AFRODESCENDENCIA
(Grabado "Baile de Esclavos", autor anónimo, época colonial)
Esta entrada debería ser leída escuchando la versión de Amparo Ochoa de "El Negro Manuel Antonio" de Nicómedes Santa Cruz.
Tal
ha sido esta invisibilización que no fue hasta 2018 en que se reconoció a la
población afromexicana como una etnia por derecho propio y, aún así, no han
faltado voces que insisten en negarles algo tan fundamental como su propia
historia.
Ello
sucede ya sea desde la academia, como en el caso de Úrsula Camba del Colegio de
México y desde la “intelectualidad” mediática, como el caso de Pablo Majluf,
que con tal de negar el racismo actual en México, insisten en una versión
edulcolorada de lo que fue la llegada y vida de la población esclavizada durante
el periodo colonial.
En
su absurda visión, la población esclavizada “no vivía tan mal” ya que sus “amos”
les procuraban techo, alimento y hasta vestidos “elegantes”, ya que la posesión
de esclavos era considerada un símbolo de estatus, por lo que procuraban
tenerles “en buenas condiciones”.
El
problema es que esta versión se centra únicamente en la esclavitud dedicada al
servicio doméstico en las urbes (la mayormente retratada en los óleos
novohispanos, que parecerían ser la única fuente histórica que estes
especialistas consultan) y sólo en la visión que los “amos” perpetuaban de ésta
(“amos” que, finalmente, eran quienes pagaban por los idílicos óleos que gente
como Camba y Majluf ven como “verdad irrefutable”), obviando, por supuesto, que
la esclavitud doméstica urbana era, si acaso, una mínima parte de lo que fue la
población esclavizada en los territorios de la Nueva España y la Capitanía de
la Gran Yucatán.
Poco
más de 12 millones de personas fueron sustraídas de África para ser vendidas en
las colonias de América, de éstas sólo unas cuantas miles terminaron en el
servicio doméstico en las urbes, la mayoría terminó en labores agrícolas y
mineras en condiciones mucho más precarias que las registradas en las pinturas
al óleo que adornaban las casas de los conquistadores europeos.
Es
justamente de estas plantaciones y minas que escapan la mayoría de les esclaves
que fundaron los palenques cimarrones en lugares como Veracruz, Oaxaca o
Guerrero. Esclaves evadides que, finalmente, obligaron a las autoridades
coloniales a reconocer algunos municipios de africanes libres, como San Lorenzo
en Veracruz; la primera comunidad de esclaves libres en toda América
(reconocida por el Virreinato en 1609).
Aunque
el reconocimiento de la independencia de México trajo consigo la abolición de
la esclavitud, la situación de la población afrodescendiente no mejoró
demasiado. Aún así, la promesa de que tode esclave que llegara a territorio
mexicano sería emancipado, provocó que algunes de quienes huían de la
esclavitud en los estados confederados de Estados Unidos emprendieran el camino
al Sur en lugar de hacia el Norte, lo que dio origen a un importante núcleo de
población afrodescendiente en el territorio de la actual Coahuila (les mascogues).
Toda
esta historia es negada por la gente como Camba y Majluf y es justamente esta
historia la que debe ser rescatada y contada, por el mínimo sentido de
justicia.
Etiquetas: Académico, La Tira de la Peregrinación, tratado sobre la necedad
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