viernes, octubre 04, 2024

Los Falsificadores de la Democracia 60

 LA PIÑATA DESESPERACIÓN DE LAS CORTES PIÑATAS

(La solitaria partida de Norma Piña y sus impresentables)

 Andrés Manuel López Obrador deja la presidencia rozando (por arriba) un inédito 80% de aprobación y con números muy similares arranca la administración de Claudia Sheinbaum... Mientras la derecha, la innegable perdedora de los últimos seis años, continúa encerrada en su cámara de eco; con una opinocracia que sólo se lee a sí misma y granjas de bots y trollcenters que repiten y retuitean endogámicamente “argumentos” que ya sólo convencen a les previamente convencides, alimentando su irracional odio y repitiendo, una y otra vez, las mismas estrategias con las que han fracasado durante los últimos seis años.

            No ha sido, por supuesto, una transición exenta de claro-oscuros. La propia naturaleza del triunfo ha obligado al morenismo a tejer una serie de alianzas con personalidades, cuando menos, controvertidas, a fin de impulsar las reformas que la absurda “moratoria legislativa” de la oposición había bloqueado en la pasada legislatura. Dejando a la derecha con la opción de replantearse a sí misma y repensar sus estrategias de cara a las elecciones intermedias de 2027 o refugiarse en su cada vez más estrecha trinchera mediática, confiando en que sus incondicionales en el poder judicial podrán revertir todo lo que sus minúsculos números legislativos les impidan bloquear (que será absolutamente todo; no tienen números para bloquear nada).

            De ahí, entonces, que el fascismo y su aparataje mediático vean en la “defensa del poder judicial” el último bastión al que pueden aferrarse antes de pasar a la total intrascendencia (porque la idea de replantearse y presentarse como un proyecto de país viable, les es sencillamente impensable), impulsando un absurdo “paro” (con sueldos pagados con cargo al erario público, por supuesto, no vaya a ser que “protestar” les cause alguna incomodidad) que ha generado un total de NINGUNA repercusión en la vida nacional y obtenido un total de CERO apoyos populares (más allá de les ridícules “estudiantes de derecho” que, tras demostrarse sus vínculos familiares con les jueces y magistrades cuyos privilegios defendían, desaparecieron mediáticamente tan rápido como se intentó inflarles artificialmente).

            “Paro” que, con todo y su trumpista intento de “asalto al congreso”, no pudo evitar que la reforma judicial fuera aprobada mayoritariamente en las cámaras federales y estatales, para finalmente ser promulgada a tiempo para el último informe de gobierno de López Obrador y la toma de protesta de Claudia Sheinbaum.

            Pero como la derecha es inmune a la realidad e insiste en repetir las mismas estrategias con las que ya han fracasado con anterioridad, en lugar de intentar construir una alternativa que les permita posicionarse de cara a las elecciones de les integrantes del poder judicial a realizarse el próximo año, siguen intentando revertir la reforma a través de “suspensiones” muy por arriba de las atribuciones legales de les jueces y magistrades que las han “otorgado” (por no hablar del evidente conflicto de intereses que implica el que jueces y magistrades “suspendan” una reforma que afecta a jueces y magistrades).

            Llegando al absurdo de la incompetente operadora política Norma Piña y su grupito de impresentables en la SCJN, aceptando “discutir” la constitucionalidad de una reforma constitucional que la propia Constitución y la Ley de Amparo les impide discutir... En una batalla que, a estas alturas del partido, deberían saber perdida.

            Incluso suponiendo que el voto de 8 ministres lograra imponerse sobre la voluntad que 36 millones de votos expresaron el pasado 2 de Junio, ratificada por la mayoría calificada de las cámaras federales, y la reforma fuera revertida, de acuerdo a las reglas anteriormente vigentes, Sheinbaum nombraría a les ministres que ocuparían los sillones de la SCJN que quedarían vacantes este Diciembre, modificando la composición del pleno de la sala superior, dejando a Norma Piña sin los votos necesarios para “revertir” ninguna otra reforma.

            Lo que transformaría su “victoria” en la última posible para la derecha y en un ejemplo de diccionario para “victoria pírrica”... Ello descartando de antemano que, ante el abierto golpismo de Norma Piña y su grupito de impresentables, la Presidencia y la mayoría legislativa decidieran aplicar un “zedillazo” para deponer, a través de juicios políticos, a les jueces, amgistrades y ministres que, explícita e implícitamente, se han demostrado dispuestes a todo para aferrarse a su ilegítimo coto de poder.

            Esto, por supuesto, es a lo que apuestan los intereses que sostienen e inflan artificialmente a Norma Piña y sus impresentables; orillar a la entrante Presidenta Claudia Sheinbaum y la mayoría legislativa, a tomar medidas que abonen el discurso de la derecha y su opinocracia mediática de que “se ha instaurado la dictadura”.

            Y este es sólo uno de los muchos y complejos escenarios que la actual Presidenta enfrenta al inicio de un mandato que intenta continuar y consolidar el cambio que inicio hace seis años.

 

En 2018, escribí el pasado 1° de Octubre enTwitter, colgué el lazo tricolor que durante casi 14 años porte en el pecho, en apoyo al movimiento democrático del obradorismo y en contra del fraude electoral con el que el espurio Felipe Calderón llegó al poder, además de las medidas con las que éste y su sucesor, Peña Nieto, intentaron malbaratar el futuro de México.

            No ha sido un camino fácil ni exento de contradicciones, mismas que deben ser señaladas y corregidas, sin que el hacerlo signifique abonar ni suscribir los discursos de la derecha... Continuar y consolidar el cambio iniciado hace seis años implica, necesariamente, impedir que el fascismo regrese al poder político y expulsarles de los escasos cotos de influencia de los que aún gozan.

 

Mario Stalin Rodríguez

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