jueves, marzo 19, 2020

Siempre Mujeres 02


LA APROPIACIÓN ORIGINAL

(peinado y pintura corporal representados en las figurillas de las "Mujeres Bonitas" de Tlatilco)

Conforme la humanidad (y el inclusivo en femeninos es importante) fue aprendiendo más sobre la realidad y los ciclos que seguía el mundo que le rodeaba, fue siendo más exitosa en conseguir alimento por medio de la caza y la recolección y fue, por tanto, también más efectiva en agotar éste.
            A ello deben sumarse los efectos de la glaciación para entender el cómo los grupos humanos se vieron orillados a migrar a través de Asia y el territorio congelado de Berigia, hasta que finalmente llegaron y empezaron a poblar el territorio americano.
            Como es de suponerse, la llegada de la humanidad a este continente, como suele ocurrir con la introducción de cualquier especie invasora a cualquier medio ambiente, provocó un desequilibrio ecológico que, finalmente, derivó en la extinción de la mayoría de la megafauna de estas tierras.
            Desequilibrio que se tradujo, a su vez, en una nueva escases de recursos derivados de la recolección y la caza... Obligando a los grupos humanos a implementar nuevas estrategias de sobrevivencia.

Como quedó establecido, la observación y comprensión de los ciclos naturales, muy probablemente fruto de manos femeninas, permitió a la humanidad intervenir exitosamente en el mundo que le rodeaba, no sólo en cuestiones de caza al comprender la migración de ciertos grupos animales, sino y sobre todo, en el aprovechamiento de estos ciclos para asegurar el alimento, a través de la agricultura.
            En América la domesticación de las plantas y, por ende, la sedentarización de los grupos humanos, inicia hacia el año 5,000 antes de nuestra era y en ella las mujeres jugaron un papel muy relevante, como puede interpretarse a través de la presencia de figuras femeninas (probablemente representaciones de chamanezas) en diversas pinturas rupestres del Norte y Occidente del territorio actual de México y cerámicas antropomorfas de las tumbas de tiro en estas regiones.
            En el altiplano central, las primeras macroaldeas se caracterizan por la producción de figurillas de cerámica antropomorfa, entre las cuales, las llamadas “Mujeres Bonitas” ocupan un lugar preponderante.

La agricultura trajo consigo cambios sociales importantes, no sólo por la sendentarización de las comunidades humanas, sino por la ampliación de éstas y la diversificación y estratificación de los roles sociales.
            Anteriormente y de acuerdo a la evidencia física conocida, es posible que los grupos nómadas fueran esencialmente monofamiliares, es decir; que todos sus integrantes estuvieran relacionados sanguíneamente.
            El asentamiento de distintos grupos en un mismo territorio que reuniera las condiciones materiales necesarias para la agricultura, creo comunidades amplias y multifamiliares (con más de una línea genética)... Proceso que, lejos de la visión romántica de un contrato social que surge espontáneamente, no estuvo libre de conflictos.
            Conflictos que explican en parte el surgimiento de una estratificación social basada ya no sólo en el conocimiento de los ciclos naturales, sino en la posibilidad de enfrentar y defenderse de otros grupos humanos en pugna por el mismo territorio y/o recursos.
            Es posible que sea en este proceso en el que inicia a ser más notoria la división de roles de género en estas primeras sociedades ampliadas... Aunque no precisamente en el sentido que hasta hace relativamente poco tiempo se creía.

Tradicionalmente se entendía que el surgimiento de las sociedades agrícolas había permitido que la mujer fuera asociada al espacio privado, pues el embarazo y cuidado la remitía a labores domésticas, mientras los varones ejercían labores de caza y relacionadas a la defensa y/o ampliación de sus territorios de dominio.
            Aunque no es descabellado suponer que esto sucediera, el proceso podría haber sido mucho más complejo que esta mera simplificación.
            Las cerámicas antropomorfas del Norte y Occidente de lo que hoy es México, creadas por estos primeros grupos sedentarios, si bien muestran a las mujeres asociadas a la maternidad y, por ende, a la fertilidad; también las muestran en actitudes y contextos de gobernanza y sacerdocio.
            A lo que debe sumarse que, en la misma región, la mayoría de las figurillas que muestran actividades cotidianas o domésticas (como el molido de simillas en molcajetes o el preparado de alimentos), de hecho, las presentan realizadas por personajes masculinos.
            En las primeras comunidades del altiplano central, como Tlatilco, la presencia de las figurillas de “Mujeres Bonitas” muestra la importancia que las mujeres tenían en estas sociedades, ya que la pintura corporal que muchas de ellas presentan, podría asociarse, además de a un culto a la fertilidad-maternidad, a labores chamánicas y hasta roles guerreros.

Estas primeras sociedades agrícolas, son el germen del que surgirían las grandes civilizaciones del continente americano, de las que se hablará en las próximas entregas de esta serie.

Mario Stalin Rodríguez
Asesor Educativo
Museo nacional de Antropología

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