jueves, noviembre 27, 2025

LA CRUZADA DEL CASCARUDO

Sobre la representación de Ceridwen, deidad de la lengua y la transformación, en la mitología celta.
Los cascarudos aparecen originalmente en el "El Eternauta" de Héctor Germán Oesterheld*.

La gota que derramó el vaso fue cuando vio escrito “fiestas decembrinas”, dos simples palabras que terminaron por derribar su visión del mundo y, con ello, su tranquilidad.

            Podría ser que a él también el que dos simples palabras le causaran tan efecto le parecería absurdo, pero no llegó siquiera a formar ese pensamientos cuando desde el casco electrónico que él y los otros cascarudos portaban, le dictaron que no eran sólo dos simples palabras, sino un síntoma de todo aquello que le causaba cierto desasosiego... Y, como siempre, el mismo casco electrónico le dictó  que aquello era su propio pensamiento y no algo que le dictaban.

            Pasaba desde ya hace algún tiempo cuando se enfrentaba a casi cualquier cosa que saliera de los dictados del casco electrónico y que implicaba algún cambio al estado de las cosas; que el casco electrónico le dictaba a él y a los otros cascarudos que se sintieran incómodos ante el cambio y que aquella incomodidad era, por supuesto, suya propia y no un dictado del casco electrónico.

            Así que el cascarudo tomó su arma, una edición vieja del diccionario de la RAE (una anterior al cambio de “mujer” por "persona" en la 5ª acepción de “fácil”, porque el cambio, le dictaba el casco electrónico, le causaba intranquilidad), y emprendió una cruzada para recuperar aquello que el casco electrónico le dictaba que era su tranquilidad y visión del mundo.

            Y lo hizo, por supuesto, desde la pantalla de su teléfono... Porque el casco electrónico le dictaba que no necesitaba saber nada del mundo, salvo aquello que el caso electrónico le dictaba que viera en la pantalla de su teléfono.

            Su primer objetivo sería, obviamente, quien fuera que había escrito aquel “fiestas decembrinas”... Porque el cambio, le dictaba el casco electrónico, era peligroso... No para él, no para los otros cascarudos, sino para voz detrás de los dictados del casco electrónico.

Mario Stalin Rodríguez

*Elijo a Ceridwen por sobre otras deidades relacionadas al lenguaje, aunque ni ella ni ninguna otra aparecen en el relato, porque me pareció interesante que dentro de sus atributos estuviera también el cambio y la transformación, porque la lengua es, justamente, cambio y transformación.
Los cascarudos, por su parte, me parecen una metáfora excelente sobre huestes golpeadoras decerebradas que actúan sólo bajo las órdenes de un poder externo... Que tal era su función en la obra de Oesterheld, según declaraciones del propio autor antes de que fuera desaparecido por los cascarudos reales de la muy real dictadura de Argentina.

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