jueves, julio 21, 2022

Los Falsificadores de la Democracia 25

 
CLOACA

La revelación de diversos audios en los que Alejandro Moreno, legislador y aún líder del PRI, se muestra como responsable de varios crímenes electorales y penales, pone en jaque a la ya de por si endeble alianza “Va Por México” de Claudio X. González y exhibe la abierta complicidad de ciertes “periodistas” y medios con lo peor de la clase política (sus “brothers”, según les llama el líder PRIista).

            Esta última queda manifiesta cuando medios como Proceso, el Universal, Reforma, el Financiero o Milenio (además de “colaboradores” de Aristegui Noticias, como Anabel Hernández o Ernesto Nuñez Albarrán), han decidido hacer caso omiso de todo lo que revelan dichos audios, lo que resulta contrastante con la exageración que suelen exhibir ante cualquier “revelación” que involucre a López Obrador o personas cercanas a éste (todas las cuales, sobra decir, han resultado ser más falsas que la conciencia social del colectivo Anonymous).

            Complicidad que se extiende no sólo al político campechano y su partido, sino a otras figuras polémicas cercanas a la espuria alianza opositora, como el prófugo Ricardo Anaya (de quien insisten en presentar sus ridículos videos semanales como si fueran “noticias”) o la demente alcaldesa de la Cuauhtémoc, Sandra Cuevas (de cuyos disparates sólo hablan cuando estos estallan en redes sociales).

            Todo lo cual llegó a su cúspide más delirante cuando Aristegui Noticias se prestó a revivir a los cadáveres políticos de Francisco Labastida y Porfirio Muñoz Ledo, para alimentar la absurda narrativa de un “pacto” del obradorismo con ciertos grupos del narcotráfico (narrativa auspiciada por las estridentes y nunca probadas declaraciones de Anabel Hernández).

            Finalmente Aristegui se especializa en trabajar con cadáveres andantes, al grado de que varies de sus sus principales colaboradores lo son; como Alfredo Figueroa (exconsejero del IFE, cuando éste avaló el fraude que llevó al poder a Calderón y declaró legal la compra de votos que dio el triunfo a Peña Nieto), o Gabriel Reyes Oroña (exprocurador fiscal en los tiempos del Foxismo) y, por supuesto, el cadáver de la credibilidad de Sergio Aguayo y el del prestigio académico de Denisse Dresser.

            Sí, los audios de Alito destaparon no sólo la evidente corrupción del líder PRIista y la abierta complicidad criminal del PAN y PRD, sus aliados en “Va Por México” de Claudio X. González, sino, sobre todo, la cloaca infecta en la que varios medios de comunicación aceptaron sumergirse, ya fuera por simpatía política o amenazas por parte del bloque opositor.

Mario Stalin Rodríguez

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