicia de la Nación revertirá el plan B
electoral (cuyos alcances y naturaleza, por supuesto, desconocen por completo).
Confianza
fundada no sólo en que Norma Piña llegara a la presidencia de la corte como
fruto de su única “victoria” en los últimos cuatro años (y las comillas son
pertinentes porque, aunque la ministra Esquivel no llegara ni a la segunda
ronda de votación, mantiene su puesto en el pleno y la relación de votos sigue
sin ser favorable para los intereses que colocaron a Piña), sino, sobre todo,
en que ésta ha demostrado en cada uno de sus actos a quién sirve y a qué grupos
responde (las “sentencias que hablan por ella”, según aplaudía El País poco
después de su nombramiento) y no es precisamente a la ley, la justicia o la
democracia.
Tanto
más, desde la toma de protesta de Piña las decisiones de las cortes que ahora
preside han beneficiado a Miranda de Wallace (señalada por falsificar el “secuestro”
y “asesinato” de un “hijo” que o bien ni siquiera existe o simplemente sigue
vive y gozando de cabal salud en USA), Cárdenas Palomino (preso por tortura y
vínculos con el narcotráfico), Rosario Robles (señalada por la millonaria
malversación de fondos públicos conocida como la Estafa Maestra), Cabeza de
Vaca (señalado por sus vínculos con el narcotráfico), Juan Collado (señalado
por lavado de dinero en beneficio de Peña Nieto), la familia de García Luna
(que acaba de ser declarado culpable de narcotráfico en USA) y la lista
sigue...
Y
ojalá esto fuera sólo un ejemplo de qué tan bajo puede llegar una juez nombrada
por Peña Nieto, pero en realidad es el paradigma de qué tan podrido está el
sistema de justicia en México y la imperante necesidad de reformarlo... Sobre
todo porque otra lección de la “manifestación” (de menos de 45 minutos) de la
fachiza, es que ante el cúmulo de derrotas electorales y el
fracaso de sus montajes mediáticos y predicciones catastrofistas (cuatro años
después y con una pandemia mundial en medio, México no ha llegado al “precipicio
económico” que auguraban desde Diciembre de 2018), insistirán en la estrategia
de “lawfare” que han venido aplicado con sus “amparos” contra reformas y
proyectos del gobierno federal (y que es exactamente la misma que ha ejercido
la derecha en toda América Latina y con la cual intentaron justificar los golpes
de Estado en Bolivia –ya fracasado- y Perú –aún en marcha-, además de los
intentados y no concretados en Argentina y Brasil).
Es
por esto que es necesario reformar el poder judicial en general y a la SCJN en
particular y, para ello, es indispensable que en 2024 el “bloque opositor”
quede reducido a su mínima expresión legislativa, a fin de que dejen de
estorbar a cada iniciativa indispensable.
Mario
Stalin Rodríguez
Etiquetas: Apuntes sobre periodismo, El patético usurpador, Opinión, tratado sobre la necedad, virus informáticos
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