miércoles, diciembre 31, 2014

CAMBIOS

Nunca he creído que el cambio del calendario tenga algún sentido especial.
            Tiene un poco que ver con la forma en que el calendario gregoriano fue confeccionado y los aspectos políticos que fueron afectando su cuenta a lo largo del tiempo. Por ello es que sus “fechas” de cambio, como el paso de un mes a otro o su término y principio, poco o nada tienen que ver con eventos naturales o agrícolas, como el cambio de las estaciones y las temporadas de siembra y cosecha.
            Así, en realidad no hay ningún motivo real para considerar que el cambio de las 23:59:59 del 31 de Diciembre a las 00:00:00 del 1° de Enero tengan algún significado especial. Nada, por supuesto, salvo la convicción social... Que no es poca cosa.

Somos entes sociales; nos construimos de los otros y en ellos nos reafirmamos.
            Por ello resulta difícil sustraernos del sentimiento generalizado de estas fechas. Un cierto sentido de nostalgia (si se gusta, un tanto artificial) y renovación (si se quiere, un poco superflua)... Algo parecido a reflexionar sobre lo pasado y lo que vendrá.
            No una reflexión profunda, es cierto; al menos no en la mayoría de los casos. Pero reflexión al fin y al cabo... Y será, tal vez, que todo aquello que nos lleve a reflexionar sobre quiénes hemos sido y qué queremos ser en el futuro, merece celebrarse.

Y será por ello, tal vez, que me permito la pequeña trasgresión de desear en estas fechas, un buen cambio de calendario y felices reflexiones.


Mario Stalin Rodríguez

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