jueves, octubre 31, 2019

Ninin


“No ha muerto a quién aún se recuerda”

Celebración Totonaca del Día de Muertos
Papantla, Veracruz

“Ninin” es la conjunción de dos palabras totonacas; “Ni” que significa “No” y “Nin” que es “Muertos”, por lo que su traducción aproximada es “los que no han muerto”, en el sentido de que aún son recordados y cada año se convive con ellos. Bajo este nombre se engloban los rituales que en la región totonaca de Veracruz (Totonacapan) se celebran en torno al Día de Muertos, mismos que abarcan desde el 18 de Octubre hasta el 29 de Noviembre, alcanzando su punto cúspide del 31 de octubre al 2 de noviembre, durante la conmemoración de Todos los Santos.
            Si bien desde la noche del 30 al 31, en algunas casas se coloca un pequeño altar con pan y café o chocolate y una veladora, para recibir a quienes no tienen familia ni conocidos que les hayan dedicado una ofrenda, el altar principal (Puchaw) se coloca en la mañana del 31, a fin de que esté listo al mediodía.
            Este altar debe estar orientado hacia el Oriente y consta de tres niveles, que van desde el inframundo hasta el mundo celestial, pasando por el plano terrenal, enlazados a través del techamen y la estructura de bejuco o madera que se coloca para enmarcarle.
            Del “techo” de la ofrenda se cuelgan 13 estrellas de palma y frutas de la región como plátanos, naranjas y limas, para representar la bóveda celeste, el hogar de las divinidades.
            En la mesa se colocan, desde el mediodía del 31 y hasta el del 1°, las ofrendas para los niños: fruta fresca o en conserva, tamales de dulce, café con leche, totopos con azúcar y etcétera. Estos alimentos son retirados al mediodía del 1° y suplantados por las ofrendas para los adultos: mole de pipian, chileatole, tamales picantes, atoles, café, bebidas, cigarros y etcétera, de acuerdo a los gustos de cada difunto.
            Finalmente, los pétalos y el aroma del Kalhpo’xa’m (nombre totonaca para el cempasúchil), así como la luz de las velas y veladoras, le indica a los difuntos el camino para salir del inframundo y llegar a donde sus amistades y familia les esperan.
            El altar se retira al mediodía del 2 de Noviembre y los alimentos que ahí estaban son llevados al panteón o a casa de algún familiar, para consumirlos y dar la última despedida a los difuntos que acudieron durante estos días, en medio de un convivio familiar.


Museo Nacional de Antropología
Departamento de Comunicación Educativa

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