jueves, abril 24, 2008

MEME SE ESCRIBE CON N

Sucede a veces que nos llegan preguntas que jamás esperamos contestar y sucede a veces, que ésas vienen de las fuentes más inesperadas.

Antes, cuando era yo un lerdo informático y este universo de la blogosfera me parecía un mundo extraño y ajeno, si me preguntaban qué quería hacer antes de morir, la respuesta era fácil; vivir.
Sin embargo, conforme pasa el tempo y cambiamos de visiones y ampliamos nuestros horizontes, encontramos nuevas formas de definir presencia y compañía. Porque hay presencias que se definen por no tener rostro y cercanías que crecen y se cultivan a distancias que se miden en océanos.
Todo esta introducción confusa y tangencial viene a cuento porque Nanny (de Testamento de los Miércoles) ha tenido la certeza de endilgarme un Meme... Y algún día habré de vengarme por ello. Pero en lo que esto sucede, tendré que contestarlo.

El asunto es describir ocho cosas que se desean hacer antes de morir; tan sencillo como suena, tan complicado como se antoja... Pero me endilgaron el meme y habrá que contestarlo...
No puede negarse, a menos no en estos bits; antes de morir deseo volver a despertar al lado de la esperanza que da nombre y letras a no pocos párrafos y líneas aquí publicados... No se me malinterprete, porque conforme pasa el tiempo mi deseo se queda en nostalgia y permanece, pero no me detiene.
No me detiene, queda escrito, porque otra cosa que deseo hacer antes de morir (vamos, incluso deseo hacerlo antes de publicar el siguiente Miércoles... Está bien; en realidad deseo hacerlo antes de que amanezca de nuevo) es pasar otra noche contemplándola, deseándola... pero no sólo deseándola, sino tocándola, queriéndola... Y no, no hablo de la ausencia que ya ha sido presentada y cuyo nombre conocen, al menos, quienes ha la fecha han ganado el premio del segundo aniversario de este blog... Hablo, por supuesto, de quien es presencia intermitente en estos días; de quien baila y en la siete letras de su nombre, describe mis deseos... Los más perversos y los más sublimes.

Lo que en la lista sigues es, no se extrañen, seguir construyéndome en el mundo para construir otro mundo posible. Y de ahí el siguiente punto; si he de construirme distinto y coherente cada día, me es indispensable seguir encontrándome con mis distintos, mis semejantes.
Quinto, encontrarme en mis distintos, sí y darles voz, rostro y tacto a quienes ya he encontrado por caminos extraños.

Finalmente, antes de morir deseo vivir y ser feliz, pero no como el “y vivieron felices para siempre”, sino con la felicidad que ha sido descrita, la que se construye cada día, la que se escribe en gerundio.
La última cosa que deseo hacer antes de mi muerte es, obviamente; morirme.

Qué? Cómo? Que tocaba novela?... Pues no, porque yo claramente advertí que publicaría un capítulo de Versiones cada 2º y último miércoles de mes... Y el último miércoles de Abril es el 30...

P.D. Que se la prolonga
Y en la sección de "sí, me gustan muchas cosas... incluso los comics", en los enlaces

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miércoles, abril 16, 2008

CONSECUENCIAS

Mario Stalin Rodríguez

Empezó con un reto.
El mundo es un asco, había explicado el mago mayor, aquel hechicero que logre cambiarlo sería nombrado su sucesor.
Todos los magos de todo el mundo se pusieron a la tarea, algunos tratando de inventar pociones de conciencia para la gente, otros aislando y sintetizando la quintaesencia de la felicidad, los de más allá lanzaban hechizos de reproducción a las especies en peligro de extinción, etcétera, etcétera, etcétera...
Sólo uno de entre todos los magos entendió qué estaba mal en el mundo; pintó los signos cabalísticos con tiza sagrada y los selló con una gota de su propia sangre, preparó su cuerpo con pociones poderosas y cantó durante tres días de luna llena el hechizo.
Regresó en el tiempo y corrigió aquello que estaba mal en el mundo... Cuando volvió a su tiempo no pudo se nombrado sucesor del mago mayor, pues había borrado a la humanidad de la historia.

P.D. que termina de premiar
Pues eso, que Zafferano y Ambrosia ya tienen, cada una, sus premios respectivos y completos... Si los comparten con el mundo ya es cosa de cada quien.

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jueves, abril 10, 2008

Versiones VI


Son cientos de fotografías las que se encuentran dispersas a lo largo de la polvorienta mesa; en algunas Miriam Gómez mira sonriente a la cámara, otras se tomaron a escondidas, siguiéndola por la calle; la última es del día de su asesinato: Miriam tendida ante el sillón, con un charco de sangre saliéndole de la cabeza.
-Debería llevarlas a la policía -se repite una y otra vez Héctor, mientras da un sorbo a la taza de café recién hecho.
Mira a su alrededor y reconoce las formas que durante tanto tiempo constituyeron su mundo; las mismas cosas ocupan los mismos lugares desde el día en que María murió; sólo el polvo se acumula y cambia entre estas paredes.

No debería haber venido; pocas veces ha pisado estos suelos desde el funeral, hace casi 15 años y nunca solo ni por demasiado tiempo. Mantiene el departamento que juntos ocuparon como un monumento a su memoria y a su ausencia, pero el peso de los fantasmas es demasiado. Estar aquí es, para él, insoportable.
De vez en vez manda a alguien para que haga la limpieza y se asegure que la suciedad no se coma todos los recuerdos que aún flotan aquí. Desde hace poco más de cinco meses no ha tenido ni intención, ni tiempo, ni dinero para hacerlo; por ello ahora el tono de todo el inmueble es gris y la luz que atraviesa por las ventanas es absorbida por nubes de polvo.
No debería haber venido, pero necesitaba un lugar para apartarse del presente y pensar en la manera en que el pasado parecía inmiscuirse en su futuro.

Después de la atropellada presentación, Héctor no pudo sino considerar a Erick un loco. Pensó inmediatamente en las posibles maneras de deshacerse de él sin provocar su ira, el enojo de un loco es siempre peligroso; dicen los que de la materia nada saben.
No pudo articular palabra; el extraño personaje, mirando siempre hacia todos lados con desconfianza, extrajo de la parte de atrás de su cintura un sobre amarillo arrugado y lo puso en la mano de Héctor, que aún sujetaba fuertemente.
-Sé que no me cree -Las palabras surgían rápidamente-; deberá echarle un ojo a estos papeles; después me comunicaré con Ud.
Salió corriendo. Héctor, atónito, sólo pudo intentar un débil "espere” y quedarse parado en medio del prado con la mirada perdida.
De regreso a su cubículo decidió echar un ojo la contenido del sobre; probablemente sólo papel recortado. Lo primero que vio fueron las fotos.
Cerró rápidamente el sobre cuando su vecina de cubículo entraba llevada por la curiosidad. No dejó siquiera que iniciara las preguntas que evidentemente deseaba hacerle.
-No fue nada Sandra, te lo juro; sólo un loco -Dijo anticipándose-. Ahora, si me disculpas, acabo de recordar que debo ir a hablar con mi editor. Muchas gracias de nuevo y siento haberte preocupado.

Conduciendo sin rumbo fijo y con la atención puesta más en el sobre que yacía en el asiento del copiloto que en el camino, recordó que aún tenía que dar una clase en la tarde. Telefoneó a su profesora adjunta y le dio instrucciones para que recibiera las tareas y dejará marchar al grupo; asuntos impostergables le impedirían llegar.
Aún no sabía que hacer; no podía regresar a su casa, ahí estaría Diana, trabajando o simplemente viendo la tele, tal vez vigilando que la asistente doméstica no rompiera nada.
Tampoco podía permanecer todo el día en el coche, necesitaba un lugar tranquilo donde pensar. Fue entonces que el tintineo de las llaves pegadas al volante llamó su atención; ahí estaban las dos llaves que ya casi nunca usaba, las del departamento de María, conservadas más como amuleto que por nada práctico.
Se detuvo en un molino de café a comprar grano, la cafetera, como todos los otros enseres domésticos, seguiría en su lugar, sólo acumulando polvo. Sabía que no tendría problemas con los servicios, él mismo se ocupaba mensualmente de pagar las facturas del agua, la electricidad y el gas del departamento; además del impuesto predial y cualquier otra obligación, todo en nombre de la memoria, todo en nombre de la ausencia.

Regresa su mirada a las fotografías dispersas en la mesa de la sala, una llama su atención, tal vez de las más antiguas. En ella Miriam mira sonriente a la cámara, sentada tras el escritorio en la oficina en la que sería asesinada. Ésta es un recorte de prensa, particularmente; unas páginas de la revista en la que Héctor trabaja.
Recordaba la nota que acompañaba a la fotografía, de hecho; fue él quien la escribió.
Poco más de año y medio antes de su muerte, Miriam ganó notoriedad como representante legal de dos indígenas presos por defender su bosque de la tala inmoderada e ilegal de una trasnacional maderera. Habían sido acusados de sedición y terrorismo, cuando con seguetas, palos y machetes, descompusieron buena parte de los camiones de la empresa.
Héctor se interesó en el caso y pidió una entrevista con los dos presos, pero las autoridades penitenciarias de Guerrero no lo permitieron, alegando la "alta peligrosidad" de los individuos. Fue así que debió conformarse con entrevistar a su abogada, aunque, a decir verdad, ésta no le inspirara demasiada confianza.

Antigua monja, había dejado los hábitos para estudiar Derecho Penal en la una universidad de marcado corte religioso. En un principio litigaba meros asuntos de la iglesia, hasta que, años atrás, había ingresado como voluntaria a una ONG de Derechos Humanos en el Distrito Federal.
Pronto fue reconocida como la abogada de los de abajo, lo mismo defendió a estudiantes presos por una huelga fracasada que representó a los familiares de las víctimas de los feminicidios de Ciudad Juárez. Peleó y ganó un juicio de expropiación de terrenos comunitarios y evitó con ello la construcción de un desarrollo turístico. La lista era larga.
A Héctor, desconfiado por costumbre del humanitarismo institucionalizado y de cualquier cosa que oliera a iglesia, todo esto le parecía más un desmedido afán de protagonismo que un compromiso serio con las causas de los oprimidos. Tampoco le agradaba alguien que se refiriera a su defendidos como "mis niños", aunque fueran ellos quienes así se lo hubieran pedido.

El desarrollo de la primera entrevista no cambió demasiado el punto de vista del periodista, pero al menos obligó al hombre a repensar sus juicios previos. Con el tiempo llegó, incluso, a querer a esta mujer, compendio humano de contradicciones.
Sus acciones siguieron pareciéndole más protagonismo que compromiso, pero debió reconocer que era un protagonismo coherente y esforzado. No dejó jamás de sentir un cierto desagrado por los desplantes maternales de la abogada, convencida de ser la única persona en saber lo qué era mejor para sus representados y, aún así, debía el periodista reconocer en estas actitudes un toque de ternura y un mucho de fortaleza.
No era una mujer de fuerza inquebrantable; en el tiempo en que la trató la vio desplomarse más de una vez, atormentada por el peso de la carga autoimpuesta. Pero siempre se levantaba y, vencida o vencedora, se conservaba digna.

En el tiempo que siguió a su primer encuentro y hasta el día de su muerte, los caminos de Miriam y Héctor se cruzaron no pocas veces; ahí, donde la dignidad afloraba y el Poder aplastaba, era el justo lugar para sus encuentros.
Hacia el final, podían llamarse amigos.

Héctor tomó la fotografía de la mesa y se desplomó sobre el sillón de al lado, levantando un densa nube de polvo. Dio otro sorbo a su café y encendió un cigarro. Miró fijamente el rostro retratado.
-Bueno Miriam -dijo sonriendo-; bienvenida a mis ausencias, permíteme presentarte a los otros fantasmas.

P.D. que anuncia retrasos
Desde estos párrafos que casi nadie lee (por estar en unblog más bien poco famoso y por ser letra chiquita, roja y al final del post), este animalito fantástico quiere felicitar a
Por ser ganadoras del multicitado concurso de estos bits... Y pedir una disculpa a las dos últimas, porque por motivos laborales ($%&# trabajo) no he podido cumplir con el premio completo... Pero en cuanto tenga un tiempo me pongo a ello... LO PROMETO.

P.D. Que edita
Y bueno, en la barra de links, se suma, obviamente, a Ambrosia (de Puro Nectar) porque se lo merece y quito al Sr. Frido de El Palacio de los Alcatraces, porque lleva más de un mes sin actualizar... Si vuelve a escribir me encantará volverlo a enlazar.

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jueves, abril 03, 2008

PROBLEMAS DE TRAFICO

Mario Stalin Rodríguez

El problema, el verdadero, era que nadie de entre ellos sabía cómo empezar a relatar lo vivido. Mónica tenía la impresión de una charla en un café de la Condesa, donde se comentaba lo sucedido. Esteban también se acordaba de esta platica, solo que para él en ella se discutían las predicciones para la tarde, que poco después se harían o no realidad.
Sofía afirmaba que después de comer se dirigieron rumbo al Motel donde, desde hace tres meses, se alojaba Carlos. Sin embargo; éste decía que después de recogerlo se encaminaron a la Condesa, ya que todos, salvo él, estaban en ayunas.
Adriana decía que ella había pasado la noche en el departamento de Roberto, paro él juraba que la noche anterior había bebido demasiado y, por ello, no recordaba haber llegado a su casa, aunque en la mañana lo encontraran dormitando en el recibidor de su edificio.
Mas la verdadera epopeya sucedió cuando los seis estaban ya juntos. Roberto (o ¿era Carlos?) conducía el coche del grupo (un fiat, que bien pudo estar en casa de Sofia o de Adriana), sobre la desierta avenida Revolución a las tres de la tarde (Esteban afirma que era un poco más tarde, ya que es imposible que una calle tan importante como esa esté sola a esas horas), cuando el camión salió de la nada y arremetió contra el vehículo que circulaba frente a ellos.
Mónica jura que el camión, que no era tal sino un microbús, se dirigía justo contra el flanco derecho del Fiat, pero que gracias a los reflejos de Carlos (o Roberto), lograron esquivarlo y fue cuando el cafre se estrello con la tienda de coches de la acera.
El punto donde todas las versiones coinciden es que en ese instante se escuchó un gran estallido.

De lo que aconteció después no recuerdan nada hasta que despertaron, sintiéndose miserables, en una calle de la colonia Portales, abordo de un volskwagen sedán que manejaba Esteban (cosa que los sorprendió, ya que él no sabe manejar).
Durante los tres meses que siguieron al inusual acontecimiento, éste fue el centro de las platicas del grupo, aunque las del ultimo mes fueron más bien insulsas, ya que se basaban en que en el nuevo vehículo no cabían todos, o que Esteban manejaba muy mal, o que a ninguno de ellos les gustaba que el coche fuera amarillo meado.

Cuarta Uva...

P.D. que informa
Sobre las nuevas premiadas... Se informará la próxima semana, cuando hay podido cumplir con lo del premio completamente.

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