miércoles, abril 15, 2020

Siempre Mujeres 06


GRANDES CIVILIZACIONES (02)


(Mujer guerrera del altiplano central, de acuerdo a las representaciones de las llamadas Piedras de Tizoc y del Ex-Arzobispado)

Si hasta ahora hemos abordado culturas de las que conocemos, principalmente, sus vestigios arqueológicos y, a partir de estos, interpretar el papel que las mujeres desempeñaban en cada una, no sucede así con el último de los grandes imperios precolombinos en el territorio de lo que hoy es México y los pueblos contemporáneos a éste.
            Esto obedece al contacto directo que estas civilizaciones tuvieron con los conquistadores europeos y los registros que estos últimos dejaron sobre los habitantes de estas tierras.
            Sin embargo, es justamente por los testimonios de los conquistadores europeos que durante muchísimo tiempo el conocimiento sobre estos pueblos se vio tergiversado, pues las observaciones y registros europeos estaban profundamente contaminados por la ideología y religión imperante en aquel entonces en la península ibérica.
            Es hasta tiempos relativamente recientes que se ha podido ir dejando atrás estas interpretaciones para acercarnos a lo que realmente era estas sociedades.

Para entender el panorama en el actual territorio mexicano a la llegada de los ibéricos, es necesario remontarnos hasta el 511 d.C. con la primera gran migración desde la Gran Chichimeca hacia el altiplano central.
            Migración que, después de poco más de 100 años y por contacto con pueblos de influencia teotihuacanizante, dio origen a la cultura conocida como Tolteca, quienes ocuparon durante relativamente poco tiempo el papel como civilización hegemónica en este territorio, recuperando incluso el contacto comercial con pueblos de la zona maya.
            Fueron sus contradicciones internas y el enfrentamiento constante con otros pueblos, lo que finalmente dio píe a su división en ciudades estado, contactos y enfrentamientos entre ellas y con otros pueblos como los totonacos, los huastecos, los mayas, los zapotecas y un larguísimo etcétera.
            Es a este escenario al que llega la última gran migración Chichimeca hacia el año 1325 d.C., misma que devendrá en el pueblo Mexica y en el imperio que éste encabezaría.

Si bien se conoce a ciencia cierta la cronología de los gobernantes toltecas y mexicas y es cierto que todos fueron varones, ello no presupone, como se consideró durante muchísimo tiempo, que las mujeres hayan tenido un papel meramente doméstico en estas culturas.
            Como queda escrito, esta interpretación se debe no a los vestigios arqueológicos dejados por estas culturas o los documentos precolombinos que de ellas se conservan, sino a la visión ideológica y religiosamente contaminada de los conquistadores europeos.
            Esto se hace evidente al considerar que en múltiples pueblos contemporáneos, como los huastecos, los zapotecos, los mayas y etcétera, las mujeres se desempeñaban como gobernantes y guerreras, ¿por qué entonces suponer que en las culturas hegemónicas no tenían roles relevantes?

Un buen ejemplo de ello son las figuras conocidas como cihuateteos, asociadas hasta hace poco a mujeres muertas en parto y quienes serían las guardianas míticas del sol durante su recorrido por la bóveda celeste.
            Sin embargo, esta versión no proviene de ningún documento precolombino, sino de interpretaciones registradas por Sahagún y otros cronistas castellanos, quienes ni siquiera tomaron contacto con estas culturas directamente, sino que llegaron a los territorios americanos hasta tiempo después de concretada la conquista y trataron casi exclusivamente con indígenas evangelizados o en proceso de evangelización.
            Pero la iconografía de las figuras habla de otra cosa, ya que sus tocados y la presencia de otros elementos, hablan no de figuras asociadas al parto, sino de guerreras.
            Y hay muchas otras evidencias que hablan de la existencia de mujeres guerreras entre los pueblos nahuas del centro de lo que hoy es México, tales como varias de las figuras de gobernantes y guerreras que pueden verse en las llamadas piedras de Tizoc (entre 1481 y 1486) y del Ex-Arzobispado o de Moctezuma (entre 1440 y 1469).
            Además de la presencia de figuras de probables mujeres guerreras en múltiples códices precolombinos y de tiempos de la conquista y coloniales.
            Incluso en testimonios de europeos que sí estuvieron durante la conquista hablan de que la última defensa de Tenochtitlan fue realizada por mujeres ataviadas con ropajes de guerra.

El cúmulo de evidencias que hablan sobre mujeres que desempeñaban funciones guerreras y hasta de gobernanza en la cultura mexica y otros pueblos contemporáneos, es tan grande, que el que se negara su existencia hasta hace poco no puede explicarse sino por la tergiversación ideológica de los conquistadores europeos.
            Tergiversación que se explica no sólo por la contaminación religiosa que su visión podría haber tenido, sino por marcados intereses políticos de la corona de Castilla y Aragón, que serán abordados en la próxima entrega de esta serie.

Mario Stalin Rodríguez
Asesor Educativo
Museo Nacional de Antropología

Siempre Mujeres. Mujeres y migración” es un ciclo de charlas que se impartirán a lo largo del año en el Museo Nacional de Antropología, como parte del programa Noches de Museo del Departamento de Comunicación Educativa, de acuerdo a un calendario que será reprogramado una vez superada la actual emergencia sanitaria.

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