jueves, junio 08, 2023

Los Falsificadores de la Democracia 35

 AUTONAUFRAGIOS

 Lo realmente divertido de todo esto es que estos bites podrían ser ocupados por las mismas líneas que aquí se publicaron tras las elecciones del año pasado e incluso las de 2021 y hasta las de 2018, porque el panorama nacional posterior a la elección en Coahuila y, muy particularmente, en el Estado de México, no se ha modificado sustancialmente; a lo mucho se ha subrayado.

            A pesar de las múltiples “tumbas” que día a día le decretan desde los medios cercanos a la derecha y son magnificadas artificialmente por sus opinócratas y granjitas de bots en redes sociales, el obradorismo goza de cabal salud con todo y su aceptación cercana (por arriba) al 60% y con las preferencias electorales de cara a 2024 intactas.

            La oposición, por su parte, sigue celebrando “victorias” que sólo existen en las declaraciones que Claudio X. González dicta a los líderes del PRI, PAN y PRD, porque sus permanentes derrotas siempre son las de alguien más (y cada vez más culpa del electorado que no acaba de entender que están aquí para salvarles de la “dictadura” que parecen no ver, Denise Dresser dixit agregando la palabra “maloliente”).

 

Si algo ha cambiado es el papel de instituciones como el INE o las cortes.

            Sin los histriónicos desplantes del mirreycito Córdova (quien parece no acabar de entender que ya no juega ningún papel en todo esto), el INE dejó de ser protagonista de los procesos electorales, para transformarse en un árbitro discreto que entiende que su efectividad es mayor en tanto menos intente acaparar para sí los reflectores.

            El poder judicial, por el contrario, desde la llegada de Norma Piña a la presidencia de la SCJN y del Consejo de la Judicatura, se ha convertido en un peón más al servicio de Claudio X. González. Su actuar parece más encaminado a encumbrar artificialmente la figura de su ministra presidenta (así sea dándose premios a sí misma o proyectándose por vudú a cualquier figura de cartón que mínimamente se le parezca) que en la procuración de justicia, por la cual entienden, además, ayudar a cualquier figura de los pasados regímenes que tenga problemas legales (a García Luna no lo ha liberado porque, para sorpresa de sí misma, cuando lo intentó descubrió que las cortes de Estados Unidos no la obedecen ni a ella ni a Isabel Miranda de Wallace) y a estorbar cualquier intento de reforma que se haga o se haya hecho desde el gobierno federal.

            Y es en esta servidumbre que la oposición basa todas sus esperanzas y por la que no ve necesario cambiar de estrategias a pesar de sus múltiples fracasos. De ahí, por ejemplo, la insistencia de la campaña del PRI-PAN-PRD en el Edomex, en hablar de un “empate técnico” previo a las elecciones que sólo existía en su imaginación y la patética escena de Alejandra del Moral, acompañada de los líderes de los partidos que le postularon, autoproclamándose “ganadora” de un proceso en el que se sabía derrotada desde meses antes (y muy particularmente desde las 14:00 Hrs. de aquel Domingo 4 de Junio, cuando le avisaron que toda la maquinaria de fraude que habían echado a andar estaba fracasando... Fue entonces que abandonó el hotel desde el cual seguía la jornada electoral sin dar pistas sobre a dónde se dirigía y al que sólo regresó cuando le prometieron una “batalla legal” para otorgarle la gubernatura).

            La idea, finalmente, era sembrar en el debate público la noción de una “elección de Estado” cargada a favor de Delfina Gómez, mientras su maquinaría de fraude (ayudada por la compra de votos y cómputos amañados desde el Instituto Electoral del Estado de México) disminuía la ventaja de ésta a números que les permitieran abrir un proceso legal posterior, confiando en que les magistrades del TEPJF fallarían a su favor sobre “pruebas” tan idiotas como que la página del PREP (que no el sistema del PREP) falló varias veces debido a la saturación de visitas (discursito que las granjas de bots ensayaron insistentemente durante la madrugada del Domingo al Lunes).

            Sin embargo, su disminuida capacidad de movilización y una compra de votos que simplemente fracasó (ya sea porque la gente no les recibía el dinero o, mejor aún, se los recibía y no fue a votar o, haciéndole caso a López Obrador, fue a votar y votó por Delfina) y que el INE federal NO jugó a su favor, publicando un conteo rápido que no dejaba lugar a dudas sobre la ventaja de la morenista, encaminó todo su “cuidado” plan al fracaso.

            De ahí, entonces, que debieron convencer a Alejandra del Moral a reconocer su derrota sin más compañía que un malencarado Santiago Creel, mientras los dirigentes del PRI, PAN y PRD volaban rumbo a Coahuila a “celebrar” una victoria que, ya que hablamos de “malolientes”, hedía a fracaso.

            Ojo, esto no significa que hayan abandonado el plan en el que las cortes les dan un triunfo que las urnas les niegan; sólo que lo han postergado... Probablemente por un año, con resultados previsibles (sobre todo si pierden su única carta jugable; la de ser un estorbo legislativo).

            Porque si algo ha demostrado la oposición en los últimos cinco años (en los que Morena pasó de no tener ninguna gubernatura a controlar 23 entidades federativas, entre las que se cuentan la capital del país y el estado más poblado), es que son idiotas e incapaces de cambiar de estrategia.

 

Mario Stalin Rodríguez

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