Paparruchas 06

 INFODEMIA

Si ya a cuando la Jornada Nacional de Sana Distancia llevaba poco más de un mes, las noticias falsas se propagaban con facilidad a través de redes sociales y medios de comunicación tradicionales, hoy, a casi nueve meses de que el primer caso de COVID-19 fuera detectado en México, éstas no han amainado.

            La naturaleza y finalidad de las mismas no han variado, así sea buscar e inventar miles, decenas de miles y hasta cientos de miles de muertes que “el gobierno ha ocultado”, que negar la existencia del virus SARS-Cov-2 o decir que el semáforo sanitario federal exagera o subestima la situación en determinado estado.

            Y, en tan tóxico ambiente, la figura de los gobernadores “federalistas” ha ganado protagonismo tanto por su estridencia mediática, como por lo inoperante e inepto de su manera de abordar la pandemia, rayando en lo criminal.

            Estos personajes lo mismo han sobre-endeudado los estados que gobiernan, que adquirido equipos médicos inexistentes a empresas fantasmas o equipamientos cuya eficacia contra la propagación del COVID-19 está en duda o, directamente, se ha demostrado inexistente.

 

En el transcurso de los meses, múltiples figuras han contribuido a la propagación de la infodemia, algunas de manera sostenida (como los gobernadores “federalistas”), otros (como los “exsecretarios de salud” o el derrotado candidato presidencial del PAN, Ricardo Anaya) de forma efímera y algunos más (como la estridente senadora y “experta en todo” Lilly Tellez) de forma intermitente.

            Y hay otros que simplemente son ridículos a grados superlativos, como la actriz Paty Navidad o quienes utilizan el membrete de “Anonymous” con cualquier apellido, sea “hispano”, “azteca” o “de México”, dedicándose a difundir las conspiranoías más idiotas.

            Y, finalmente, hay quienes sencillamente han seguido viviendo en estas circunstancias de lo mismo que han vivido durante años; inventar y difundir noticias falsas. En este grupo se encuentran desde personajes individuales como Loret de Mola o Denisse Dresser hasta grupos mediáticos como quienes controlan al Universal, el Reforma y, últimamente, la cosa que usurpa el nombre de Proceso.

 

Todos ellos, desde los gobernadores “federalistas” hasta los grupos mediáticos y pasando por los ridículos payasos, persiguen un único fin con la propagación de sus flagrantes mentiras; golpear políticamente a la figura de Andrés Manuel López Obrador, con la esperanza de mermar su popularidad en camino a las elecciones intermedias de 2021.

            Es por eso que es necesario combatir la infodemia y señalar a quienes la fomentan y propagan. No cayendo en su juego y respondiéndoles en sus publicaciones de redes sociales (lo que, finalmente, sólo ayuda a darles mayor visibilidad). No compartiendo sus publicaciones aunque sea para “comentarlas de forma irónica”.

            Pero sí exhibiéndolos como lo que son. Sí denunciando sus prácticas y discursos falaces. Para que nunca más regresen al poder quienes pretenden conquistarlo y mantenerlo por medio de las mentiras.

 

Mario Stalin Rodríguez