Los Falsificadores de la Democracia 51

 LOS ÚLTIMOS DÍAS

Abandonada a su desesperanza y a unos días de las elecciones, la derecha ya no intenta convencer a nadie con sus noticias falsas y campañas de miedo; sólo mantener vivo el odio irracional que su base de votantes siente por el obradorismo y su continuidad.

            De ahí que ya ni siquiera se molesten en intentar que las mentiras que presentan sean mínimamente verosímiles; solamente incendiarias. Lo que aplica para un Latinus insistente en el pésimo montaje de involucrar a la familia de López Obrador en “escándalos de corrupción” sostenidos en fantasías o el lanzamiento constante de panfletos mendaces, ya sea que los firme la mitómana Anabel Hernández o alguna versión más joven y sonriente de ella, pero igualmente falaz.

            No ya de cara a “ganar” una elección que sabían perdida desde el principio, sino para mantener un porcentaje de votación que les garantice curules (y fuero) a impresentables como Alito Moreno y Marko Cortés, permitiéndoles seguir siendo el estorbo legislativo que han sido los últimos tres años.

            En este escenario su insistencia en “dar por buena” la encuesta-ficción de Massive Caller y seguir aplaudiendo en medios a una candidata que, abandonada en los hechos, comete cada vez más constantemente errores cada vez más absurdos, son sólo para mantener las apariencias frente a una vociferante “marea rosa” cada menos numerosa, pero cada vez más radicalizada.

            Aún está por verse si el errático comportamiento de Xóchitl Gálvez es porque finalmente se dio cuenta de la forma en que ha sido usada por el grupo de interés de Claudio X. González y es consciente del abandono que será su destino tras la derrota del 2 de Junio, cuando quienes ahora le aplauden sus desfiguros le culpen a ella (y sólo a ella) del fracaso de su malograda candidatura... O sencillamente siempre fue así y su caótica campaña fue sólo el reflejo de los intentos de su equipo por moderar su innata tendencia al histrionismo más absurdo y, ahora que ya se ha vuelto inútil, sencillamente le han soltado las cadenas.

            Aunque nada de eso cambia su destino; tras la derrota su errático comportamiento, su total falta de proyectos, su evidente corrupción y su completa idiotez, todo lo que es ella, será usado para explicar el fracaso; relegándola al ostracismo en el que tuvieron a Josefina Vázquez Mota y reciclándola, tal vez, como figura secundaria en las campañas de 2027 y 2030... Eso, claro, si la exhibición de los crímenes que cometió al amparo de sus puestos públicos no la llevan a un exilió autoimpuesto como el de Cabeza de Vaca o Ricardo Anaya.

            Ello, por supuesto, depende en mucho de que el último y desesperado intento de la derecha de afectar el resultado electoral a través de procesos legales fracase... Y para que éste y todas sus pretensiones fracasen aún se debe pasar por el 2 de Junio.

            Para que Norma Piña no intente violar la voluntad popular, para no entregar la Ciudad de México a las manos del grupo mafioso del cártel inmobiliario representado por el criminal Santiago Taboada y limitar las pretensiones de impunidad de Alito Moreno, Marko Cortés, Ricardo Anaya, Claudio X. González y toda su camarilla, es necesario que el triunfo de este 2024 sea equiparable e incluso mayor que el de 2018; para desterrarles a la cloaca de la historia.

Mario Stalin Rodríguez