FAMILIA

de mis razones para seguir

Poco he hablado de ellos y es, cuando menos, una injusticia; porque ellos son en buena medida mis razones para seguir, son parte de mi fortaleza. La mejor parte de mi fortaleza.
Dependo de ellos, no sólo en estos últimos tiempos; siempre he dependido de ellos. Son mi brújula moral, el parámetro para medir mis éxitos y fracasos, el público de mis alegrías y tristezas.
Si he reconocido no ser sino la suma de todos aquellos de quienes me he nutrido, debo reconocer, entonces, que me he construido en mucho de ellos. Fueron los primeros fragmentos de mi de los que fui apropiándome y aún hoy, de ellos aprendo un poco y mucho de qué soy.
Hemos sido y somos, en distintos grados, cómplices. En distintas cosas y tiempos y por distintas razones; cómplices.
Y a todos ellos, por sus particulares razones, les admiro.
Por todo esto, entonces, y para solventar mínimamente la injusticia, son estos pequeños párrafos mi homenaje a mis hermanas y hermanos… Y sí, también a mi sobrino.

Mario Stalin Rodríguez