FANTASMAS DE CRONOPIO
Mario Stalin Rodríguez
Homenaje a Cortázar (2)
Max Weber.
No son los fantasmas del cronopio las sábanas ridículas que flotan a dos centímetros exactos del suelo, no los espantajos de utilería con los que la pantalla amedrenta a las mentes pueriles, no las trasgresiones menores y magnificadas que los comisarios de la mente implantan en el imaginario de los famas. No son los fantasmas del cronopio los espíritus de historias tristemente inconclusas.
Tanto más, son los fantasmas del cronopio alegres compañeros de los sueños e interlocutores de los desvelos. Son los fantasmas del cronopio indispensables en las rutas del animalito húmedo... Cuando un cronopio ha perdido el camino y está a corta distancia de ser fama triste, es conveniente (y hasta imprescindible) tener a mano sus fantasmas, como señalización alegre de la otra vereda; a la izquierda, sobre el rojo.
Platica el cronopio con sus fantasmas, no de recriminaciones; de presentes. No son los fantasmas del cronopio anclas del pasado, sino explicaciones del mañana, el que se construye, sobre todo, desde la memoria... Eso son los fantasmas del cronopio, memoria.
Memoria del camino y de quienes en él lo acompañaron y acompañan... No recuerdos; memoria, porque los recuerdos son pasado estático y la memoria explicación del amanecer por venir.
Memoria, queda escrito, porque de memoria también construye el cronopio sus mañanas. El brillo del sol sobre el pelo de quien es ausencia, la música de su risa, su mar salado, el que era tempestad sobre las sábanas del cronopio. Su aroma, cuando yacía cansada, sudorosa, a su lado.
Son los fantasmas del cronopio la nostalgia. No el recuerdo estéril, ese que inmoviliza en la tristeza; la nostalgia. Memoria que avanza junto al cronopio y, de vez en vez, lo hace regresar sobre sus pasos, recoger el cadáver de un proyecto, darle respiración de boca a boca y arroparlo en su bolsillo, el de la izquierda, junto al corazón.
Por eso los fantasmas del cronopio no se están tranquilos, no se quedan en el rincón de los recuerdos y, a fuerza de memoria, asaltan el presente para imponer el mañana... Por eso los fantasmas del cronopio asustan a los famas y a sus comisarios (los de la mente y los otros).
Por eso ellos, los comisarios, alistan sus navajas y atacan los sueños del cronopio. Por eso mienten, roban, engañan y tratan de arrebatar al cronopio el amanecer tan duramente construido... postergarlo.
Pero el cronopio, acompañado de sus fantasmas, afila la esperanza... Mientras silba.
Tanto más, son los fantasmas del cronopio alegres compañeros de los sueños e interlocutores de los desvelos. Son los fantasmas del cronopio indispensables en las rutas del animalito húmedo... Cuando un cronopio ha perdido el camino y está a corta distancia de ser fama triste, es conveniente (y hasta imprescindible) tener a mano sus fantasmas, como señalización alegre de la otra vereda; a la izquierda, sobre el rojo.
Memoria del camino y de quienes en él lo acompañaron y acompañan... No recuerdos; memoria, porque los recuerdos son pasado estático y la memoria explicación del amanecer por venir.
Son los fantasmas del cronopio la nostalgia. No el recuerdo estéril, ese que inmoviliza en la tristeza; la nostalgia. Memoria que avanza junto al cronopio y, de vez en vez, lo hace regresar sobre sus pasos, recoger el cadáver de un proyecto, darle respiración de boca a boca y arroparlo en su bolsillo, el de la izquierda, junto al corazón.
Por eso ellos, los comisarios, alistan sus navajas y atacan los sueños del cronopio. Por eso mienten, roban, engañan y tratan de arrebatar al cronopio el amanecer tan duramente construido... postergarlo.
Pero el cronopio, acompañado de sus fantasmas, afila la esperanza... Mientras silba.
Etiquetas: Alone... Inside the shades... Without hopes
4 Comments:
5,000 visitas (5,012 si hacemos caso a lo que dice arriba)... WOW... Llegó la hora de visitar de nuevo Google Analytics...
1. Puedo comprender que de vez en cuando caiga algún despitado por la obra y gracia de San Google por aquí, pero no creo que caiga siempre a la misma hora, siempre directamente y siempre desde el mismo proveedor de servicio... Así que a los franceses (al menos 3, al parecer), al Holandes, Neoselandes, Noruego y Suizo que se pasean por aquí, bienvenidos (espero que entiendan español)...
2. A los españoles de siempre (casi los únicos que me comentan), gracias por la fidelidad y por todo... Son gente muy maja me cae... Espero algún día poder devolverles las visitas sin tantos bits de por medio (yo me entiendo).
3. A lo Venezolanos, Colombianos, Argentinos, Chilenos, Uruguayos y Latinoamericanos en general... Como siempre, un abrazo enorme.
4. AL menos ya nadie busca el vestuario para bailar quebradita (aún buscan a Jaime Camil desnudo, pero cada vez son menos)... Pero en este blog no hay (por lo pronto) ni fotos ni videos tomadas "espiando bajo las faldas" de nadie...
5. A propósito, si alguien llegó aquí buscando a una persona que no conozco pero que tiene una inusual cantidad de iniciales M en su nombre... Suerte al encontrarla, porque lo que es yo, no tengo ni P... No poseo información sobre su paradero.
6.Tampoco sé o poseo referencia "anécdotas chistosas con calcetines rotos"... tengo varios pares (de calcetines) así, pero nada que valga la pena comentar...
7. A los que llegaron buscando al Hutopo (o por mi nombre)... Felicidades, llegaron al lugar correcto.
En fin... Más de cinco mil visitas... habrá que ir pensando en algo para celebrarlo.
Muy bien señor. En verdad muchas gracias, se que a usted le gusta escribir mucho y no represento más que algo grato haber escrito esto, de cualquier manera se agradece la dedicatoria. Podrá parecer muy curioso pero ya había olvidado a los cronopios y a los famas y las esperanzas. Ultimamente, o quizá en muchos momentos de mi vida, me he comportado como un fama, embalsamando recuerdos y poniendolos con suma delicadeza por toda mi casa; como los cronopios a veces debería dejar que transiten solos cuidando de no lastimarnos mutuamente, o hacer caso a su recomendación: CUIDADO CON LOS ESCALONES.
Muy bien señor, me encanto su escrito, gracias de nuevo, seré uno más de los miles de números que visitan su página, felicidades, tiene conmigo a un mexocano más para sus estadísticas.
Muy buenos tus dibujos incluido ese monogato :) Saludos
No conocía yo a los cronopios, las famas y las esperanzas de Cortazar. A raíz de tu post y busando en internet he podido leer algún que otro fragmento que me hará que en mi próxima visita a la Biblioteca buscaré el libro.
Gracias por descubrírmelo.
Besos
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