POR DELANTE
“Caminante, no hay camino;se hace camino al andar”Antonio Machado
A estas alturas del partido, queda claro que aún logrando
el recuento voto por voto en el 100% de las casillas, difícilmente se
revertiría la diferencia entre el candidato priista y el de las izquierdas, por
lo que, efectivamente, la cantidad de votos confirmaría el presunto triunfo de
Enrique Peña Nieto.
No,
el fraude, que lo hay, debe buscarse más allá de las papeletas depositadas en
las urnas el 1° de Julio. El fraude empezó en los contratos millonarios
celebrados entre el equipo del mexiquense y la principal televisora privada,
siguió a través de encuestas claramente falaces, diseñadas exclusivamente para
favorecer a la figura del exgobernador.
Continúa
con la descarada compra de votos y voluntades a través de pagos en efectivo o
tarjetas electrónicas de la tienda Soriana, cuando no directamente a través de
la intimidación y la amenaza.
Efectivamente,
extraídos de las urnas, es difícil saber qué voto es libre y cual coaccionado,
por lo que, de principio, la elección debería ser anulada y el proceso
repuesto, una vez sancionados los responsables de los delitos arriba
mencionados.
Ese
es el escenario deseable, que las autoridades electorales o, en su caso, de la
Suprema Corte de Justicia declararan nulo el proceso y se convocara a
elecciones extraordinarias, limitando la participación de los poderes
mediáticos en ellas.
Ese
es el escenario deseable, para llegara a él es que hay que trabajar en los
próximos días y debe ser el objetivo inmediato de todos los movimientos
progresistas, ya sean simpatizantes de López Obrador o apartidistas como el
#YoSoy132.
Sin
embargo...
La experiencia nos dice que es difícil que los perros
famélicos suelten un hueso una vez que han echado colmillos sobre él. La
actitud de las televisoras y sus medios afines, como Milenio, además del
autoproclamado vencedor de la contienda, nos dice es que muy probable que
intenten llevar la imposición hasta sus últimas consecuencias.
La
historia del propio Peña Nieto habla de que es mucho más probable que intente
imponerse en la presidencia mediante la fuerza y la represión, antes que
reconocer la ilegitimidad de su triunfo.
Este
es el peor de los escenarios posibles, una nueva presidencia marcada por la
ilegitimidad de origen, que, como la saliente, intente ganar mediante medidas
absurdas y mal planeadas, lo que no pudo ganar en las calles.
Este
es el peor de los escenarios y para él es que debemos prepararnos.
No
se trata de dejar atrás el proceso electoral que aún no termina, no se trata de
aceptar un triunfo a todas luces ilegítimo e ilegal… Tanto más, se trata de
trabajar con mayor ahínco para evitar la llegada de tan espeluznante figura a
la residencia de los Pinos.
Se
trata de evitar su llegada, sí… Pero también de prepararnos para que, si llega,
ejerza sólo un poder acotado, limitado por la vigilancia y la acción ciudadana.
Un mandato en el que se vea obligado a llevar a buen puerto, no su programa de
gobierno, sino las acciones que los ciudadanos organizados les impongamos.
Mario Stalin Rodríguez
Nota: Sé que llevo un tiempo más bien monotemático... Y que hay cuestiones de este blog que llevan más o menos el mismo tiempo en pausa... las circunstancias de mi país así lo exigen... pero soy consciente de ello, así que digamos que, próximamente...
(prometo que la imagen, un claro fanservice, aparece en la historia)
Etiquetas: Acciones, El patético usurpador, Opinión, tratado sobre la necedad
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