miércoles, enero 11, 2012

HIPOTECA


la educación como inversión

Ya en anteriores ocasiones, estos y otros párrafos han señalado la tendencia de la administración de Felipe Calderón de ir en sentido contrario a lo que las experiencias histórica e internacional marcan.
Se trate de la fallida estrategia de seguridad pública, cuyo éxito pareciera ser transformar a Joaquín El Chapo Guzmán en el narco más poderoso del planeta (la DEA dixi), o en la construcción de monumentos con un despilfarro cercano a los mil millones de pesos y un retraso de 15 meses en su inauguración (que, además, se realiza estando las obras aún por concluir), el ocupante de los Pinos sigue pareciéndose al borracho que insiste en manejar, pese a lo embotado de sus sentidos.
La política educativa, no se dude, sigue las mismas pautas.

El lucro en los créditos educativos fue el detonante de la crisis social chilena, la moratoria legal de los pagos en créditos educativos es parte fundamental de las demandas del movimiento de Ocupas en Estados Unidos. A lo largo del orbe, los distintos movimientos emergentes, principalmente en España y América Latina, empiezan a enarbolar la educación gratuita y de calidad como una de sus banderas.
En México, la administración saliente anuncia con bombo y platillo un nuevo programa, consistente becas-crédito para que los “beneficiarios” (y las comillas son pertinentes) paguen carreras universitarias en instituciones privadas.
Cabe anotar que, de las distintas universidades de México, sólo la UNAM (la mayor universidad pública del país y cuya educación es gratuita) tiene reconocimiento internacional, ubicándose dentro de los primeros 50 lugares del ranking mundial, muy por encima de las privadas (que no aparecen en este listado, ni siquiera dentro de los primeros 500) e incluso de no pocas instituciones europeas y norteamericanas.
También habría que señalar que la investigación científica del país se realiza, principalmente (en un porcentaje verdaderamente mayoritario) en las universidades públicas. Siendo estas instituciones, además, casi las únicas que realizan estudios filosóficos y humanistas. Las escuelas de educación superior de la iniciativa privada se limitan, entonces, a generar egresados incapaces de realizar investigaciones serias en ningún ámbito académico o social, es decir; trabajadores sin espíritu crítico.
En esta lógica, en el esquema anunciado por el titular del Ejecutivo, los becarios adquirirían una deuda impagable con una institución bancaria privada, cuyos recursos irían a parar, en primera instancia, a una universidad privada que no les garantizaría la mínima calidad educativa.
O el sentido se ha declarado en huelga, o hay algo en esta ecuación que no cuadra…

Mario Stalin Rodríguez

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1 Comments:

Blogger Javier Muñiz said...

Hola,preciosas y profundas letras van desgranando la sutíl y genuina belleza de este blog, si te va la palabra encadenada, la poesía, te espero en el mio,será un placer,es,
http://ligerodeequipaje1875.blogspot.com/
gracias, buen día, besos lúdicos...

3:03 a.m.  

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