Siempre Mujeres 02
LA APROPIACIÓN ORIGINAL
(peinado y pintura corporal representados en las figurillas de las "Mujeres Bonitas" de Tlatilco)
Conforme la humanidad (y el inclusivo en
femeninos es importante) fue aprendiendo más sobre la realidad y los ciclos que
seguía el mundo que le rodeaba, fue siendo más exitosa en conseguir alimento
por medio de la caza y la recolección y fue, por tanto, también más efectiva en
agotar éste.
A
ello deben sumarse los efectos de la glaciación para entender el cómo los
grupos humanos se vieron orillados a migrar a través de Asia y el territorio
congelado de Berigia, hasta que finalmente llegaron y empezaron a poblar el
territorio americano.
Como
es de suponerse, la llegada de la humanidad a este continente, como suele
ocurrir con la introducción de cualquier especie invasora a cualquier medio
ambiente, provocó un desequilibrio ecológico que, finalmente, derivó en la
extinción de la mayoría de la megafauna de estas tierras.
Desequilibrio
que se tradujo, a su vez, en una nueva escases de recursos derivados de la
recolección y la caza... Obligando a los grupos humanos a implementar nuevas
estrategias de sobrevivencia.
Como quedó establecido, la observación y
comprensión de los ciclos naturales, muy probablemente fruto de manos
femeninas, permitió a la humanidad intervenir exitosamente en el mundo que le
rodeaba, no sólo en cuestiones de caza al comprender la migración de ciertos
grupos animales, sino y sobre todo, en el aprovechamiento de estos ciclos para
asegurar el alimento, a través de la agricultura.
En
América la domesticación de las plantas y, por ende, la sedentarización de los
grupos humanos, inicia hacia el año 5,000 antes de nuestra era y en ella las
mujeres jugaron un papel muy relevante, como puede interpretarse a través de la
presencia de figuras femeninas (probablemente representaciones de chamanezas)
en diversas pinturas rupestres del Norte y Occidente del territorio actual de
México y cerámicas antropomorfas de las tumbas de tiro en estas regiones.
En
el altiplano central, las primeras macroaldeas se caracterizan por la
producción de figurillas de cerámica antropomorfa, entre las cuales, las
llamadas “Mujeres Bonitas” ocupan un lugar preponderante.
La agricultura trajo consigo cambios
sociales importantes, no sólo por la sendentarización de las comunidades
humanas, sino por la ampliación de éstas y la diversificación y estratificación
de los roles sociales.
Anteriormente
y de acuerdo a la evidencia física conocida, es posible que los grupos nómadas fueran
esencialmente monofamiliares, es decir; que todos sus integrantes estuvieran relacionados
sanguíneamente.
El
asentamiento de distintos grupos en un mismo territorio que reuniera las
condiciones materiales necesarias para la agricultura, creo comunidades amplias
y multifamiliares (con más de una línea genética)... Proceso que, lejos de la
visión romántica de un contrato social que surge espontáneamente, no estuvo
libre de conflictos.
Conflictos
que explican en parte el surgimiento de una estratificación social basada ya no
sólo en el conocimiento de los ciclos naturales, sino en la posibilidad de
enfrentar y defenderse de otros grupos humanos en pugna por el mismo territorio
y/o recursos.
Es
posible que sea en este proceso en el que inicia a ser más notoria la división
de roles de género en estas primeras sociedades ampliadas... Aunque no
precisamente en el sentido que hasta hace relativamente poco tiempo se creía.
Tradicionalmente se entendía que el
surgimiento de las sociedades agrícolas había permitido que la mujer fuera
asociada al espacio privado, pues el embarazo y cuidado la remitía a labores
domésticas, mientras los varones ejercían labores de caza y relacionadas a la defensa
y/o ampliación de sus territorios de dominio.
Aunque
no es descabellado suponer que esto sucediera, el proceso podría haber sido
mucho más complejo que esta mera simplificación.
Las
cerámicas antropomorfas del Norte y Occidente de lo que hoy es México, creadas
por estos primeros grupos sedentarios, si bien muestran a las mujeres asociadas
a la maternidad y, por ende, a la fertilidad; también las muestran en actitudes
y contextos de gobernanza y sacerdocio.
A
lo que debe sumarse que, en la misma región, la mayoría de las figurillas que
muestran actividades cotidianas o domésticas (como el molido de simillas en
molcajetes o el preparado de alimentos), de hecho, las presentan realizadas por
personajes masculinos.
En
las primeras comunidades del altiplano central, como Tlatilco, la presencia de
las figurillas de “Mujeres Bonitas” muestra la importancia que las mujeres
tenían en estas sociedades, ya que la pintura corporal que muchas de ellas
presentan, podría asociarse, además de a un culto a la fertilidad-maternidad, a
labores chamánicas y hasta roles guerreros.
Estas primeras sociedades agrícolas, son el
germen del que surgirían las grandes civilizaciones del continente americano,
de las que se hablará en las próximas entregas de esta serie.
Mario
Stalin Rodríguez
Asesor Educativo
Museo nacional de
Antropología
Etiquetas: Académico, Entrada programada, tratado sobre la necedad
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