#SEXTEMBER2020 - REFLEJO
Nunca le había encontrado el gusto al asunto de la lencería.
Es
cierto que tenía alguna en su guardarropa, principalmente prendas que le habían
regalado sus parejas o se había comprado para complacerles, que se había puesto
sólo una o pocas veces y sólo cuando sabía que iba a verles... Pero, en
general, le parecía ropa incómoda, impráctica y de franco mal gusto.
En
su día a día prefería los sostenes deportivos o, directamente, ir sin uno. Los bóxers
holgados o lo que sus amigas llamaban “calzones de abuelita”. Para dormir
prefería hacerlo con una pijama de franela si hacía frió o desnuda si hacía
calor, acaso con una única prenda para la toalla sanitaria durante su periodo.
No,
nunca le había encontrado el gusto al asunto de la lencería, ¿qué sentido
tenía, se preguntaba, lucir una prenda que nunca se vería y que, si llegaba a
verse, era para ser quitada casi inmediatamente?
Por eso, en el subterráneo, apretaba contra
su pecho la pequeña bolsa de papel, con la esperanza de que nadie viera la
marca impresa en ésta, famosa por su elaborada lencería.
Fue
un impulso incomprensible e irresponsable, se decía. Había roto con su pareja
en los primeros días del confinamiento social y no se estaba viendo con nadie,
ni siquiera por videollamadas... Además, aquel minúsculo conjunto le había
costado casi tanto como el valor total de la mitad de las prendas íntimas que
tenía en su cajón.
Al
llegar a su casa colocó aquello entre el montón de ropa por lavar y sanitizar
y, con una risita un poco avergonzada, pretendió olvidarle. La misma risita que
soltó cuando vio el conjuntito al poner la lavadora, cuando tendió la ropa
limpia en su pequeña azotehuela y cuando la guardó una vez seca.
Quince días después lo volvió a encontrar
en su cajón de ropa íntima, pero ahora no se rió.
Se
sonrojó un poco mientras acariciaba la suave tela que, se supone, iría sobre su
sexo... Sonrió para sí misma y tomó el conjunto.
Frente
al espejo de su recámara empezó a acariciar el encaje sobre sus senos y pudo
sentir como, a cada nuevo círculo que delimitaba la aureola de sus pezones, la
fina tela sobre su sexo iba empapándose.
Bajo
una de sus manos y empezó a jugar por sobre la tela, primero suavemente y
después con mayor fuerza y velocidad... Estiró su brazo para, sin dejar de
verse en el espejo, extraer uno de sus juguetes de uno de los cajones
inferiores de la cómoda.
Lo
encendió y, sin quitarse la prenda, lo colocó por debajo de ésta...
Minutos después, cansada y sudada, aún con
el conjunto puesto y algo desacomodado, se vio sonriente al espejo.
Sí,
nunca le había encontrado el gusto al asunto de la lencería, pero hoy y en ese
instante; le gustaba.
Mario
Stalin Rodríguez.
Y con esto termino mi participación en el #SEXTEMBER2020, como en las anteriores, tiré de Random.org para saber qué dibujar y el resultado fue:
Lo que, de acuerdo al calendario temático propuesto, sería un dibujo de "Personajes Propios"... Pero, dado que la Fabulosa Cass, quien ha protagonizado todas mis participaciones en la actividad, ya es de por sí una personaje de creación propia, me parecía un poco una trampa.
Así que tire de nuevo de Random.org para ver con qué podía complementar el dibujo y el resultado fue
Esto es; "Lencería" (aunque, visto el resultado, también habría valido para el 26, "Juguetes")... Y hasta aquí esta actividad en estos bites, aunque es probable que todavía haya un último post para ver lo de la recopilación final de todas las participaciones habidas y por haber.
Etiquetas: 12 Uvas, Entrada programada, off topic
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