Los Falsificadores de la Democracia 35
AUTONAUFRAGIOS
A
pesar de las múltiples “tumbas” que día a día le decretan desde los medios
cercanos a la derecha y son magnificadas artificialmente por sus opinócratas y
granjitas de bots en redes sociales, el obradorismo goza de cabal salud con
todo y su aceptación cercana (por arriba) al 60% y con las preferencias
electorales de cara a 2024 intactas.
La
oposición, por su parte, sigue celebrando “victorias” que sólo existen en las
declaraciones que Claudio X. González dicta a los líderes del PRI, PAN y PRD,
porque sus permanentes derrotas siempre son las de alguien más (y cada vez más
culpa del electorado que no acaba de entender que están aquí para salvarles de
la “dictadura” que parecen no ver, Denise Dresser dixit agregando la palabra
“maloliente”).
Si algo ha cambiado es el papel de instituciones
como el INE o las cortes.
Sin
los histriónicos desplantes del mirreycito Córdova (quien parece no acabar de
entender que ya no juega ningún papel en todo esto), el INE dejó de ser
protagonista de los procesos electorales, para transformarse en un árbitro
discreto que entiende que su efectividad es mayor en tanto menos intente acaparar
para sí los reflectores.
El
poder judicial, por el contrario, desde la llegada de Norma Piña a la
presidencia de la SCJN y del Consejo de la Judicatura, se ha convertido en un
peón más al servicio de Claudio X. González. Su actuar parece más encaminado a
encumbrar artificialmente la figura de su ministra presidenta (así sea dándose
premios a sí misma o proyectándose por vudú a cualquier figura de cartón que
mínimamente se le parezca) que en la procuración de justicia, por la cual
entienden, además, ayudar a cualquier figura de los pasados regímenes que tenga
problemas legales (a García Luna no lo ha liberado porque, para sorpresa de sí
misma, cuando lo intentó descubrió que las cortes de Estados Unidos no la
obedecen ni a ella ni a Isabel Miranda de Wallace) y a estorbar cualquier
intento de reforma que se haga o se haya hecho desde el gobierno federal.
Y
es en esta servidumbre que la oposición basa todas sus esperanzas y por la que no ve
necesario cambiar de estrategias a pesar de sus múltiples fracasos. De ahí, por
ejemplo, la insistencia de la campaña del PRI-PAN-PRD en el Edomex, en hablar
de un “empate técnico” previo a las elecciones que sólo existía en su
imaginación y la patética escena de Alejandra del Moral, acompañada de los
líderes de los partidos que le postularon, autoproclamándose “ganadora” de un
proceso en el que se sabía derrotada desde meses antes (y muy particularmente
desde las 14:00 Hrs. de aquel Domingo 4 de Junio, cuando le avisaron que toda
la maquinaria de fraude que habían echado a andar estaba fracasando... Fue
entonces que abandonó el hotel desde el cual seguía la jornada electoral sin
dar pistas sobre a dónde se dirigía y al que sólo regresó cuando le prometieron
una “batalla legal” para otorgarle la gubernatura).
La
idea, finalmente, era sembrar en el debate público la noción de una “elección
de Estado” cargada a favor de Delfina Gómez, mientras su maquinaría de fraude
(ayudada por la compra de votos y cómputos amañados desde el Instituto
Electoral del Estado de México) disminuía la ventaja de ésta a números que les
permitieran abrir un proceso legal posterior, confiando en que les magistrades
del TEPJF fallarían a su favor sobre “pruebas” tan idiotas como que la página
del PREP (que no el sistema del PREP) falló varias veces debido a la saturación
de visitas (discursito que las granjas de bots ensayaron insistentemente
durante la madrugada del Domingo al Lunes).
Sin
embargo, su disminuida capacidad de movilización y una compra de votos que
simplemente fracasó (ya sea porque la gente no les recibía el dinero o, mejor
aún, se los recibía y no fue a votar o, haciéndole caso a López Obrador, fue a
votar y votó por Delfina) y que el INE federal NO jugó a su favor, publicando
un conteo rápido que no dejaba lugar a dudas sobre la ventaja de la morenista,
encaminó todo su “cuidado” plan al fracaso.
De
ahí, entonces, que debieron convencer a Alejandra del Moral a reconocer su derrota
sin más compañía que un malencarado Santiago Creel, mientras los dirigentes del
PRI, PAN y PRD volaban rumbo a Coahuila a “celebrar” una victoria que, ya que
hablamos de “malolientes”, hedía a fracaso.
Ojo,
esto no significa que hayan abandonado el plan en el que las cortes les dan un
triunfo que las urnas les niegan; sólo que lo han postergado... Probablemente
por un año, con resultados previsibles (sobre todo si pierden su única carta
jugable; la de ser un estorbo legislativo).
Porque
si algo ha demostrado la oposición en los últimos cinco años (en los que Morena
pasó de no tener ninguna gubernatura a controlar 23 entidades federativas,
entre las que se cuentan la capital del país y el estado más poblado), es que
son idiotas e incapaces de cambiar de estrategia.
Mario
Stalin Rodríguez
Etiquetas: Apuntes sobre periodismo, tratado sobre la necedad, virus informáticos
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home