DÍA NUBLADO
A veces sólo es cosa de despertar.
Algunos
días amanece así, con el cielo encapotado y el clima fresco; la humedad se
respira en el aire... Y amaneces, entonces, con el aroma de calles de mojadas y
de una llovizna pertinaz... Y sonríes.
Y
será que el día avanza y a ratos sale el sol. Será que el calor aumenta o a
ratos llueve y el clima refresca... Será que el día avanza y vas sonriendo,
contra todo, a pesar de todo; vas sonriendo.
Y
encuentras personas y sigues con el trabajo... Y las personas te enervan,
porque las personas siempre acaban por enervarte y el trabajo no avanza como
debería o no acaba de salir como quisieras, en parte porque las personas siguen
por ahí y siguen enervándote... Y será que a pesar de todo, vas sonriendo.
Y
es que, a veces, sólo es cosa de despertar una mañana nublada...
Y es que su sonrisa sabe al aroma de calles
húmedas, bajo una llovizna pertinaz.
Y
el cielo nublado huele como caminar con ella, lado a lado, platicando y
tomándola de la mano... Será que amanecer en un día nublado es un poco como
despertar con el sabor de su piel fresca a tu lado.
Mario
Stalin Rodríguez
Para Jessica.
Así; en un día
cualquiera y sin motivo aparente, sólo porque estás en mi y yo a tu lado,
caminando juntos.
Etiquetas: tratado sobre la necedad
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