Los Falsificadores de la Democracia 50
SIGAMOS HABLANDO DE PALESTINA
Empezó
en pocas universidades de Estados Unidos con unas cuantas personas en unas
cuantas tiendas de campaña, pero la desproporcionada reacción del gobierno
estadounidense en general y de los gobiernos locales en particular, asaltando
los improvisados campamentos con equipos y agentes casi militares, propagó la
protesta y la conciencia.
Pronto
hubo campamentos en decenas de universidades estadounidenses y europeas, exigiendo
el cese al fuego israelí, detener la venta de armas y cooperación militar con
las fuerzas genocidas, romper relaciones diplomáticas con el régimen de Tel
Aviv y sanciones de acuerdo al derecho internacional por sus crímenes de
guerra.
La
respuesta de los gobiernos no se hizo esperar; criminalizar la protesta, reprimir
las manifestaciones pacíficas y acallar las voces críticas, en Estados Unidos,
Francia, Italia, Alemania... Y, pese a ello o precisamente por eso, la protesta
y la conciencia siguen propagándose, llegando a México.
La
instalación de un campamento en apoyo a Palestina en las inmediaciones de la rectoría
de la UNAM, aunque pequeño en comparación con otros en USA y Europa, recibió la
atención mediática que se le había negado a las diversas marchas que se habían
realizado por la misma causa.
Si
bien en su mayoría la cobertura ha sido sesgada y vociferante, llegando a extremos
realmente ridículos en la irracional voz del opinócrata multiterreno Pablo
Majluf, las acciones de unas cuantas personas jóvenes en unas cuantas tiendas
de campaña ha hecho que las miradas volteen hacia ellas y la causa que
defienden; el fin del genocidio israelí en Palestina.
Y
voltear a ver a las juventudes en tiendas de campaña y entender las razones detrás
de su protesta es importante: Cuando la historia de este siglo XXI sea escrita
tendremos que responder hacia donde mirábamos mientras el estado terrorista de
Israel asesinaba mujeres, infancias y civiles desarmados; si hacia quienes
intentaban, desde sus trincheras y posibilidades, detener este crimen o hacia
el ridículo desfile de las vanidades con sus galas en el Met y frivolidades
similares.
Mario
Stalin Rodríguez
Etiquetas: Acciones, Apuntes sobre periodismo, El Nombre de la Ignominia, Infancia Robada, Notas, Opinión, tratado sobre la necedad
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