MATRIA
La historia de mi madre, es una historia colectiva.
Es
la historia de la migración rural a la capital del país a mediados del siglo
pasado. Es la historia de los jóvenes soñando un asalto al cielo e intentando,
repetida y neciamente, lo imposible... Y es la historia, también, de la
represión y de la pérdida de amigues y conocides.
Y
es la historia de la clandestinidad y de ir forjando colectividades,
solidaridades y maternidades.
Sí, la historia de mi madre es una historia
colectiva... Y colectiva fue, también, su forma de ejercer y entender la
maternidad.
De
la mano de mi madre conocí otras madres y una cierta maternidad colectiva... De
la forma en que ella y otras mujeres, también madres trabajadoras y solas,
compartían y se apoyaban... Y así crecimos nosotres, en compañía de otres
niñes, entre oficinas y salones, como compañeres y cómplices.
Compañías
que han tomado otros caminos y de quienes nos hemos alejado... Hasta que,
algunas veces, nos reencontramos.
Y
de la mano de mi madre y otras madres asistimos, por ejemplo, a la lucha por
crear un espacio de cuidado y seguridad para les niñes de las madres
trabajadoras de la Escuela Nacional de Antropología e Historia.
Y
de la mano de mi madre y otras madres asistimos, por ejemplo, a las
interminables asambleas que intentaban consolidar una representación sindical
realmente democrática, ajena y alejada del sindicalismo blanco imperante hasta
entonces.
Y
de la mano de mi madre y otras madres asistimos, por ejemplo, a marchas,
mítines y plantones contra un gobierno que se mantenía en el poder a través de
la represión, la mentira, la corrupción y la compra de voluntades (las mismas
herramientas con las que ahora, quienes entonces detentaban el poder, intentan
recuperarlo).
Sí; de la mano de mi madre y otras madres
asistimos, muchas veces sin entenderlo del todo y varias de éstas
resistiéndonos a ello (porque éramos niñes), a una forma solidaria y colectiva
de construir comunidad y maternidades... Que es, finalmente, una de las mejores
formas de asaltar el cielo y construir el mañana.
Mario
Stalin Rodríguez.
Mayo de 2021
Etiquetas: 12 Uvas, Entrada programada, in memorian, tratado sobre la necedad
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