PRINCIPIO DE ENCUENTRO
“Que bello cuando me haces así
y besas
cada parte de mi.
Que
bellos son”...
Sonora Margarita
Que
Bello
Va bajando lentamente, besando el pecho, el
abdomen, el nacimiento del miembro... Y será que aún hay algo que no acaba de
cambiar, pero se detiene.
Mira
el miembro erecto y sonríe... Vuelve a besar el abdomen y el pecho... Será que
lo vio en alguna película o será que suena una canción en su mente. Utiliza sus
manos para presionar el miembro entre sus senos y empieza a jugar con él.
Siente
las manos, primero renuentes y cada vez más seguras, jugar entre su cabello y,
con más sugerencia que fuerza, levantarle hasta que sus labios se encuentran...
Sobra decir que ambos se encuentran
sorprendidos por la situación.
Son
jóvenes, bastante jóvenes, por cuestiones legales; digamos que recién por
arriba de los 18... Nunca fueron de los más populares, ni en la escuela ni en ningún
otro ambiente; no destacaban en los deportes, en lo académico, ni en las
cuestiones sociales.
Tampoco
eran de los rechazados; no se sentían desplazados ni discriminados... Eran,
simplemente, dos jóvenes ubicados en la cómoda medianía social...
Toma el miembro entre sus manos.
Se
siente cálido y palpitante... Se miran y se incorpora.
Mientras
se besan, las manos van bajando por su espalda y hasta sus glúteos. Los presionan
y juegan con ellos... De pronto siente como un dedo húmedo entra… Frunce el
seño por la sorpresa y, entre besos, sonríe.
Será tal vez que ninguno de los dos se
sentía cómodo en aquella reunión.
Era,
digamos, el fin de curso o algo similar. El resto de los asistentes se
encontraban o bien demasiado alcoholizados o bien demasiado drogados para
prestarles atención. Algunas parejas de todo tipo habían tomado por asalto la mayoría
de los cuartos de la casa de padres ausentes.
Ellos
habían estado platicando y compartiendo tragos, no demasiados; ni siquiera se
sentían mareados aún... Para seguir platicando, terminaron sentados en, probablemente,
el cuarto paterno; detrás de aquella puerta que el anfitrión había pedido,
enfáticamente, que ninguno de los asistentes cruzara.
Platicaban
de sus cosas, de sus parejas, de mujeres que consideraban guapas, de hombres
que destacaban en el grupo y etcétera...
No
sabría decir quién tomó la iniciativa, de pronto sus labios se encontraron
sobre los labios masculinos y empezaron a despojarse de la ropa... Y las manos
de él empezaron a jugar bajo su pantalón, sacando su miembro y llevándolo, él
sí, a su boca.
Se incorpora, le da la espalda y empieza,
lentamente a sentarse sobre el miembro erecto... El dolor se mezcla con el
placer... Entre destellos, mira para abajo y mientras ve su propio miembro
erecto y una mano ajena sujetándolo; sonríe.
(Sí, bueno, normalmente la imagen encabeza le texto, pero por cuestiones obvias, me parecía que colocarla ahí arruinaría un poco la idea del propio texto)
Mario Stalin Rodríguez
Etiquetas: Cosas que suceden, Entrada programada, off topic
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