Un asunto de memoria
México, 1846.
Tras la independencia de Texas y su posterior anexión a la soberanía de Estados Unidos de Norteamérica, el conflicto entre las autoridades de Washington y el gobierno mexicano crecen hasta que, el 13 de Mayo, es declarada formalmente la guerra entre ambos países.
El conflicto durará 2 años más, culminando con la apropiación de Texas y las californias (aproximadamente la mitad del territorio mexicano) por parte del gobierno estadounidense.
El enfrentamiento fue marcado, principalmente, por la superioridad del ejército invasor y por decisiones estratégicas marcadamente inapropiadas por parte de los defensores, bajo el incompetente mando de Antonio López de Santa Anna (tan incompetente fue que, incluso, hay quien dice que fue todo lo contrario, sólo que estaba trabajando para el otro lado).
Formalmente, la intervención estadounidense culmina con la firmas del tratado de Guadalupe-Hidalgo el 2 de Febrero de 1848.
¿Por qué esta lección de historia en estas fechas?
Durante la invasión un contingente de más de 300 soldados del ejército invasor desertaron para sumarse a la defensa de México, la mayoría de ellos eran Irlandeses, con algunos alemanes, italianos y canadienses. Fueron agrupados bajo el mando de John Riley en el batallón de San Patricio (santo patrono de Irlanda, cuya celebración es el 17 de Marzo).
Originalmente un regimiento de artillería, el Batallón de San Patricio participó en importantes victorias de la defensa como la batalla de Monterrey (21 de Septiembre de 1846) y muchas otras, principalmente en el Norte. Hasta que por decisión de Santa Anna fue transformado en regimiento de infantería y asignado a la defensa de Churubusco, en la Ciudad de México, a mediados de 1847.
El exconvento de Churubusco, tras una prolongada batalla, cae en manos de los invasores el 20 de Agosto de 1847, los oficiales del Batallón de San Patricio son apresados bajo cargo de traición y deserción y ejecutados durante la toma del Colegio Militar el 13 de Septiembre de ese año.
Algunos sobrevivientes regresaron a Estados Unidos, a algunos pocos el Gobierno mexicano les otorgó tierras y murieron como mexicanos. John Riley fue enterrado en Veracruz en Agosto de 1850, bajo el nombre de Juan Riley. El batallón de San Patricio fue formalmente desbandado ese mismo año.
Si algún rasgo común había entre los integrantes del batallón es el de pertenecer a grupos migrantes vilipendiados y discriminados entre la sociedad estadounidense, de ahí que se sintieran más identificados con el pueblo ofendido que con el ejército invasor al que, originalmente, pertenecían.
Al margen del resultado final, la historia del Batallón de San Patricio debería ser recordada como un ejemplo de la solidaridad entre los pequeños y como tal, los miembros de este merecen justa memoria y ser celebrados, cuando menos, en el día dedicado al nombre que para sí mismos eligieron.
El conflicto durará 2 años más, culminando con la apropiación de Texas y las californias (aproximadamente la mitad del territorio mexicano) por parte del gobierno estadounidense.
El enfrentamiento fue marcado, principalmente, por la superioridad del ejército invasor y por decisiones estratégicas marcadamente inapropiadas por parte de los defensores, bajo el incompetente mando de Antonio López de Santa Anna (tan incompetente fue que, incluso, hay quien dice que fue todo lo contrario, sólo que estaba trabajando para el otro lado).
Formalmente, la intervención estadounidense culmina con la firmas del tratado de Guadalupe-Hidalgo el 2 de Febrero de 1848.
¿Por qué esta lección de historia en estas fechas?
Durante la invasión un contingente de más de 300 soldados del ejército invasor desertaron para sumarse a la defensa de México, la mayoría de ellos eran Irlandeses, con algunos alemanes, italianos y canadienses. Fueron agrupados bajo el mando de John Riley en el batallón de San Patricio (santo patrono de Irlanda, cuya celebración es el 17 de Marzo).
Originalmente un regimiento de artillería, el Batallón de San Patricio participó en importantes victorias de la defensa como la batalla de Monterrey (21 de Septiembre de 1846) y muchas otras, principalmente en el Norte. Hasta que por decisión de Santa Anna fue transformado en regimiento de infantería y asignado a la defensa de Churubusco, en la Ciudad de México, a mediados de 1847.
El exconvento de Churubusco, tras una prolongada batalla, cae en manos de los invasores el 20 de Agosto de 1847, los oficiales del Batallón de San Patricio son apresados bajo cargo de traición y deserción y ejecutados durante la toma del Colegio Militar el 13 de Septiembre de ese año.
Algunos sobrevivientes regresaron a Estados Unidos, a algunos pocos el Gobierno mexicano les otorgó tierras y murieron como mexicanos. John Riley fue enterrado en Veracruz en Agosto de 1850, bajo el nombre de Juan Riley. El batallón de San Patricio fue formalmente desbandado ese mismo año.
Si algún rasgo común había entre los integrantes del batallón es el de pertenecer a grupos migrantes vilipendiados y discriminados entre la sociedad estadounidense, de ahí que se sintieran más identificados con el pueblo ofendido que con el ejército invasor al que, originalmente, pertenecían.
Al margen del resultado final, la historia del Batallón de San Patricio debería ser recordada como un ejemplo de la solidaridad entre los pequeños y como tal, los miembros de este merecen justa memoria y ser celebrados, cuando menos, en el día dedicado al nombre que para sí mismos eligieron.
FELIZ Y VERDE DÍA DE SAN PATRICIO
Mario Stalin Rodríguez
17 de Marzo.
17 de Marzo.
Y recuerden que pueden seguir votando por:
- El Trío Galaxia
- He-man y los Amos del Universo
- Calabozos y Dragones
- La fabulosa (e increiblemente bella) Cass
Acá:
Etiquetas: 5° Aniversario, Memoría / olvido, tratado sobre la necedad
5 Comments:
Todos los dias se aprende algo nuevo, curiosa historia,
Sergio Aragonés en el número que se le dedicó en la colección Solo también recuerda esta historia, con el añadido de la versión que se encontró en el libro de historia de su hija. Paso a teclas:
«Durante la guerra entre Estados Unidos y México, un batallón llamado "San Patricio", compuesto por desertores irlandeses ebrios que se vendieron a Santa Ana, luchó en el bando mexicano. Al final, terminaron rindiéndose y fueron ejecutados sumariamente.»
Por si queda alguna duda, Sergio Aragonés vive en Estados Unidos.
Desconocida y curiosa historia. Contigo siempre acabo por aprender algo nuevo :)
Feliz y Verde día de San Patricio, pues.
aaauch!! q m ha echo leer historia..muy bien, ya muchos maestros hubieran querido q lo leyera antes...jejee no se les hizo..por eso y mas felicidades.
Ahora entiendo, porque delebrabas a San Patricio o el día que se festeja el santo. Hay díaas en toda la historia de nuestros pueblos, que no deberíamos olvidar y cuanto menos, homenajear a las personas que entregaron sus vidas y sus esfuerzos, por mejorar el bien estar de los que se quedan o vienen después.
Feliz día aunque sea con uno de retraso.
Besicos muchos.
Publicar un comentario
<< Home