miércoles, enero 27, 2021

CONEXIONES

Para Emilia 

Tal vez lo sepas o tal vez no, pero es importante saberlo; en este mundo hay dragones.

            Hay dragones de todo tipo, de todos los tamaños y de todos los colores. Hay dragones esmeralda que parecen libélulas y, de hecho, con libélulas se pueden confundir si no sabes que estás viendo dragones.

            Hay dragones turquesa del tamaño de perros o gatos que a veces viven saltando entre los techos de ciudades y pueblos; a estos es difícil verlos porque saben esconderse muy bien y hay que prestar mucha atención, por si cruzan por el límite de tu mirada.

            Hay dragones verdes y ocres de tamaños varios, que van desde el de un lobo hasta el de un elefante y viven en bosques y selvas, confundiéndose entre las copas de los árboles. A estos cada vez es más difícil verlos, porque cada vez hay menos bosques y selvas en los que puedan vivir.

            Hay dragones rojos del tamaño de caballos o bisontes que viven escondidos debajo de las arenas de los desiertos, sólo salen de noche, cuando no hace tanto calor, porque les gusta ver la luna y cantarle a las estrellas... A veces, cuando estás en un desierto y escuchas el viento correr; no es el viento lo que escuchas, sino a los dragones rojos cantando.

            Y hay dragones dorados tan grandes, pero tan grandes, que sólo pueden vivir en el interior de las montañas. A estos les gusta volar, pero son tan grandes que sólo pueden hacerlo cuando el cielo está cubierto por las nubes y no pueden ser vistos desde el suelo... A veces, cuando el cielo está nublado y escuchas truenos; no son truenos lo que escuchan, sino a los dragones dorados hablando con sus enormes voces.

            Y hay dragones azules enormes, tan enormes que no pueden caminar por la tierra ni volar por los cielos, por eso viven en los mares más profundos y juegan con ballenas y delfines.

            Y hay muchos otros dragones de muchos otros tamaños y colores; morados y rosas, negros y amarillos, con franjas y manchas y hasta del color de los arcoíris.

            Sí, en este mundo hay dragones de muchos colores y tamaños; los hay grandes y pequeños, enormes y minúsculos... Y hay algunos que son muy, muy pequeños.

 

Hay dragones pequeños tan pequeños, pero tan pequeños, que ni siquiera tienen un color... Son chiquitos, más chiquitos que la cosa más chiquita que puedas ver. Son tan pequeños que, por ejemplo, miles de ellos podrían vivir cómodamente en la punta del bigote de un gato.

            Y voy a contarte un secreto; a estos dragones pequeños, tan pequeños que no pueden ser vistos ni con la lupa más potente, les gusta vivir entre nosotros porque son chismosos.

            A estos dragones pequeños, tan pequeños que una gota de agua les parece más grande que todos los océanos, les gusta cuando hablamos por teléfono o a través de las pantallas, porque les gusta escuchar nuestras historias y les gusta cuando nos mandamos abrazos y besos y son felices cuando nos contamos chistes y cuentos.

            A estos dragones pequeños, tan pequeños que un grano de arena les parece un planeta, les gusta montar en las ondas eléctricas que alimentan nuestros teléfonos y pantallas, por eso, cuando hablamos por teléfono o a través de la pantalla, ellos hacen una fiesta.

            Sí, estos dragones pequeños viven aquí, con nosotros. Aunque sean tan pequeños que no los puedas ver ni con un microscopio; están ahí, a tu lado... Por eso, cuando hablamos por teléfono o a través de la pantalla y una de tus tías o primos te manda un beso y un abrazo y tú sientes como si realmente te lo dieran, es porque esos dragones pequeños están tan contentos de escuchar nuestras historias y de montar en las hondas eléctricas, que te lo agradecen, dándote un beso y un abrazo.

 

Mario Stalin Rodríguez

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1 Comments:

Blogger Daniela Violi said...

Absolutamente precioso!!!

8:50 a.m.  

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