Ehecatl
Dedicado a todos aquellos que llegan aquí buscando referencias sobre dioses (que, de acuerdo a google, son un buen número)...
¿Qué se puede
decir sobre este dios? Bueno, Ehecatl es Quetzalcoatl... O no... Bueno, a
veces...
En distintos
mitos Ehecatl es presentado como una entidad independiente a Quetzalcoatl,
aunque en la iconografía más tardía de los mexicas ambos dioses aparecen casi
siempre fusionados... Repito, en la mayoría de los mitos que conocemos*
Ehecatl y Quetzacoatl son entidades distintas, de hecho, sólo en un relato se
presentan como uno mismo, cuando la serpiente emplumada se disfrazó de mono
para subir al cielo, engañar a los dioses y robar las siete semillas de maíz
que regalara a los hombres.
Así, aceptemos que
son distintos... En términos generales la historia que conocemos de Ehecatl es
la siguiente.
Era un mono que
quería ser dios, para ello subió a los cielos y habló con los otros dioses,
quienes, obviamente, se burlaron de las pretensiones del simio. Él alegó que
era el Dios del Viento y, para probarlo, sopló... Pero no arrojó más que su
triste aliento de mono.
Fue expulsado
del cielo en medio de la burla de las deidades. Pero él sabía que era un dios
y, si por el mismo no podía demostrarlo, es que necesitaba ayuda. Valiéndose de
su astucia, engañó a un pato y le robó su pico para aumentar el poder de su
soplido. Así armado, volvió a subir a los cielos y volvió a pedir audiencia con
los dioses, quienes de nuevo se burlaron del mono y le pidieron, entre risas,
que demostrara ser el Dios de los Vientos. Él se colocó el pico del pato y
sopló... Fue tal la fuerza de su aliento que arrastró a los dioses fuera de los
cielos, aunque también se llevó todo el pelo de su cuerpo, de ahí que Ehecatl
sea presentado normalmente como un simio completamente lampiño, con el pico
estilizado de un ave y cola de serpiente.
Otro mito lo
ubica como el creador de los hombres del segundo sol (Cuatro Viento). En una
apropiación y reinterpretación de un mito maya, los mexicas contaban que los
hombres de este sol eran demasiado dados al baile, la fiesta y el alcohol, por
lo que se la pasaban jugando y haciendo música sin adorar a los dioses, por
ello Ehecatl, su creador, los castigó. Envió un fuerte huracán, cuyos vientos
arrastraron a los hombres al olvido; los que quisieron sobrevivir se aferraron
a los árboles para que el viento no se los llevará y fueron ahí transformados
en monos.
Finalmente,
Ehecatl tiene un papel relevante en la historia de la creación del quinto sol.
Como ya se ha relatado en otros párrafos de estos bites, dos candidatos fueron
elegidos para formar el Sol y la Luna; Tecuzistecatl, el dios más bello de
todos y Nanahuatzin, el dios enfermo de la piel llagada. Cuando Huehueteotl
encendió la gran hoguera para el sacrificio, Tecuzistecatl intentó cuatro veces
arrojarse a ella y las cuatro veces se echó para atrás por miedo. Nanahuatzin,
quien dijo "nada tengo, nada pierdo", sólo cerró los ojos y se
arrojó. Murió quemado y renació como Tonatiuh, el quinto sol.
Al ver su brillo
y su belleza, el otro dios se llenó de envidia y, ahora sí, se arrojó a la
hoguera y murió quemado y renació como otro sol, más grande y brillante que
Tonatiuh, pero Ehecatl lo castigó por su cobardía y con su arco le disparó un
conejo para apagar su fuego.
Mario
Stalin Rodríguez
*Recordar que por la destrucción de documentos durante la conquista y la colonia, la mayor parte de las historias mitológicas de los pueblos indígenas se perdió o se conoce sólo de manera fragmentaria.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home