miércoles, diciembre 22, 2021

Apuntes 07

 
KUTAWALA

 De pronto, una noche, les invasores llegaron de las estrellas y expulsaron a les dioses de la Tierra... Pero, antes de irse, dejaron tras de sí una última defensa para evitar que les invasores les siguieran gasta su nuevo hogar.

            Una raza especial, los únicos seres vivos realmente creados por la voluntad y poder de les dioses. Una raza con un único propósito; detener a les invasores en la Tierra... Y fracasaron.

            Muches murieron, todes murieron y, aún así, no lograron la derrota de les invasores; sólo sumergirles en un sueño del que fácilmente podrían despertar... Así, le últime de elles quedó como guardián eterne de les durmientes, para evitar su despertar y sacrificarse para ello si fuera necesario.

 

No recuerdo cuando creé a este personaje, pero ya aparecía en un relató que publiqué en 1994 en el “Cactus”, revista estudiantil del CCH-Sur.

            Aquello estaba profundamente influenciado por la obra de Lovercraft y les invasores son, obviamente, los monstruos primigenios creados por el escritor... Aunque en una interpretación bastante personal del asunto.

            De acuerdo al relato, les dioses humanes (todes les dioses humanes en les que la gente de todas las apocas han creído) son reales y, de hecho, vivían en la Tierra hasta que Cthulhu y sus vástagos llegaron a reclamar el planeta.

            Muches dioses murieron en los enfrentamientos, hasta que fue evidente que no podrían vencer a les invasores, así que decidieron emprender la huida hacia otra realidad, dejando tras de sí a la única raza realmente creada por las divinidades; les kutawala (palabra suajili que, si mal no recuerdo cuando la elegí, significa “quienes dominan”), no para defender o recuperar la Tierra, sino para evitar que les primigenies les siguieran.

            Como queda escrito, el sacrificio de toda la raza sólo sirvió para sumergir a Cthulhu y sus vástagos en un sueño del que, como sugiere la obra de Lovercraft y sus continuadores, fácilmente pueden despertar... Y sólo une de les kutawala quedó para tratar de impedirlo.

            Aunque en el relato establecía que, al ser una raza creada por les dioses, no tenían géneros ni sexos, las imágenes que acompañaban al relato y algunas otras que del personaje elaboré, lo mostraban claramente masculino (aunque sin pene)... Si algún día llegara a retomar a éste o su contexto, seguramente sería una de las cosas que cambiaría, dándole una apariencia mucho más andrógina.

 

Mario Stalin Rodríguez

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