jueves, noviembre 01, 2018

XANTOLO


y el Asalto al Cielo

Movimiento estudiantil de 1968
A los caídos, a quienes aún luchan
El museo, en tanto espacio de memoria y construcción de la cultura, dedica la ofrenda mortuoria de este año al movimiento estudiantil de 1968, cuyo desarrollo, demandas y participantes marcaran la historia de la segunda mitad del Siglo XX en México.

Lo que empezó con una riña entre los estudiantes de una preparatoria particular y una pública, rápidamente escaló para transformarse en un movimiento de proporciones nacionales, en el que se conjuntaba lo mismo la defensa de la autonomía universitaria, la exigencia para construir una verdadera democracia en el país y el reclamo social hacia el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz.

Fue, específicamente, la vocación autoritaria del gobierno federal y de las autoridades del entonces Distrito Federal, lo que explica la constante represión ejercida contra los estudiantes y quienes les apoyaban, así como las mentiras que, desde los medios oficialistas, se contaban para intentar disminuir el cada vez mayor apoyo popular al movimiento.

Muchos son los momentos claves de este año: La toma de la preparatoria número 1 en la que el ejército destruyó la histórica puerta de San Ildefonso; el izamiento de la bandera a media asta en Ciudad Universitaria, la marcha del silencio encabezada por el entonces rector de la UNAM, Javier Barros Sierra; las tomas militares del Casco de Santo Tomás, CU y la vocacional número 7; la represión de los estudiantes de la Universidad Autónoma de Guadalajara en Jalisco, el linchamiento de los trabajadores de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla en San Miguel Canoa, Puebla y otros; hasta desembocar en los trágicos sucesos del 2 de octubre en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco, Ciudad de México.

¿Cuál es el número de víctimas que la represión cobró a lo largo de aquellos meses? Imposible saberlo, tan sólo en la tarde y noche del 2 de octubre y madrugada del 3, las cifras oficiales reconocen casi medio millar de caídos, a los que habrán de sumarse los centenares de desaparecidos a manos del ejército y la policía capitalina en las acciones anteriores y posteriores.

A 50 años de estos hechos, la ofrenda del Departamento de Comunicación Educativa del Museo Nacional de Antropología, se dedica a la memoria de los jóvenes que abanderaron las demandas de libertad, participación democrática y reconocimiento a sus aspiraciones vitales, mismas que aún hoy están presentes en la vida cotidiana de la juventud mexicana, que representa la tercera parte de la población del país (la cifra más alta en nuestra historia).

La fiesta de todos los santos
El Miccailhuitlo (Fiesta de los Muertos) de la Huasteca Hidalguense es mayormente conocido como Xantolo (deformación nahua del latín Sanctorum; todos los santos) que, en la región de Jaltocán, Hidalgo, cobra formas muy particulares.

Las actividades arrancan a partir del 29 septiembre cuando se realiza una pequeña ofrenda con chocolate y pan, continúan el 18 de octubre con la cosecha de los racimos de plátanos que se pondrán en las ofrendas y cuyo montaje se realiza el 30 de ese mes: inicia desde temprano con la construcción y decorado del arco para que, por la tarde, se coloquen todos los elementos que conforman la ofrenda.

Del 31 de octubre al 2 de noviembre se realizan diversos actos públicos entre los que destacan:las topadasque son los encuentros de huapangueros y las danzas de los Huehues (viejos) y Tlachikileuani (los que viven en el panteón), en esta última la gente se disfraza con la ropa de los difuntos y cubren sus rostros con máscaras o pañuelos.

Además, la comunidad visita el panteón para limpiar las tumbas de los seres queridos, adornarlas con arcos de flores y convivir con la familia y personas cercanas; todo esto acompañados por huapangos tocados por los músicos tradicionales de esta zona.

En los domicilios la ofrenda incluye un arco de bejucos de caña adornado con hojas de palma, flores de cempoalxochitl y mano de león. En ésta se colocan, además de los tradicionales alimentos (panes, chocolate, tamales y frutas), velas de cera, veladoras e imágenes de los difuntos.

Las festividades continúan el 30 de noviembre cuando se coloca la última ofrenda y, quienes participaron en el Tlachikileuani, realizan un último baile nocturno a través de los barrios para desprenderse de sus disfraces a la medianoche.

El 1° de diciembre por la mañana, los arcos de flores son retirados de las tumbas, dando así por finalizadas las festividades en honor a los muertos.

Museo Nacional de Antropología
Departamento de Comunicación Educativa
Jefa del Departamento: Mtra. Alejandra Razo Valdez
Coordinación y diseño del proyecto: Jezlia Pacheco Sierra
Mario Stalin Rodríguez
Asesores Educativos

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