DELACIÓN DE PADECERES
“Esta tragedia es de largo alcance y nos involucra a todos, con o sin frases hechas. A lo mejor te parezco muy discursivo, pero elegí el rollo para no ponerme a llorar”
Carlos Monsiváis
No sin nosotros, Pág. 68
El mundo me duele y esto no es sólo la frase efectista. El mundo me duele en el costado cuando los mísiles del moderno Goliat asesinan a civiles inocentes. EL mundo me duele en el pecho cuando la infancia se pierde, cuando la esperanza acaba, cuando la inocencia es asesinada por violencia o abandono. El mundo me duele en la frente cuando la injusticia gobierna y la ley, si a ello se puede llamar ley, obedece no a otro que al poderoso delincuente.
El mundo me duele en la indiferencia, porque el mundo no está, afortunadamente no está tan lejos. EL mundo me duele en este espacio y a la vuelta de la esquina. El mundo me duele en Palestina, que así y no de otra forma debería llamarse aquella región de la tierra, por las promesas de una paz justa y digna; rotas innumerables veces por el poderos. El mundo me duele en Israel, por un gobierno de asesinos, empeñado en el genocidio, arrogándose la libertad y voluntad de su propio pueblo.
El mundo me duele, me duele en mis manos impotentes; el poderoso ha decretado la desaparición de la humanidad, transformando a las personas en simples números, tan prescindibles con una simple resta. El mundo me duele, me duele en mis ojos cansados; el gobierno del mundo, que no es el de los políticos, sino el del gran capital, decreta a desaparición del mañana, llevándonos a la metrópoli del porcentaje, no la del futuro.
El mundo me duele, pero no es un dolor solitario; se multiplica y anida, en múltiples gradiantes, en muchos corazones alrededor del orbe. Pero así no se agota el dolor, su expansión no es un consuelo, tanto más; por este medio se magnifica, se engrandece y se hace más insoportable.
El mundo me duele y el alivio no viene, no puede venir de quien el dolor provoca; porque la perpetuidad del dolor depende de la permanencia del dolor. Porque el futuro del orden actual depende de que el sufrimiento aumente... Al infinito.
Para ello nos mienten, nos dicen que la historia ha acabado, que el dolor permanecerá, que el sufrimiento venció a la esperanza y sólo queda mirar por la salvación personal. Pero nos mienten, no es el fin de la historia, no es el fin de nuestra historia; de la suma de esperanzas llegará, si acaso, el fin de su historia.
El mundo me duele y el alivio viene de abajo, del propio dolor. El poder nos ha mentido, nos ha decretado la muerte del nosotros, de ahora en adelante, nos dice, solo el yo importa. Pero el yo no puede luchar contra el dolor, es en el nosotros donde el sufrimiento encuentra su fin.
Mis manos, mis pobres manos, son impotentes ante el poder, pero la suma de muchos pares construirá el nuevo mañana. Mis ojos están cansados por el sufrimiento, pero de cuantos miles aprendan a mirara el amanecer distintos, juntos, depende lograrlo.
Es de la suma de nosotros, de los adoloridos, de los siempre restado, de donde surgirá el amanecer sin grises nubes, el futuro donde estarás a mi lado y, tal vez, no seremos felices todos, pero seremos libres de buscar el camino a nuestra propia felicidad... Sin obstáculos y sin mísiles.
Mario Stalin Rodríguez
Publicado originalmente en Hutoyuyos por
Etiquetas: El Nombre de la Ignominia, Opinión, tratado sobre la necedad
14 Comments:
Así que el escrito venía firmado desde hace cinco años y aún vigente... más antiguo podía ser y tampoco perdería valor. El "conflicto" (¡qué término más insultante para sus víctimas!) no ha variado en mucho tiempo, más allá de la escalada en el horror y el número de víctimas.
Tanta víctima...¡y tanto culpable!.
Tantos que, a falta de poder formar parte de la solución, acabamos a pesar nuestra siendo parte del problema, y no queremos, no.
El que quiera leer algo decente sobre la matanza, haría bien en pasarse por aquí.
Hola Necio
Vuelvo a sacar las orejas por aqui. Me gusta leerte y es un buen ejercicio, para tener presente que hay personas que sufren y van a seguir sufriendo, y que en esta terrible matanza el que cae a veces ni nombre tiene.
Es una pena que los humanos seamos capaces de hacer esto....
besos....
Duele, y mucho, es imposible hacer algo, ya me resigne a pensar que cualquier cosa es inutil, que nada sirve para nada, una y otra vez se pone en marcha la misma manivela que mueve el engranaje destructivo.
soy del tipo de personas que se sientan a esoperar que la vida le pase por delante, sin atreverse a tomar el toro por las astas...en este caso lo tomaria, pero es imposible...
Lástima que la belleza de tu texto describa con tanta amarga precisión este modus operandi del capitalismo.
beso,
Aterra que lo escrito hace cinco años pueda seguir aplicándose día tras día todavía hoy. Como cantaba Jorge Drexler, y nunca mejor aplicado, el mundo no aprende nada y es analfabeto, y sigue sonando el piano, sólo que en otros guettos.
Es lamentable que siga vigente. Me gustaría pensar que dentro de cinco más no lo estará pero me temo que esa es una esperanza vana.
Besos
Cuanta razón tienes Mario. Sigue vigente ese escrito. Es una pena pero así es.
Por fin puedo pasar por tu blog, ya tenía ganas de leerte.
Besicos guapo.
Horrible, es horrible que continuemos así después de tanto tiempo... cuantas semanas, meses, años tienen que pasar para que se ponga fin a todo esto?? Cómo se puede permitir que ocurra una y otra vez?? Cómo se pudo dejar cometer un error tan grande en aquel momento??
A mí también me duele el mundo, y me desgarra el alma la crueldad del ser humano...
De nuevo no hay mayor contestacuión posible:
Alto al genocidio
VIVA PALESTINA LIBRE
Bu :O
Yo sé que tu crees que yo nada sé...que nada me toca, que nada me importa, que todo esta fuera de mi, que nada duele. Yo sé que tu crees que yo nada sé, que no veo.
Yo veo, sé.
Sé tus letras, sé el dolor, sé la angustia. La injusticia. Me uno
siempre...desde aquellos tiempos
Mmm...
Vaya que si entiendo eso de que el mundo duele. Creo que nos duele a muchos. Y entiendo también el deseo de que ya no duela y de buscar hacer algo para que ocurran cambios.
Un abrazo:
Mau
Hoy le decía a mis niños que de ellos depende el fururo, que ellos llevarán las riendas de un mundo mejor. Como tú bien dices, de la suma de todos surgirá el amanecer.
Un beso enorme!
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