CAMBIOS
Nunca he creído que el cambio del
calendario tenga algún sentido especial.
Tiene
un poco que ver con la forma en que el calendario gregoriano fue confeccionado
y los aspectos políticos que fueron afectando su cuenta a lo largo del tiempo.
Por ello es que sus “fechas” de cambio, como el paso de un mes a otro o su
término y principio, poco o nada tienen que ver con eventos naturales o
agrícolas, como el cambio de las estaciones y las temporadas de siembra y
cosecha.
Así,
en realidad no hay ningún motivo real para considerar que el cambio de las
23:59:59 del 31 de Diciembre a las 00:00:00 del 1° de Enero tengan algún
significado especial. Nada, por supuesto, salvo la convicción social... Que no
es poca cosa.
Somos entes sociales; nos construimos de
los otros y en ellos nos reafirmamos.
Por
ello resulta difícil sustraernos del sentimiento generalizado de estas fechas.
Un cierto sentido de nostalgia (si se gusta, un tanto artificial) y renovación
(si se quiere, un poco superflua)... Algo parecido a reflexionar sobre lo
pasado y lo que vendrá.
No
una reflexión profunda, es cierto; al menos no en la mayoría de los casos. Pero
reflexión al fin y al cabo... Y será, tal vez, que todo aquello que nos lleve a
reflexionar sobre quiénes hemos sido y qué queremos ser en el futuro, merece
celebrarse.
Y será por ello, tal vez, que me permito la
pequeña trasgresión de desear en estas fechas, un buen cambio de calendario y
felices reflexiones.
Mario
Stalin Rodríguez
Etiquetas: 12 Uvas, Entrada programada, tratado sobre la necedad
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