miércoles, junio 29, 2022

Cactus Cómics Presenta

 Tal vez lo sepan o tal vez no (aunque supongo que lo saben, porque llevo un rato anunciándolo por aquí), pero estoy publicando un nuevo título en Faneo...


Y es un buen momento para empezar a leer, porque justo en este momento un muy capacitado detective con una muy considerable cantidad de recursos a su disposición está por explicar qué está pasando ahora...


Hay una nueva página cada día múltiplo de cinco en Faneo, las que se recopilarán por aquí conforme se vayan acumulando (en mejor definición que en la comunidad de webcómics y con algunos extras, obvio).

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jueves, junio 16, 2022

Los Falsificadores de la Democracia 24

 REPETICIONES

Si ya la insistencia de las figuras y partidos de oposición en repetir las mismas tácticas con las que han fracasado sistemáticamente desde 2018 resultaba ridícula, el papel de ciertos medios de comunicación ha resultado todavía más patético.

            No se trata solo de los ejemplos más obvios como el Universal, el Reforma o el paradigma de la predictibilidad, Latinus, sino de medios que en antaño se considerarían “serios” como Proceso o Aristegui, los cuales reproducen el mismo esquema que la oposición; repetir hasta el cansancio las mismas tácticas con las que han fracasado sistemáticamente.

            Si bien el camino de ambos medios difiere, su estadio actual resulta ser el mismo; dar foro a lo peor que puede ofrecer la derecha y prestarse a reproducir sus más absurdos montajes.

            Así, mientras Proceso muestra “adelantos” del más reciente libro carroñero de Laurie Ann Ximénez-Fvie, doctora por la Escuela DENTAL de Harvard y devenida en “experta epidemióloga” por obra y gracia de que su apellido suena exótico, Aristegui se presta a entrevistar a quienes sólo puede clasificarse como cadáveres políticos ambulantes (Labastida, Madrazo o Muñoz Ledo), dando por “verdad” cualquier alucinación que suelten; ya sea un “pacto” entre Obrador y Adolfo López Mateos (“el que ambos se apelliden López es prueba irrefutable de ello”, según el incuestionable análisis de Gabriel Reyes Orona) o una innegable “intervención” de Al Capone en las elecciones locales del pasado 5 de Junio (“el que PRI, PAN y PRD hayan perdido hasta la camiseta en estos, es prueba irrefutable de ello”, según el incuestionable análisis de Anabel Hernández).

            Al mismo tiempo ambos medios (pero principalmente Aristegui) pretenden revivir el frustrado montaje de Raúl Olmos y los bienes raíces texanos, ya sea entrevistando al periodista (olvidado convenientemente preguntarle sobre la vez que reconoció que todo aquello era un montaje frente a los estudiantes de periodismo del CIDE) o reproduciendo fragmentos de su más reciente libro sobre exactamente el mismo tema y partiendo de la misma frágil premisa (“la casa de Texas tiene ventanas, por las ventanas entra el aire, en el aire hay oxígeno, los hijos de Obrador necesitan oxígeno para vivir; ahí claramente hay un conflicto de intereses”).

            También, mientras expulsan de sus espacios a voces críticas hacia la oposición (como Álvaro Delgado en el caso de Proceso o cualquiera a quien Dresser señale con su dedo flamígero en caso de Aristegui), prestan el altavoz a presuntas “nuevas voces” que sólo repiten las mismas viejas cosas.

            Proceso insiste en abrir sus páginas a Javier Sicilia, el “poeta” que lucra con la muerte de su hijo, mientras abraza y besa a quien propició las circunstancias en que éste fue muerto (Calderón y su fallida “guerra contra el narco”). Y Aristegui pretende presentar como “analista independiente” a Ernesto Nuñez Albarrán, que cobra como asesor del INE, mientras ha dedicado ríos de tinta a atacar a un único actor político (y no, no es ni el PRI, ni el PAN, ni el PRD, ni Movimiento Ciudadano, ni ningún membrete que se le haya ocurrido a Claudio X. González).

            Y no, al igual que sucede con las figuras y partidos de oposición; la muy evidente derrota del pasado 5 de Junio no parece haberles enseñado un carajo a Proceso, Aristegui y medios similares, ya que si algo ha brillado por su ausencia en sus espacios, ha sido el mínimo asomo de autocrítica.

 

Mario Stalin Rodríguez

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miércoles, junio 08, 2022

Las Falsificadores de la Democracia 23

 REACOMODO

(LosContrapeso y su laberinto Bis)

 Cualquiera diría que, tras la humillante derrota de 2018 y los magros resultados obtenidos en 2021, los poderes detrás del PRI, PAN, PRD y Movimiento Ciudadano se habrían dado cuenta de que erigir su posición electoral sólo en torno al antiobradorismo, sin presentar una alternativa real al proyecto encabezado por el tabasqueño, es una estrategia destina al fracaso.

            Sin embargo, si algo privó en las campañas de estos partidos, ya fuera por separado o agrupados en la espuria alianza de “Va Por México”, en los procesos de 2021 y 2022, fueron justamente las mismas tácticas que fallaron en 2018.

            Así, confiados en que el árbitro electoral jugó y jugaría descaradamente a su favor, no contaban con que la participación social obstaculizara las muy obvias artimañas del INE para inclinar la balanza hacia su lado (incluso ahora, en 2022, cuando la abstención rosó por lo alto el 50% del padrón electoral en las entidades en disputa, la diferencia a favor del obradorismo fue casi de 3 votos por cada uno recibido por los cuatro partidos de oposición).

            Tanto en las elecciones federales de 2021, como en todas las locales de 2022, su planteamiento político siguió siendo únicamente la descalificación de la figura de López Obrador, ya fuera a través de señalamientos tan difusos como acusarle de “populista” (siendo el “populismo” una categoría vacía, cuyo uso habla mucho más de la pobreza intelectual de quien la emplea, que describir alguna característica real de a quien así se pretende calificar) o tan delirantes como señalarle de “comunista”, o por medio de montajes periodísticos cada vez peor sustentados y más contraproducentes.

            Pero lejos de replantearse seriamente la utilidad de mantener el costosísimo gasto que implica la perpetración de montajes que, de 2021 a 2022, han ido desde el ridículo “Sembrando vidas siembra cacao y Obrador bebe chocolate, ahí claramente hay corrupción”, pasando por el insostenible “los hijos de AMLO rentaron una casa a precio de mercado, a través de un contrato legal y pagando la renta mensual completa, eso es un conflicto de intereses”, hasta el francamente alucinante “Obrador tiene pacto con Al Capone, porque lo dijo un señor que no ha figurado en el tablero político en 20 años”, han insistido en esto, con la consiguiente pérdida de credibilidad no hablemos ya de figuras tan desprestigiadas como Loret de Mola o Azucena Uresti, sino para periodista antaño considerados serios, como Aristegui o Anabel Hernández, sin que nada de ellos parezca haber repercutido en lo más mínimo en la aceptación del tabasqueño y las posibilidades electorales del partido al que pertenece.

            Lo mismo aplica para la enorme red de cuentas falsas (operadas desde granjas de “bots”) en redes sociales, que van desde supuestos “usuarios comunes”, pasando por “especialistas” en diversos temas (como el “arquitecto” que “demostró” la “inviabilidad” del aeropuerto en Santa Lucia) y hasta “rebeldes contrasistema” que “no son ni de izquierda ni de derecha” (como los distintos membretes de Anonymous en México), cuya finalidad es inflar artificialmente la “repercusión” de los montajes periodísticos y generar un falso ambiente de “crispación social”. Teniendo un costo calculado de siete millones de pesos diarios, el eco que alcanzan en redes nunca se ha reflejado realmente en la aceptación popular y electoral del obradorismo.

            Pero lejos de hacer una reflexión mínimamente autocrítica sobre estas y otras tácticas igual de fallidas, los partidos de oposición y su líder visible, Claudio X. González, han preferido esconderse detrás de un falso triunfalismo que ya era ridículo en 2021 y que en este 2022 resulta por completo fuera de la realidad, la división interna (“Oaxaca e Hidalgo se perdieron, no por la nula capacidad y falta de propuestas de la alianza, sino por la traición de los gobernadores salientes”) y hasta la descarada traición entre sus dirigentes (de pronto y para sorpresa de nadie, dos días después de la elección, el grupo de Claudio X. y ciertos medios se dieron cuenta de que el líder del PRI es un tipo corruptísimo, cosa sabida a voces desde siempre e intencionalmente omitida, hasta ahora, por el grupo de Claudio X. y ciertos medios).

            En este escenario, sería de esperarse que la figura del PRI sea sustituida por la de Movimiento Ciudadano dentro de una cada vez más tambaleante alianza “Va por México”, que se encamina a la elección presidencial de 2024 con exactamente la misma estrategia que ya le llevó a perder más de dos terceras partes de su capital político desde 2018 a la fecha (pasando de controlar prácticamente todo el territorio nacional, a sólo 10 gubernaturas locales entre los cuatro partidos de oposición).

 Mario Stalin Rodríguez

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jueves, junio 02, 2022

Los falsificadores de la democracia 22

 LOSCONTRAPESO Y SU LABERINTO

 Desde las campañas de 2018 y, muy particularmente, desde su derrota en las elecciones de aquel año, las estrategias del PRI, PAN, PRD y Movimiento Ciudadano, ya sea por separado o en la cada vez más tambaleante alianza de “Va Por México”, recuerdan a un grupo de actores que olvidaron el nombre de la obra que están representando y perdieron el guion, pero con todo y eso se niegan a bajar del escenario, en el que siguen interpretando papeles que conocen y en los que se sienten “cómodos”, pero que hace mucho tiempo que perdieron todo sentido.

            Así, atrapada en un laberinto que no ha logrado descifrar (en parte porque se niega a entender que su complejidad es, en buena medida, por sus acciones), la oposición en México insiste en estrategias que han fracasado una y otra vez y que le mantienen dándose topes contra las paredes de callejones sin salida.

            De ahí que insistan en montajes periodísticos cuya credibilidad se perdió desde los primeros momentos en que fueron lanzados (v.b. el asunto de los bienes raíces texanos), inflar repetidamente a figuras cuyo prestigio se mide en negativo (como la odontóloga especialista en todo, sobre todo en escribir libros carroñeros para lucrar con tragedias ajenas) o mantener granjas de bots en redes sociales, que logran posicionar HTs cotidianamente, pero cuyo impacto real siempre ha sido contraproducente (mientras más publicaban sobre el asunto de la casa rentada, la aprobación del obradorismo pasó de poco más de 60% a rayar el 70%).

            Sus resultados han sido tan pocos y tan pobres, que incluso que han debido abandonar el falso discurso triunfalista por los resultados de las elecciones intermedias en la CDMX, ya que sus números han demostrado no ser suficientes para impulsar o bloquear nada en el congreso local y sus alcaldes y alcaldesas no han parado de meter la pata sistemáticamente.

            Así como han tenido que abandonar el también muy falso triunfalismo tras la no aprobación legislativa de la reforma energética obradorista, ante las cada vez más evidentes prácticas depredadoras de las energéticas privadas a las que tanto defendieron, el aval constitucional que la SCJN dio a la Ley de la Industria Eléctrica y la aprobación mayoritaria de la Ley Minera, que se dio cuando el bloque opositor aún estaba “celebrando” su “victoria”, garantizando las dos últimas leyes buena parte de los puntos centrales de la reforma que dijeron “derrotar”.

            (Y así con cada una de sus “victorias”, incluidos los “amparos” en contra de los proyectos insignia del gobierno federal, que han demostrado ser más falsas que la “conciencia ambiental” de “Selvame del Tren” o que el “Oscar” que su vocero más visible, Eugenio Derbez, dice haber “ganado”).

            Es con estas estrategias que enfrentan las elecciones del Domingo 5 de Junio, en las que a pesar de la complicidad manifiesta del árbitro electoral, se enfrentan a un panorama en el que, de la mano de los escándalos protagonizados por sus alcaldes y alcaldesas en la CDMX y, sobre todo, de los audios en los que el líder del PRI confiesa abiertamente un montón de crímenes electorales y hasta fiscales, podrían perder incluso aquellas gubernaturas que daban por seguras.

            Y del tamaño del descalabro electoral (si 4, 5 o 6 de 6) depende el futuro de la cada vez más endeble alianza “Va Por México”, de la que (con todo y sus hipócritas coqueteos) se desmarcó abiertamente Movimiento Ciudadano, como posiblemente lo hará el PRI antes de 2024. Aunque seguirán mostrándose como “bloque” a los ojos de una opinión pública a la que hace tiempo dejaron de importarle y, sobre todo, ante los de Claudio X., artífice de la alianza y representante de los verdaderos intereses opositores a la administración obradorista; el empresariado demasiado acostumbrado a comprar voluntades y políticas que, de pronto, ha visto mermada su influencia en los salones del poder.

 

Mario Stalin Rodríguez

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