jueves, octubre 03, 2019

LÍMITES


El hombre es la medida de todas las cosas, dijo el poeta.
El hombre es la medida de todas las cosas... Pequeñas, corrigió el bufón”.
Joan Manuel Serrat

Ante todo conviene fijar posturas; la libertad de expresión, para serlo, sólo puede ser total y multidireccional.
            Esto es; sí alguien, cualquier alguien, tiene todo el derecho del mundo a soltar una serie de chistes de mierda machista-homofóbica-racista-xenofóbica o etcétera... De verdad; es su derecho.
            Pero como la libertad de expresión, para serlo, sólo puede ser total y multidireccional; cualquier otro alguien también tiene todo el derecho del mundo en decirle al primero que sus “chistes” son simple y llanamente mierda machista-homofóbica-racista-xenofóbica o etcétera... Porque, al contrario de lo que sucede con la libertad de expresión, el humor sí que tiene límites.

No se malinterprete, estos límites no los impone un sistema de poder ni los colectivos que reivindican sus derechos y contestan a este humor. No, los límites del humor son algo mucho más sencillo; son los propios límites del discurso de quien lo emite.
            Porque no hay tal cosa como algo que es “sólo un chiste” o “sólo un meme”; el humor y aquello que apropiamos y “compartimos” en redes sociales son parte del discurso con el que nombramos el mundo... Si nuestra visión del mundo es limitada por prejuicios, clichés y estereotipo, el discurso con el que lo explicamos también lo será y, por ende, aquello de lo que nos reímos y “compartimos” en redes sociales se verá sujeto a los mismos límites.
            En esta lógica y para sorpresa de nadie, quienes afirman que “el humor no debería tener límites”, suelen ser aquellos con el humor más limitado y el discurso más pobre y repetitivo.
            Quienes emplean “argumentos” (y las comillas son pertinente) tan pobres como “es sólo un chiste” o “es sólo un meme”, pretenden enmascarar tras ellos el hecho de que estos “chistes” y “memes” se inscriben en un limitado discurso machista-homofóbico-racista-xenofóbicos y etcétera, que ellos apropian y reproducen por medio de “chistes” y “memes”.
            Así que sí, el humor tiene límites, son los límites del discurso de quien lo emite... Y cuando este discurso fomenta el odio y la intolerancia, así sea a través de “chistes” y “memes”, debe ser señalado como tal y combatido, porque el odio y la intolerancia nunca, bajo ninguna circunstancia, pueden ser tolerados.

Mario Stalin Rodríguez

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