miércoles, junio 28, 2017

MUSEO NACIONAL DE ANTROPOLOGÍA 04

Últimas reflexiones museográficas

Estoy y estuve en muchos ojos, yo sólo soy memoria y la memoria que de mi se tenga."
Elena Garro
Los Recuerdos del Porvenir

La memoria fue destruida; ocultada bajo piedra y altares, arrasada por las llamas, transformada en práctica vergonzante. Los tiempos que fueron desaparecieron sin dejar apenas rastro, las sociedades que en estas tierras se fundaron, desaparecieron y fueron ocultas bajo el velo del conquistador. La memoria fue prohibida y perseguida.
            Pero, aún así, la memoria es necesaria y por ello persiste; fragmentada, incompleta, pero persiste. Hemos tenido que recuperarla, exprimirla de piedras enterradas, de vasijas rotas, de pergaminos cifrados y de relatos que, al pasar de los años y de boca en boca, se han tergiversado a tal grado que es indispensable separar lo cierto de lo agregado.

Aún así la memoria persiste y son los museos un ejercicio de ella. No pretenden, como podría pensarse, presentar al pasado como idealización utópica perdida ni resaltar como única una de las muchas fuentes que nos dan origen.
            Pretenden sí, como se ha dicho ya, rescatar la memoria a fin de entender uno de los muchos aspectos que nos definen, para poder entendernos en el presente y explicarnos el futuro (que no es otra cosa que la necesidad de construirlos distintos a los que nos han impuesto). Rescatando nuestro pasado seremos capaces de replantear nuestros mañanas.

El museo es, pues, un ejercicio limitado de memoria y, como tal, su único objetivo es alejar ésta del mito. No podemos, ni debemos, idealizar los tiempos pasados; asumiendo así que los mañanas por venir sólo pueden ir en decremento, a menos que retornemos a lo que fuimos ("Entonces ¿el futuro queda para atrás?" -Quino-).
            Tampoco podemos negar lo que nos conforma y en nuestros orígenes está; asumiendo así que sólo negándonos lograremos disipar las grises nubes. Es inútil también asumir que los que somos es lo que fuimos y siempre seremos; asumiendo así que el mejor amanecer nos es ajeno.
            La historia, su estudio y su entendimiento no se tratan de eso, sino de reconocernos por lo que fuimos, para entender lo que somos y construir el mañana en función de estos dos elementos, para que no podamos ni puedan, nunca más, negarnos.

Mario Stalin Rodríguez
Asesor Educativo
Comunicación Educativa
Museo Nacional de Antropología.

Texto de 2009, revisado, corregido y aprobado por el Arqueólogo Felipe Solís, en aquel entonces, Director del Museo Nacional de Antropología.

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