jueves, julio 17, 2014

DANZA

lecciones para despertar

Enfrentar este mundo me es difícil, lo sabes.
            Abrir los ojos temprano en la mañana e ir pensando poco a poco en lo que espera en el día; las calles atestadas, el tráfico lento, el tiempo que trascurre como en un mar de brea, la gente... Sobre todo la gente; la marea interminable de rostros, a veces hostiles, otras amigables, la mayoría indiferentes. La gente, sobre todo la gente.
            Entonces, lo sabes, busco quedarme en el refugio; esconderme entre cuatro paredes y aislarme... Pero, lo sabes, ni el refugio es refugio ni en él puedo quedarme.

Te contaré un secreto; sé cómo enfrentarme al mundo.
            En realidad es sencillo, me basta con pensar un poco en lo que me espera en el día; las calles, el tráfico, el tiempo y la gente... Sobre todo la gente, pero no toda la gente; sólo algunas personas.
            Voy pensando en la danza de los días y la forma, a veces mágica, en la que ésta no lleva a encontrarnos, a veces, con quienes hacen que el día tenga sentido... La danza, sobre todo la danza... Y, lo sabes, no es que sea el mejor bailarín o me guste, siquiera, bailar... Pero la danza me ayuda a enfrentarme al mundo y eso es sólo porque tú bailas.
            Cuando bailas, tu danza le da sentido al mundo.

Te contaré un secreto; sé cómo enfrentarme al mundo.
            Es sencillo, cierro los ojos y te miro bailar...

Mario Stalin Rodríguez
A mi hermana Nora

Porque baila y hoy sus pasos la llevan a tierras lejanas, a construir realidades con sueños; que es la mejor manera de construir realidades.

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