Calderón "será un usurpador"
La decisión del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) representa la voluntad de los poderes fácticos (PAN-Fox, iniciativa privada, Iglesia católica, medios de comunicación masivos y adláteres): la izquierda no debe acceder al poder nunca, aseguran. No existe opción para México que no sea la nuestra, afirman, e imponen a un títere de nombre Felipe Calderón Hinojosa. Sin embargo, ellos sí están jugando con fuego. Calderón no podrá ser un presidente legítimo luego de este repugnante fraude orquestado por el gobierno foxista. Calderón y Fox despertaron al odio de clase. Dividieron a la sociedad de manera perversa, con una campaña pedestre, pero efectiva, dentro del marco más asqueroso del viejo anticomunismo falangista. Metieron la cizaña entre el pueblo con mentiras políticas y personales. Con falsedades primitivas.
Calderón no es digno de ocupar la máxima representatividad del país. Fox tampoco lo ha sido. El candidato que ya se siente presidente, en su cierre de campaña, se puso de manera hipócrita "en manos de Dios". Así, según él, se llaman Hildebrando y los otros mapaches. Y después, con cinismo, dijo: "Pido a quienes no votaron por mí que me permitan demostrarles que gobernaré para todos". Días después, con la misma catadura precisó, refiriéndose a él y a su camarilla, que quienes habían ganado las elecciones eran los pacíficos contra los violentos. ¿Quiénes han sido, verdaderamente, los violentos?, me pregunto. ¿ Por qué si estaba tan seguro de su triunfo no aceptó el voto por voto, casilla por casilla? No, no lo hubiera aceptado nunca. Se descubriría el fraude. Calderón no puede ser presidente de los mexicanos, no tiene legitimidad. Imposible. Si lo imponen, como creo que ya todo está preparado, detentará el poder como un usurpador.
Después del despojo electoral, quien piense que la revisión de casi 12 mil casillas van a cambiar las cosas se equivoca radicalmente. Esto ya se cocinó desde hace un buen rato. No obstante, a estas alturas del partido millones de mexicanos ya no aceptamos el "atolito con el dedo". Y la verdad es que Fox y Calderón nos quisieron ver la cara de sus... tontitos. Será extraordinariamente interesante contemplar y participar, como observador político, como militante y mexicano comprometido, la salida que busque Andrés Manuel López Obrador a esta nueva trampa de la ultraderecha antinacional. Con el potencial que se ha alcanzado en este movimiento y con una visión patriótica. Sin cansancio, sin mentiras y traiciones, son impredecibles las vueltas que podamos darle, hacia la izquierda, a esta tuerca tramposa.
Atentamente
Guillermo Zamora, premio internacional de literatura de no ficción Roberto Walsh 1998.
Etiquetas: Notas
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