PIEDRA DEL SOL
Como la mayoría de los pueblos
prehispánicos de lo que actualmente es México, los mexicas utilizaban varios
calendarios, rituales, lunares, estacionales, agrícolas y solares. De hecho,
las formas y manifestaciones del sol son un componente central en la cosmogonía
de esta cultura. Sin embargo; la pieza popularmente conocida como “calendario
azteca” no es, en realidad, un calendario.
La
Piedra del Sol es un disco de basalto con inscripciones alusivas a la cosmovisión
mexica y a los cultos solares. Probablemente en su concepción original fuera
una piedra destinada al sacrificio gladiatorio. Mide 3.60m de diámetro y 1.22m
de grosor, pesa 24 toneladas. La pieza no fue concluida debido a una profunda
rotura en uno de sus lados (posiblemente ocasionada durante el trabajo de
tallado). A pesar de esta fractura, se sabe que fue utilizada con el propósito
de sustentar la lucha de guerreros durante la ceremonia del Tlacaipehualiztli.
En
náhuatl era llamada Ollin Tonatiuh
(Sol del Movimiento), evidenciando con ello una visión geocéntrica del cosmos. La
pieza contiene pictografías que representan el cómo sus creadores veían el
movimiento de este astro en el cielo.
Es
uno de los monolitos más antiguos que se conservan de la cultura mexica, pues
su fecha de elaboración fue datada alrededor del año 1479 d.C. Hasta el
descubrimiento del monolito de Tlaltecuhtli
(dios-diosa de la tierra), con sus 4 por 3.57 metros, se pensaba que la Piedra
del Sol era el de más grandes dimensiones.
Fue
derriba y enterrada al consumarse la conquista española y permaneció así hasta
su hallazgo, el 17 de Septiembre de 1790, durante los trabajos de remodelación
de la plaza central de la ciudad de México.
Los motivos que cubren su superficie
resumen el mito de los cinco Soles, parte de la complejísima cosmovisión
mexica:
Disco
central. En
el centro del monolito se encuentra el rostro del dios solar Tonatiuh Xiutecohtli, dentro del signo
de movimiento (Ollin), con sus dos
manos, cada una con brazaletes, con cuyas garras apresa corazones humanos. Su
lengua está representada como un cuchillo de pedernal, expresando la “necesidad”
de sacrificios humanos para la supervivencia del astro.
Las
cuatro eras.
Los cuatro cuadros que rodean a la deidad central representan los cuatro soles
anteriores a la era actual.
El cuadrado
superior derecho, representa el 4 Jaguar, día en que la primer era acabó, tras
676 años, al surgir de las entrañas de la tierra monstruos que devoraron a la
gente.Esta era representaba al elemento tierra.
Arriba a la izquierda
está 4 Viento, que marca el final de la segunda era, cuando después de 264
años, vientos huracanados sacudieron la tierra, matando a la mayoría de las
personas de aquel entonces y transformando a los sobrevivientes en monos.
Abajo a la
izquierda, 4 Lluvia. Este mundo duró 312 años y sus habitantes perecieron o se
volvieron aves de corral (guajolotes) tras una lluvia de fuego, mismo elemento
que representa a esta era.
El último cuadro,
abajo a la derecha, es el 4 Agua, el sol inmediato anterior al actual, que duró
676 años y acabó cuando sus habitantes murieron ahogado en una gran inundación.
Los sobrevivientes se transformaron en peces y anfibios.
Primer
anillo.
La siguiente corona está formada por pictogramas de veinte días del calendario solar
ritual (Tonalpohualli). Cabe añadir
que estos no son necesariamente una notación calendárica, pues se presentan
desordenados,más como referencia a ritos solares que como indicaciones del paso
del tiempo.
Segundo
anillo.
La segunda corona contiene múltiples secciones cuadrangulares, en cada una de
ellas hay cinco puntos (quincunce). Hay
también ocho ángulos que dividen la piedra en igual número de partes; se
considera que estos representaban los rayos solares y estaban colocados en
dirección a los puntos cardinales.
Tercer
anillo.
En el perímetro hay dos serpientes de fuego (xiuhcoatl), según el mito estas llevaban al dios sol a través del
firmamento. Sus cuerpos están divididos en secciones que podrían representar
ciclos de 52 elementos. Es necesario recordar que estos ciclos no eran
exclusivos de los cálculos calendáricos, sino que representaban buena parte de
la base matemática mexica.
En
la parte superior del monolito se encuentra un cuadrángulo tallado entre las
colas de las serpientes, en el se presenta la fecha 13 Ácatl, que correspondería al 1479 de nuestro calendario,
presuntamente el año en el que el monolito fue “dedicado” y colocado en su
emplazamiento original.
Mario
Stalin Rodríguez
Fragmento del
Cuadernillo “Mexicas”, de mi autoría. Editado por el Museo Nacional de
Antropología (México) en 2007, actualmente ya en su 7a reimpresión.
El texto fue revisado
y aprobado, en su momento, por el Arqlgo. Felipe Solis (RIP 1944-2009), en
aquel entonces Director del Museo y curador de la sala dedicada a esta
civilización.
Etiquetas: Académico
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