CONEXIONES
Tal vez lo sepas o tal vez no, pero es
importante saberlo; en este mundo hay dragones.
Hay
dragones de todo tipo, de todos los tamaños y de todos los colores. Hay
dragones esmeralda que parecen libélulas y, de hecho, con libélulas se pueden
confundir si no sabes que estás viendo dragones.
Hay
dragones turquesa del tamaño de perros o gatos que a veces viven saltando entre
los techos de ciudades y pueblos; a estos es difícil verlos porque saben
esconderse muy bien y hay que prestar mucha atención, por si cruzan por el
límite de tu mirada.
Hay
dragones verdes y ocres de tamaños varios, que van desde el de un lobo hasta el
de un elefante y viven en bosques y selvas, confundiéndose entre las copas de
los árboles. A estos cada vez es más difícil verlos, porque cada vez hay menos
bosques y selvas en los que puedan vivir.
Hay
dragones rojos del tamaño de caballos o bisontes que viven escondidos debajo de
las arenas de los desiertos, sólo salen de noche, cuando no hace tanto calor,
porque les gusta ver la luna y cantarle a las estrellas... A veces, cuando
estás en un desierto y escuchas el viento correr; no es el viento lo que
escuchas, sino a los dragones rojos cantando.
Y
hay dragones dorados tan grandes, pero tan grandes, que sólo pueden vivir en el
interior de las montañas. A estos les gusta volar, pero son tan grandes que
sólo pueden hacerlo cuando el cielo está cubierto por las nubes y no pueden ser
vistos desde el suelo... A veces, cuando el cielo está nublado y escuchas
truenos; no son truenos lo que escuchan, sino a los dragones dorados hablando
con sus enormes voces.
Y
hay dragones azules enormes, tan enormes que no pueden caminar por la tierra ni
volar por los cielos, por eso viven en los mares más profundos y juegan con
ballenas y delfines.
Y
hay muchos otros dragones de muchos otros tamaños y colores; morados y rosas,
negros y amarillos, con franjas y manchas y hasta del color de los arcoíris.
Sí,
en este mundo hay dragones de muchos colores y tamaños; los hay grandes y
pequeños, enormes y minúsculos... Y hay algunos que son muy, muy pequeños.
Hay dragones pequeños tan pequeños, pero
tan pequeños, que ni siquiera tienen un color... Son chiquitos, más chiquitos
que la cosa más chiquita que puedas ver. Son tan pequeños que, por ejemplo,
miles de ellos podrían vivir cómodamente en la punta del bigote de un gato.
Y
voy a contarte un secreto; a estos dragones pequeños, tan pequeños que no
pueden ser vistos ni con la lupa más potente, les gusta vivir entre nosotros
porque son chismosos.
A
estos dragones pequeños, tan pequeños que una gota de agua les parece más
grande que todos los océanos, les gusta cuando hablamos por teléfono o a través
de las pantallas, porque les gusta escuchar nuestras historias y les gusta
cuando nos mandamos abrazos y besos y son felices cuando nos contamos chistes y
cuentos.
A
estos dragones pequeños, tan pequeños que un grano de arena les parece un
planeta, les gusta montar en las ondas eléctricas que alimentan nuestros
teléfonos y pantallas, por eso, cuando hablamos por teléfono o a través de la
pantalla, ellos hacen una fiesta.
Sí,
estos dragones pequeños viven aquí, con nosotros. Aunque sean tan pequeños que
no los puedas ver ni con un microscopio; están ahí, a tu lado... Por eso,
cuando hablamos por teléfono o a través de la pantalla y una de tus tías o
primos te manda un beso y un abrazo y tú sientes como si realmente te lo
dieran, es porque esos dragones pequeños están tan contentos de escuchar nuestras
historias y de montar en las hondas eléctricas, que te lo agradecen, dándote un
beso y un abrazo.
Mario
Stalin Rodríguez
Etiquetas: off topic, virus informáticos
1 Comments:
Absolutamente precioso!!!
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