LOS TRAJES GRISES
de cómo montar dinosaurios
Tengo que ser sincero contigo; no estamos
solos en este mundo.
En
las calles que caminamos hay muchas cosas, muchas personas; todas ellas
diferentes... Y es mejor que así sea, porque el mundo sería muy aburrido si
estuviéramos cortados, todos, con la misma tijera.
No,
en estas calles abundan los distintos; hay brujas y hadas, superhéroes y
villanos, gnomos y gigantes, ángeles aburridos y demonios divertidos... En este
mundo hay muchas cosas, por haber; hay hasta dinosaurios, quienes los montan y
sí, también están los de los trajes grises.
Los
de los trajes grises abundan, tanto que te encontrarás con ellos en cada
esquina. Es fácil reconocerlos. No, no por sus vestidos; los de los trajes grises
visten todo tipo de ropa, de todos los colores, es sólo que, en ellos, toda la
ropa, de cualquier color, parece un traje gris.
Es
fácil reconocerlos, te decía; son las personas que te dirán que no existen
dinosaurios.
Tú y yo sabemos que los dinosaurios
existen, que basta con cerrar los ojos un momento, pensarlo con todas tus
fuerzas y estarás montando un dinosaurio, dispuesto a correr junto a ti las más
grandes aventuras.
Pero
cuidado, cuando dobles esa esquina, te toparás con uno de los de los trajes
grises... Tú vas contento montado en tu dinosaurio, distraído porque en ese
momento peleas contra un dragón azul a motas amarillas y, al doblar la esquina,
chocas contra el del traje gris.
Es
el señor o la señora, el joven o la mujer, la adolescente o el hombre que te
mirarán con enojo por haber chocado contra ellos. Te regañarán porque “debes
tener cuidado” y “mirar por donde caminas”.
Y
no importará que te disculpes o que intentes explicarles que es difícil tener
cuidado o “mirar por donde caminas”, cuando vas montando un dinosaurio y
peleando contra dragones azules a motas amarillas.
Tampoco
le importará si tu mamá, tu papá, una tía o tío, o quien sea que te acompañe,
le pida disculpas y que entienda que los niños son niños y, a veces, van
montando dinosaurios y peleando contra dragones azules a motas amarillas.
No
le importará y te regañará, porque para los de los trajes grises, no existen
los dinosaurios... Cuidado, porque intentará convencerte de eso, de que debes “tener
cuidado” y “mirar por donde caminas”, de que los niños no son niños y no pueden
andar por ahí, montando dinosaurios ni peleando contra dragones azules a motas
amarillas (“habrase visto”).
Y
esto es importante para ellos porque, sin dinosaurios, los de los trajes grises
se sienten solos. Van por ahí tratando de convencer a los niños de cualquier
edad de que no existen dinosaurios para que, sin dinosaurios, ellos también se
sientan solos y cambien sus ropas y sus capas de superhéroe por un traje gris.
Por eso es importante para nosotros saber
que existen dinosaurios; para poder encontrarnos por el mundo con gnomos y
hadas, gigantes y demonios, ángeles aburridos y villanos, demonios divertidos y
superhéroes; para no estar solos... Para nunca vestir un traje gris y seguir
montando dinosaurios.
Mario
Stalin Rodríguez
Para Mauro, a sus tres años... Porque cuando
ríe, sé que existen dinosaurios y que podamos montarlos.
Etiquetas: off topic, tratado sobre la necedad
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