jueves, febrero 22, 2018

PIEDRA DEL SOL

Como la mayoría de los pueblos prehispánicos de lo que actualmente es México, los mexicas utilizaban varios calendarios, rituales, lunares, estacionales, agrícolas y solares. De hecho, las formas y manifestaciones del sol son un componente central en la cosmogonía de esta cultura. Sin embargo; la pieza popularmente conocida como “calendario azteca” no es, en realidad, un calendario.
            La Piedra del Sol es un disco de basalto con inscripciones alusivas a la cosmovisión mexica y a los cultos solares. Probablemente en su concepción original fuera una piedra destinada al sacrificio gladiatorio. Mide 3.60m de diámetro y 1.22m de grosor, pesa 24 toneladas. La pieza no fue concluida debido a una profunda rotura en uno de sus lados (posiblemente ocasionada durante el trabajo de tallado). A pesar de esta fractura, se sabe que fue utilizada con el propósito de sustentar la lucha de guerreros durante la ceremonia del Tlacaipehualiztli.
            En náhuatl era llamada Ollin Tonatiuh (Sol del Movimiento), evidenciando con ello una visión geocéntrica del cosmos. La pieza contiene pictografías que representan el cómo sus creadores veían el movimiento de este astro en el cielo.
            Es uno de los monolitos más antiguos que se conservan de la cultura mexica, pues su fecha de elaboración fue datada alrededor del año 1479 d.C. Hasta el descubrimiento del monolito de Tlaltecuhtli (dios-diosa de la tierra), con sus 4 por 3.57 metros, se pensaba que la Piedra del Sol era el de más grandes dimensiones.
            Fue derriba y enterrada al consumarse la conquista española y permaneció así hasta su hallazgo, el 17 de Septiembre de 1790, durante los trabajos de remodelación de la plaza central de la ciudad de México.

Los motivos que cubren su superficie resumen el mito de los cinco Soles, parte de la complejísima cosmovisión mexica:
Disco central. En el centro del monolito se encuentra el rostro del dios solar Tonatiuh Xiutecohtli, dentro del signo de movimiento (Ollin), con sus dos manos, cada una con brazaletes, con cuyas garras apresa corazones humanos. Su lengua está representada como un cuchillo de pedernal, expresando la “necesidad” de sacrificios humanos para la supervivencia del astro.
Las cuatro eras. Los cuatro cuadros que rodean a la deidad central representan los cuatro soles anteriores a la era actual.
El cuadrado superior derecho, representa el 4 Jaguar, día en que la primer era acabó, tras 676 años, al surgir de las entrañas de la tierra monstruos que devoraron a la gente.Esta era representaba al elemento tierra.
Arriba a la izquierda está 4 Viento, que marca el final de la segunda era, cuando después de 264 años, vientos huracanados sacudieron la tierra, matando a la mayoría de las personas de aquel entonces y transformando a los sobrevivientes en monos.
Abajo a la izquierda, 4 Lluvia. Este mundo duró 312 años y sus habitantes perecieron o se volvieron aves de corral (guajolotes) tras una lluvia de fuego, mismo elemento que representa a esta era.
El último cuadro, abajo a la derecha, es el 4 Agua, el sol inmediato anterior al actual, que duró 676 años y acabó cuando sus habitantes murieron ahogado en una gran inundación. Los sobrevivientes se transformaron en peces y anfibios.
Primer anillo. La siguiente corona está formada por pictogramas de veinte días del calendario solar ritual (Tonalpohualli). Cabe añadir que estos no son necesariamente una notación calendárica, pues se presentan desordenados,más como referencia a ritos solares que como indicaciones del paso del tiempo.
Segundo anillo. La segunda corona contiene múltiples secciones cuadrangulares, en cada una de ellas hay cinco puntos (quincunce). Hay también ocho ángulos que dividen la piedra en igual número de partes; se considera que estos representaban los rayos solares y estaban colocados en dirección a los puntos cardinales.
Tercer anillo. En el perímetro hay dos serpientes de fuego (xiuhcoatl), según el mito estas llevaban al dios sol a través del firmamento. Sus cuerpos están divididos en secciones que podrían representar ciclos de 52 elementos. Es necesario recordar que estos ciclos no eran exclusivos de los cálculos calendáricos, sino que representaban buena parte de la base matemática mexica.
            En la parte superior del monolito se encuentra un cuadrángulo tallado entre las colas de las serpientes, en el se presenta la fecha 13 Ácatl, que correspondería al 1479 de nuestro calendario, presuntamente el año en el que el monolito fue “dedicado” y colocado en su emplazamiento original.

Mario Stalin Rodríguez
Fragmento del Cuadernillo “Mexicas”, de mi autoría. Editado por el Museo Nacional de Antropología (México) en 2007, actualmente ya en su 7a reimpresión.

El texto fue revisado y aprobado, en su momento, por el Arqlgo. Felipe Solis (RIP 1944-2009), en aquel entonces Director del Museo y curador de la sala dedicada a esta civilización.

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