Los Falsificadores de la Democracia 25
La revelación de diversos audios en los que
Alejandro Moreno, legislador y aún líder del PRI, se muestra como responsable
de varios crímenes electorales y penales, pone en jaque a la ya de por si
endeble alianza “Va Por México” de Claudio X. González y exhibe la abierta
complicidad de ciertes “periodistas” y medios con lo peor de la clase política
(sus “brothers”, según les llama el líder PRIista).
Esta
última queda manifiesta cuando medios como Proceso, el Universal, Reforma, el
Financiero o Milenio (además de “colaboradores” de Aristegui Noticias, como Anabel
Hernández o Ernesto Nuñez Albarrán), han decidido hacer caso omiso de todo lo
que revelan dichos audios, lo que resulta contrastante con la exageración que
suelen exhibir ante cualquier “revelación” que involucre a López Obrador o
personas cercanas a éste (todas las cuales, sobra decir, han resultado ser más
falsas que la conciencia social del colectivo Anonymous).
Complicidad
que se extiende no sólo al político campechano y su partido, sino a otras
figuras polémicas cercanas a la espuria alianza opositora, como el prófugo
Ricardo Anaya (de quien insisten en presentar sus ridículos videos semanales
como si fueran “noticias”) o la demente alcaldesa de la Cuauhtémoc, Sandra
Cuevas (de cuyos disparates sólo hablan cuando estos estallan en redes
sociales).
Todo
lo cual llegó a su cúspide más delirante cuando Aristegui Noticias se prestó a
revivir a los cadáveres políticos de Francisco Labastida y Porfirio Muñoz Ledo,
para alimentar la absurda narrativa de un “pacto” del obradorismo con ciertos
grupos del narcotráfico (narrativa auspiciada por las estridentes y nunca
probadas declaraciones de Anabel Hernández).
Finalmente
Aristegui se especializa en trabajar con cadáveres andantes, al grado de que
varies de sus sus principales colaboradores lo son; como Alfredo Figueroa
(exconsejero del IFE, cuando éste avaló el fraude que llevó al poder a Calderón
y declaró legal la compra de votos que dio el triunfo a Peña Nieto), o Gabriel
Reyes Oroña (exprocurador fiscal en los tiempos del Foxismo) y, por supuesto,
el cadáver de la credibilidad de Sergio Aguayo y el del prestigio académico de
Denisse Dresser.
Sí, los audios de Alito destaparon no sólo la evidente corrupción del líder PRIista y la abierta complicidad criminal del PAN y PRD, sus aliados en “Va Por México” de Claudio X. González, sino, sobre todo, la cloaca infecta en la que varios medios de comunicación aceptaron sumergirse, ya fuera por simpatía política o amenazas por parte del bloque opositor.
Mario
Stalin Rodríguez
Etiquetas: Apuntes sobre periodismo, Opinión, virus informáticos
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