jueves, marzo 29, 2018

Semana del Porno 2018

¿TRÍO?

Los dedos inseguros tocan el encaje, como midiendo la cálida superficie que cubre. Con las puntas siente como ésta palpita... O tal vez es su propio pulso acelerado el que siente.
            Insegura, introduce los dedos bajo el encaje, hasta rozar el pezón erecto... Escucha un breve jadeo femenino; no está segura de ser ella quien lo emite.

La verdad es que sus pechos pequeños, casi infantiles, nunca le preocuparon demasiado.
            Conforme la pubertad avanzaba y sus amigas y conocidas comentaban sobre el crecimiento, moderado o no tanto, de sus propios senos, ella se sonreía al espejo en el que sólo sobresalía, poco,  la oscura aureola de sus pezones... Y se gustaba.
            No, la verdad es que nunca le preocupo demasiado el crecimiento de los senos... No el de los suyos, al menos.

Recorre una espalda extraña con las manos, puede sentir las vértebras que sobresalen, los omóplatos puntiagudos... Llega a la cintura y siente como ella se separa un poco; no tanto para alejarse, sino para invitarla.
            Mientras le sujeta la cintura con una mano, la otra rodea hasta llegar al vientre casi plano, aunque un poco flácido. Baja, el vello le causa cosquillas en la yema de los dedos... Sigue bajando hasta que nota una cálida humedad.
            Sólo rosa la superficie y escucha un leve quejido de placer; sabe que es de ambas.

Siempre supo que era distinta.
            No era un asunto de físicos, no era la única mujer con sobrepeso en el mundo, ni si quiera la única entre su círculo de amistades y conocidos... No, no era un asunto de físicos, más bien de otra cosa.
            Mientras sus amigas y conocidas iban dándose cuenta primero de los niños y, después, de los chicos y hombres, ella los miraba con indiferencia.
            No intentó entenderlo ni le causaba ningún conflicto. No se sentía excluida sólo por ser la única sin pareja, que nunca había besado o, cuando llegó el momento para la mayoría de sus amigas y conocidas, tenido sexo con un hombre.
            Simplemente se sabía distinta, aunque nunca hubiera podido precisar en qué exactamente.

Los pezones se rosan.
            Senos voluminosos sin aureola visible se aprietan contra un torso casi plano, de pezones oscuros, casi negros. Si miran de frente y ambas resisten el impulso de desviar la mirada mientras se ruborizan.
            De besan.
            Al principio son tímidas, un mero rosar de los labios.
            Pero conforme sus manos juegan en la espalda de la otra y sus palmas llegan a tocar las cinturas y los glúteos. Conforme sus pezones se rosan y ambas entrepiernas adquieren un ritmo compartido, las lenguas van entrando poco a poco en el juego, es decir; en la otra boca.

Claro que tuvo sus parejas, a algunos, incluso, llegó a quererlos.
            Claro que estuvo íntimamente con algunos de ellos y, por supuesto, llegó a sentir placer en sus experiencias sexuales... Es sólo que algo faltaba.
            Era esa sensación de vacío cuando yacía, exhausta y satisfecha, al lado de su pareja. Los miraba con ternura, acariciaba sus rasgos y sonreía, pero había un hueco que no podía precisar.

Se besan.
            La boca desciende por el cuello, a través de los exuberantes pechos. Por el abdomen abundante y pálido, hasta llegar al sexo casi lampiño... El aroma le resulta extraño, pero tentador. Lo besa.
            Mientras la lengua prueba humedades embriagadoras, sus dedos entran y salen de un cuerpo que se ofrece gustoso... Algunas veces aprovecha y, con la punta de un dedo, acaricia el rosado ano, que se contrae con una risa que invita.
            Introduce la lengua mientras cierra los ojos... Y siente como un vacío que no sabía que estaba ahí, va llenándose.

Se conocieron y lo conocieron casi al mismo tiempo.
            Entre los espacios, tiempos y tareas compartidas fueron haciéndose amigos cada vez más cercanos...
            Ninguna de las dos recuerda exactamente cómo surgió el tema; tal vez fue en una plática casual mientras compartían una cerveza, tal vez fue mientras investigaban sobre algo o tal vez fue viendo una película.
            El asunto es que, de vez en cuando, retomaban la plática. No como tema recurrente, ni siquiera muy seguido; pero a veces cuando se encontraban solas o el resto de su círculo se enfrascaba en otros temas, ellas retomaban la plática.
            Decidieron probar y analizaron sus opciones. El novio de ella, un desconocido, alguien a quien contrataran específicamente...

Los sexos juegan entre ellos, el vello abundante le causa cosquillas en su ingle casi lampiña y dos humedades hasta ahora extrañas, se combinan...
            Se miran a los ojos. Una se muerde el labio inferior, otra se lame los labios. Mientras llegan, tal vez por segunda o tercera vez en la noche, al clímax compartido, van entendido muchas cosas sobre la otra y sobre ellas mismas.

Al final se lo pidieron a él.
            En parte por la amistad que los unía, en parte por la confianza compartida, en parte porque ni ellas mismas se lo creían... Hicieron planes los tres, escogieron un local discreto y lejos de la casa de cualquiera de ellos. Decidieron una fecha y hora, reservaron la habitación y acordaron llegar cada uno por su cuenta directamente y sin verse antes para evitar arrepentimientos de último momento.
            Una llegó primero. Mientras esperaba se bañó y se vistió con la lencería que había comprado específicamente para ese día. La verdad es que no tenía ninguna experiencia en esto, ni siquiera con una única persona, no ya con dos al mismo tiempo, pero, viéndose al espejo, le gustó cómo el encaje se amoldaba a sus grandes pechos.
            La otra llegó un poco tarde. Se saludaron algo incomodas y entró, ella también, a bañarse. Salió completamente desnuda, secándose los senos casi inexistentes, su abundante vello público brillaba por el agua.
            Se sentaron en la cama a esperarlo.
            Él tardaba... Encendieron la tele de la habitación para matar el silencio incómodo, como era de esperarse, había una película de sexo en la que un hombre entraba en otro hombre mientras repetían diálogos en un idioma que ninguna de las dos reconoció.
            Él tardaba... Charlaban incomodas y una halagó el conjunto de encaje de la otra. Sí, le contestó, era lindo y el tacto casi sensual. Se rieron por primera vez; no le creyó que fuera tan suave, así que la otra la invitó a tocarlo con los dedos para comprobarlo... E insegura posó los dedos sobre los senos cubiertos de encaje.
            Él nunca llegó.

Mario Stalin Rodríguez

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jueves, marzo 22, 2018

Anunciando que es gerundio

Como alguno sabrán, coincidentemente con la Semana Santa católica, en este blog se celebra LA SEMANA DEL PORNO, por ninguna razón en particular, sólo porque siempre es bueno poder hacer algo de porno por gusto... Y que mejor que anunciarlo recuperando un poco del porno que tengo por ahí enlatado...
Como recordarán, esta serie de dibujos sin ninguna historia que les una,los empleo para hacer algunas prácticas de color, en este caso en particular pretendía lograr un efecto de color de cómic antiguo... Sobra decir que el resultado no me gustó del todo, pero me parece que el asunto no iba tan desencaminado, supongo que tocará seguir probando.
Y en lo que respecta a la Semana del Porno, ya haré algún anuncio en mi twitter próximamente.

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jueves, marzo 15, 2018

MEXICAS

(ilustración basada en representaciones femeninas de los murales prehispánicos de San Bartolo)
Obviamente, abarcar la diversidad temática relacionada a la cultura mexica, obligaría a un repaso menos que escueto y claramente insuficiente. Es por ello que el presente texto propone sólo un esquema general, no el único posible, con la intención de servir únicamente como base para un primer acercamiento a la historia de esta civilización.

México Tenochtitlán, capital de lo que fuera el imperio mexica, fue una ciudad multitudinaria. De acuerdo al censo realizado por los españoles tras la conquista, en ella llegaron a vivir poco más de 200,000 personas, se encontraba dividida en cuatro barrios, cada uno gobernado por un consejo de ancianos, además del Templo mayor donde se encontraba la sede de los poderes económico, político y religioso de la ciudad.
            Una ciudad increíblemente bien organizada… No siempre fue así.
            Los mexicas descienden del grupo chichimeca, originario de la zona de Aridoamérica. Se sabe que en algún momento una gran sequía azotó esas tierras, lo que provocó que muchos grupos emigraran hacia el Sur en busca de mejores condiciones de vida.
            De acuerdo a documentos posteriores de los propios mexicas, en algún momento intentaron instalarse en distintos puntos del Altiplano central, como las Ruinas de Tula, las de Teotihuacan, el bosque de Chapultepec o Xochimilco, de donde salieron tras enfrentamientos con los grupos locales.
            Finalmente, lograron instalarse en un islote perteneciente al dominio de Azcapotzalco. Este islote abarcaba, aproximadamente, lo que actualmente se conoce como el primer cuadro de la Ciudad de México. Para expandir su ciudad recurrieron al sistema de Chinampas, consistente en arrojar piedras, ramas y tierra al agua, hasta que el montón sobresaliera, una vez hecho esto, lo apisonaban hasta sumergirlo nuevamente. Esta operación se repetía hasta que era imposible sumergir más la tierra. Para evitar que el agua disolviera el islote artificial así logrado, alrededor de éste se sembraban ahuehuetes, árboles cuyas raíces, al enredarse, fijaban la tierra.
            En honor a su primer gobernante, Tenoch, la ciudad fue nombrada “el sitio donde vive Tenoch” (Tenochtitlán) y, dado que su versión mítica indicaba que el lago se encontraba en el centro del universo, literalmente; el ombligo (mexi) del mundo, empezaron a llamarse a sí mismos “los que viven en el ombligo” (mexicas).
            La ciudad fue creciendo hasta que tocó otras islas del lago. Una de ellas Tlatelolco, que ya era un reino cuando los mexicas llegaron. Descubrimientos recientes permiten afirmar que en un principio los recién llegados intentaron conquistarla por las armas, pero fueron derrotados. Este revés los orilló a tomar una estrategia más tardada; la nobleza mexica se alió con la tlatelolca y, a través de una serie de matrimonios por conveniencia, muy lentamente los gobernantes tlatelolcas fueron desplazados por descendientes de los nobles mexicas.
            Ahora bien, la pregunta resulta pertinente, si ya sabían expandir sus ciudad por métodos artificiales, ¿para qué tomarse tantas molestias en conquistar otra isla? Las razones, no se dude, fueron de índole económica.

En Tlatelolco se encontraba el más grande mercado del altiplano central; de acuerdo a las crónicas españolas, en un día normal al mercado podían llegar unas 60,000 personas, número que en días de fiesta podía duplicarse y hasta cuadriplicarse. Es decir; en un día de fiesta al mercado llegaba tanta gente como la que vivía en Tenochtitlán.
            Obviamente, no sólo los tlatelolcas y los mexicas hacían uso de este mercado, a él llegaban comerciantes de todas partes del territorio de lo que ahora es México, desde Aridoamérica hasta la zona maya, de las costas del Golfo a las del Pacífico, de las Huastecas a los pueblos de Oaxaca.

Conforme la ciudad crecía y crecían las relaciones comerciales de los mexicas con otros pueblos, el dominio que Azcapotzalco imponía sobre ellos fue debilitándose. Así, bajo el reinado de Izcoatl, Tenochtitlán formó la Triple Alianza y se rebeló contra el señorío dominante.
            A partir de 1420 (aprox.) y por los siguientes cien años, los mexicas impondrán a otros pueblos su cultura, sus ídolos, sus festividades y su sistema social. Ahora bien, el imperio mexica fue muchas cosas, pero nunca humanitario; el sistema tributario era tal, que muchas veces dejaba a los pueblos dominados en la absoluta miseria y los jóvenes (hombres y mujeres) era utilizados para engrosar el contingente militar o para el sacrificio. Es por ello que a la llegada de los españoles no les es difícil conseguir aliados, como los Tlaxcaltecas, quienes ven en los conquistadores una forma de liberarse del yugo mexica.

La historia es conocida, en 1521 cae México Tenochtitlán, lo que marca el inicio del periodo histórico conocido como la Colonia. Durante éste los templos indígenas son derribados, a los ídolos se les  cincela el rostro para que no sean reconocidos y las piedras sagradas son empleadas para construir palacios, iglesias y hasta molinos de grano; creyéndose que de esta forma se daba fin a las culturas indígenas.
            Sin embargo, los pueblos originarios encontraron la manera de ocultar a sus dioses dentro del rito cristiano. Muchas de las costumbres, mucha de las festividades que celebramos en México son, en realidad, disfraces para los ritos precolombinos (un buen ejemplo de ello es la festividad del Día de Muertos).
            Para ello es que sirve la historia, para darnos cuenta de qué tanto de los pueblos indígenas tenemos aún entre nosotros. Cuando hablamos de la cultura mexica, estamos hablando de nuestra historia; descendemos tanto de los pueblos indígenas como de los pueblos españoles. Conocer una y otra historia nos permite conocernos mejor y, decían los mayas, sólo quien se conoce, puede construir el mañana.

Mario Stalin Rodríguez

Asesor Educativo
Museo Nacional de Antropología

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jueves, marzo 08, 2018

PERSISTENTE FEMENINO


Mujer, semilla, fruto, flor, camino,
pensar es altamente femenino.
Hay en tu pecho dos manantiales,
fusiles blancos y no anuncios comerciales”.
Gloria Martín
Mujer

La historia se construye no sólo de héroes, sino de las personas que caminan el mundo en el día a día; cambiándolo, con pequeñas y grandes acciones y, sobre todo, con su constante caminar.
            Tanto más; la historia se construye de las pequeñas personas casi siempre anónimas y su persistente caminar, no de héroes, porque los héroes no serían nada sin el persistente caminar de las pequeñas personas, casi siempre anónimas.

La historia se construye, entonces, en femeninos.
            El mundo va cambiando en los pasos de la pequeña niña que va a la escuela, en los de las maestras que abre las ventanas a nuevas formas de entender el mañana, en los píes de la bailarina que brinda belleza y reflexión sobre el escenario, en el caminar de las jóvenes que nutren las aulas con aprendizaje y duda, en el de la mujer que desde su laboratorio entiende los mecanismos de la realidad para modificarla, en el cotidiano camino de la que va a su oficina mientras cosecha sueños y esperanzas, en la madre que educa desde la igualdad y para la igualdad...
            Cada una, a su manera y desde sus cotidianidades, va caminando el mundo; cambiándolo... La historia se construye, entonces, de los persistentes femeninos.

Mario Stalin Rodríguez

A las mujeres todas, Gracias, porque con sus pasos van mostrándonos la mejor forma de construir el mañana, caminándolo juntos.

Sobre todo, a Jessica, que en el día a día va ayudándome a entenderme en el mundo, para cambiarme y cambiarlo.

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jueves, marzo 01, 2018

Bibliofilia (12° aniversario)

Este aniversario tenía planeado un festejo de bombo y platillo, pero me temo que, de momento, no va a poder ser por explicaciones que se dan al final del post... Aún así, este aniversario tiene al menos una invitada, permítanme presentárselas (aunque probablemente la conozcan ya) hablando de libros...

EN LA CASA DE LOS ESPEJOS
Villamatojo no existe o bien, lo correcto sería decir que no existe en un único punto geográfico, sino que es el espejo deformante, no de los pueblos perdidos de la España rural, sino del microcosmos en el que cada uno de nosotros se mueve y de la forma en que éste va encontrando, tocando, invadiendo y evadiendo otros pequeños microcosmos.
            Al final, coincidirían Oscar Wilde, Vargas Llosa y hasta Uberto Eco, ese es el papel de las ficciones; mostrarnos un reflejo deformado de lo que somos, para ayudarnos a entender qué es el mundo, cómo lo enfrentamos y, sobre todo, cómo vamos cambiándolo y nos va cambiando.
            Y en todo esto, Lorz tiene mucho qué decir...

Ya he hablado de ella en múltiples ocasiones, incluso no es la primer vez que de su mano caminamos por las calles empedradas de Villamatojo en un Verano caliente y seco.
            Tiene experiencia en eso de retratar el mundo, ya sea a través de la autobiografía en tono satírico que ensaya en las entradas de su blog (ya recopiladas en una edición corregida, aumenta y comentada) o en sus relatos de ficción (disponibles todos en Amazon).
            En sus letras nos presenta sí, por supuesto, una visión deformada del mundo. Una en la que podemos reconocernos a nosotros mismos, a nuestros cercanos, a la gente que nos encontramos y aquellos con quienes nos desencontramos... En resumen, el reflejo del mundo y sus monstruos.
            Porque de monstruos se trata también la ficción, no de decir que éstos existen, porque es claro que los monstruos existen; nos los topamos día a día en el metro, en la entrada del colegio, en la sala de urgencias, en la fila de las cajas del supermercado y hasta en el consultorio del pediatra de turno.
            No, no se trata de decir que los monstruos existen, sino, en paráfrasis de Terry Pratchett, de mostrar que estos pueden ser enfrentados.

Mario Stalin Rodríguez


Villamatojo,segunda historia (breve) de zombis se encuentra disponible para lector digital en Amazon, por menos de un euro, que es una oferta que nadie debería dejar pasar.

Ahora sí, las explicaciones pertinentes... La verdad, quería celebrar este 12° aniversario del blog con el último capítulo de La Otra Versión - Calabozos y Dragones, pero, me temo, mis ocupaciones no necesariamente interneteras me han impedido no digamos acabarlo, sino ni siquiera avanzar en éste lo suficiente como para tener algo que mostrar... Así que, me temo, sólo puedo poner lo de
PRÓXIMAMENTE

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