jueves, septiembre 25, 2025

Sextiembre 2025_04

 SHORTS


A veces ella sueña.

           Enfundada en algo que sólo un INCEL desarrollador de videojuegos podría considerar “ropa para hacer arqueología”, ella (que no es ella, sino una versión caricaturizada de una ella más joven) recorre una selva que es sólo una versión cliché de una selva, hasta encontrar un edificio que no es un templo maya, ni teotihuacano, ni mexica, ni mixteco, ni zapoteco, ni olmeca ni de ninguna cultura que ella pueda reconocer, sino lo que el mismo desarrollador de videojuegos INCEL creería que es un templo de alguna de esas culturas (porque, obviamente, para un desarrollador de videojuegos INCEL todas las arqueólogas son jóvenes, recorren la selva en microshortsitos y llegan a templos que son exactamente el mismo templo para todas las culturas).

            Sí, a veces ella sueña... Bueno, no tan “a veces”; de hecho llevaba años sin soñar ese sueño... Y esa pequeña parte de ella que ve el sueño y lo analiza, se pregunta ¿por qué esta soñando este sueño hoy?

            Descarta la pregunta por ridícula; a veces los sueños sólo son sueños y, a veces, ella sueña.

            Se echa para atrás el cabello, que luce unos brillos rubios que ella no ha usado desde la mitad de sus veintes. Extrañamente le gusta como se le ven a esta versión caricaturizada de ella... Una versión de ella que no necesita reacomodar la entrepierna de sus microshorts a cada paso.

            De pronto, a contraluz, ve al felino al final de un pasillo cuyas paredes están adornadas por algo que sí son símbolos mayas, pero colocados sin ningún sentido... Y esa pequeña parte de ella que ve el sueño y lo analiza, se reprocha por distraerse en cosas como símbolos mayas.

            Se recarga en la pared (sí, en la de los símbolos mayas)... Ve al felino acercarse y ni por un segundo considera desenfundar las pistolas ridículamente grandes que lleva en los muslos.

            El felino se acerca y a veces es un jaguar moteado y otras es un jaguar negro y otras ni siquiera es un jaguar, sino un dios... Al final es un hombre que conoce, aunque en realidad no es ningún hombre que conoce o haya conocido, sólo un hombre que, en este sueño, conoce.

            Mira al hombre que se acerca... Sonríe; esta es la parte del sueño que le gusta, todo lo demás sólo son preámbulos.

 

Mario Stalin Rodríguez

Etiquetas: , , , , ,