miércoles, septiembre 17, 2025

Sextiembre 2025_03

 SILENCIO


 Baja el volumen de la música y mira su obra terminada; hace tiempo que la casa no lucía tan habitable, sin juguetes regados por doquier, sin material escolar desordenado sobre la mesa del comedor, sin ropa infantil en los sillones ni la cocina... Vaya; de verdad está exhausta.

            Sube a su habitación y ve al gato dormido en la cama destendida... Maldición, piensa; iba a tenderla muy temprano en la mañana, pero primero tuvo recoger la ropa y lavarla cuando vio la cantidad de prendas infantiles que se acumulaban junto a la lavadora... Y se dio cuenta de los trastes sucios que se acumulaban en la tarja cuando subió por el detergente y del estado del piso de la cocina... Y de la situación en la sala... Parecería que la limpieza no se hiciera desde hace semanas y no sólo desde su último “día de descanso”.

            Las tareas del hogar se fueron encadenando una tras otra y en algún momento antes de mediodía puso su “playlist para el quehacer” mientras se recogía el pelo... Y la cama quedo sin hacer.

            La mira; una tarea del hogar más... Mira su teléfono, piensa en volver a subir el volumen de la música... Mira la cama sin hacer; apaga la música.

            Escucha con atención... Nada.

            No hay gritos o risas infantiles, no hay una televisión encendida, no hay instrumentos musicales afinándose, no hay electrodomésticos llenando la casa de ruido... Nada; sólo silencio.

            Los quehaceres están hechos, se dice (bueno, salvo la cama). La niña está con su esposo en... En... En... ¿Visitando a su abuelo? Ni siquiera lo recuerda; quédate dormida, le había dicho al salir, es tu único día de descanso.

            “Día de descanso”... Aprecia la ironía.

            Él se encarga de las tareas cotidianas mientras ella trabaja, por supuesto. Recoger a la niña del colegio, asegurarse de que haga la tarea, coma, cene, tenga ropa limpia... Ser músico de fines de semana en locales nocturnos es lo que tiene; que le deja tiempo libre entre semana.

            Pero las tareas del hogar se acumulan cuando hay una niña en edad escolar correteando libre por la casa.

            Debería bañarse antes de que vuelvan, se dice; tiene bastante ropa limpia y los quehaceres hogareños la dejaron bastante sudada... En el silencio de la casa empieza a desnudarse.

            Escucha con atención... Nada, sólo silencio... E, inesperadamente, eso la exita.

            Se recuesta en la cama mientras se toca, procurando no despertar al gato... Ni siquiera está pensando en nadie, sólo disfrutando el silencio...

 

Mario Stalin Rodríguez

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