REFERENTES
(mi madre, en una foto de Pedro Valtierra, 1979 durante una marcha de Toluca, Estado de México a la Ciudad de México)
Por supuesto, cada quien habla desde la propia experiencia y no es posible extrapolar ésta salvo de manera general.
En
mi caso, mi primer y principal referente social fue siempre mi madre. Fue de
ella de quien aprendí a relacionarme con el otro y la importancia de la empatía
en estas relaciones... A caminar en el camino del otro, con sus pasos.
Tuvo
su propio camino y supo andarlo. No siempre estuvo segura de la dirección de
sus pasos y, muy seguramente, en más de una ocasión se preguntó sobre el
sentido de ésta y del camino que caminaba.
Dicen
quienes la conocieron en aquel entonces, que mi madre caminaba con cocteles
molotov en su morral. Que en una noche de brigadas preparó un atole tan espeso
y dulce, que fue el mejor engrudo para pegar carteles y que, años después,
cuando yo ya estaba vivo y consciente, estos seguían en las paredes donde
fueron fijados.
Y
será que mi madre, en algún momento, cambió el morral por bolsos, aunque la
recuerdo principalmente con un morral tejido... Y es cierto, en éste y en esto
no cargaba ya más molotovs, pero sé que seguía fijando carteles y caminando su
camino.
Y
seguía, por supuesto, caminando junto al otro, con sus pasos y sonriendo.
Y
será que por eso sigo caminando, porque mi primer y principal referente social
fue siempre mi madre.
Mario
Stalin Rodríguez
Etiquetas: Entrada programada, in memorian, tratado sobre la necedad
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