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No te conozco, compañero; nuestros caminos no se cruzaron, ni compartí contigo el pan o la sombra de un árbol a la orilla de la vereda.

            No te conozco, compañero; hasta hace un año no sabía tu nombre ni conocía de tus sueños y esperanzas. No te conozco, compañero; nunca bebimos de la misma botella ni compartimos un cigarro en una noche fría, no caminamos las mismas calles bajo el sol de otoño.

            No te conozco y te llamo compañero...

Sin saberlo, compañero, caminábamos mirando el mismo mañana. Sin saberlo, compañero, buscábamos el mismo amanecer; uno sin grises nubes, el alba del México distinto.

            No te conozco y te llamo compañero...

No te conozco, compañero, y hace un año, el poder te arrebató de tu familia; de las calles que te eran cotidianas, de los cantos con los que despertabas, de la música que te acompañaba al dormir.

            No te conozco, compañero, pero sé que el poder miente... Fue el poder quien te robó los días de escuela, tus tardes ociosas, las compañías que disfrutabas y te disfrutaban.

            No te conozco y te llamo compañero...

No te conozco, compañero, pero te busco.

            Te busco junto a quienes son como tú, como nosotros. Te busco junto a tu familia y a quienes, como yo, no te conocemos... Te buscamos, compañero, desde hace un año.

            Y seguiremos buscándote, compañero, hasta encontrarte.

Mario Stalin Rodríguez

Para los 43 normalista de Ayotzinapa, desparecidos el 26 de Septiembre de 2014.

A un año

¡VIVOS SE LOS LLEVARON

VIVOS LOS QUEREMOS!