miércoles, diciembre 09, 2009

LA PALABRA SILENTE

"Sordomudo. Lógicamente, al no poderse escuchar a sí mismos, los sordomudos consideran que no vale la pena decir nada."
Perich, humorista español
Mundo, Demonio y Carne, gran PERICHcionario

La imagen recuerda a Chaplin; un hombre achaparrado gesticula a la lejanía y el sonido no acompaña sus decires. Mueve con énfasis manos y ojos. Gesticula con animosidad y en el ir y venir de sus dedos se crea el Futuro.
La imagen recuerda a Chaplin; la mujer de los ojos infinitos rodea el horizonte con su mirada, su sonrisa resume todas las esperanzas de la humanidad. Alza el puño izquierdo desafiando y, después, con tres gestos de la mano decreta el principio del Mañana.
Sus voces están ausentes y, sin embargo; sus silentes palabras son el discurso de la dignidad.

Ante todo la aclaración conveniente; el lenguaje de signos no es uno ni único y, sobre todo, no representa un fenómeno distinto al habla. Como en ésta, las señales se modifican de acuerdo al idioma del hablante; como en ésta, las cadenas se estructuran distintas en cada participante.
Es decir; el lenguaje de signos no pretende ser más que la sustitución cinética de las palabra hablada. No pretende ser más, queda escrito; pero tampoco es menos que ello. Su papel de sustituto no le exime de problemas ni de historia.

En el pasado la incapacidad para el habla era considerada un símbolo inequívoco de retraso mental. Quienes la padecían eran condenados a la marginalidad social y a la mendicidad como forma de vida. Otros, los menos y pertenecientes a clases económicamente acomodadas, podían esperar un mínimo contacto con el exterior, a través de una libreta colgada al cuello; en ella garrapateaban apresurados sus palabras.
Si bien los intentos de dotar de la palabra a los silentes son viejos y variados (en la Rivera Maya se han encontrado pruebas de un complejo sistema de señales manuales, utilizado principalmente por sacerdotes que, por cuestiones de rito, se mutilaban la lengua); el primer estudio e intento serio data de finales del siglo XIX (hacia 1884), en Francia.
El sistema francés (FSL), consistente en expresar palabras y acciones (no letras, no frases) por medio de gestos de las manos fue estudiado a profundidad en la Universidad de Chicago, en EUA, hacia finales de los años 20 del siglo pasado. De estas investigaciones surge el American Sing Language (ASL), no muy distinto al sistema francés, pero con el añadido de poder formar frases, complementando las palabras y acciones con el deletreo de conceptos por medio de las manos.
Debido a cuestiones que mucho más tienen que ver con la política que con su pertinencia, el ASL es el sistema de signos que mayor difusión alcanza en el mundo, sirviendo de base para la creación y perfeccionamiento de la mayoría de los sistemas locales.
Su único competidor ha caído hoy en desuso. El sistema soviético de señales surge en la Universidad de Moscú durante el Stalinato; bajo el argumento de que tanto el FSL como el ASL son productos de la propaganda capitalista. Este sistema, alejado de la traducción cinética del lenguaje hablado, se basa en los kajis japoneses a fin de crear símbolos únicos que signifiquen frases y conceptos complejos, antes que únicamente palabras, acciones o letras.
Con las consecutivas caídas del muro de Berlín y el bloque socialista soviético y, por supuesto, la subsecuente satanización de todo aquello que recordara al socialismo real; el sistema de signos de la Universidad de Moscú fue rápidamente relegado al baúl de las vergüenzas.

Así, el ASL se implanta, como su país de origen, en el nicho hegemónico, trayendo consigo no pocos problemas. Este sistema, queda escrito, no es más que la traducción a lenguaje cinético del habla inglesa, con la construcción de frase característica de este idioma; fenómeno que complica su adaptación a entornos lingüísticos distintos.
Si adaptar el ASL a la estructura Sujetos - Verbo -Complementos de las lenguas latinas resulta tarea titánica, imagínese el esfuerzo que implica el hacerlo a sistemas tan distintos como las lenguas orientales (de raíces chinas, hinduistas y japonesas principalmente) o árabes, cuyas estructuras lingüísticas y alfabetos escritos se alejan tanto de los occidentales.
En la actualidad existen más de 100 sistemas nacionales distintos de lenguajes de señas (basados todos, eso sí, en FSL y el ASL) y, tal cual ocurre con las lenguas habladas y escritas, es necesaria la intervención de traductores para que las expresiones de uno sean entendidas por el resto.
En México, y quede esto como nota final, los esfuerzos para crear un sistema nacional de signos datan de la década de los 70 del siglo pasado y son encabezados por investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Mario Stalin Rodríguez
Publicado originalmente en 2004

P.D. que agradece
Pues nada... dar las gracias a Isabel y al Enano Explorador (a éste último con mucho, pero que muchísimo retraso) por
el Mediterraneo visto por la cámara de Isabel y el premio al Blog Mimio
y
Los tres ya están, no se dude, en mi reconstruído muro de los trofeos.

P.D. que agrega
Pues en eso de saldar cuentas pendientes, permítanme presentarles (si no lo conocían ya) al Sr. Lograi, el Luciernago y sus dos blogs...
y
Porque hace tiempo me queje de no tener enlace desde su blog y porque, la verdad, vale mucho la pena leerle... Los enlaces, obviamente, en la sección de enlaces.

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5 Comments:

Blogger Lograi el Luciérnago said...

Muchas gracias por la mención, sr. Hutopo.
Respecto a la lengua de signos, cuando empecé a estudiarla me di cuenta de lo que dices, cómo su estructura se asemeja tanto a la inglesa. Y no sólo eso. Al ser el inglés un idioma tan sencillo, escasito de tiempos verbales y más economía de florituras, la verdad es que hacen el modelo ideal para la LSE... aunque luego en cada pueblo (y eso lo sé por experiencia en mi antiguo trabajo) acaben hablándolo de una manera distinta.

2:49 a.m.  
Blogger ISABEL TEJERA CARRETERO said...

Bueno ya veo que has recolocado tus trofeos.Te ha quedado bonito.
He leído con mucha atención lo que hoy escribes sobre ese lenguaje en el que pensamos aquellos que por causas diferentes llegamos algún día a no oírnos. Los llamados parlantes lo que hacemos es entrar en un autismo auditivo selectivo... y eso tiene sus ventajas.
Un abrazo, que para eso no hace falta oír

10:06 a.m.  
Blogger Jardinero del Kaos said...

da bronca la demonizacion de los logros de los sovieticos, no solo en este aspecto de lenguaje de señas (que me era completamnete desconocido) si no de todo lo que nos recuerde que el capialismo no es la unica opcion.
¿Cuantas cosas quedaron obsoletas antes de tiempo?

7:02 p.m.  
Blogger mariapán said...

Bueno, Mario, dijiste que estás tirando de cosas ya escritas; bien, pues esta entrada me ha parecido interesantísima. Yo conozco La Lengua de Signos Española, bueno más bien la conocía porque como en todos los idiomas, la no-práctica hace que el olvido aparezca; pero me parece tan bonita que... me han dado hasta ganas de retomar... en fin... un besito grande y levanto las manos abiertas mientras las muevo por encima de mi cabeza.

2:09 a.m.  
Blogger Necio Hutopo said...

Bueno... creo que ya voy recuperando el nivel de comentarios semanales... Aunque, a decir verdad, ya me había acostumbrado a las mejores épocas, cuando tenía entre 7 y 9 comentarios que contestar...

Lograi. Y bueno, entre lenguas habladas y gestuales... Ciántos idiomas domina usted?

Driada. Lo del autismo auditivo selectivo, efectivamente, tiene sus ventajas... Pero también sus desventajas... Y no son pocas.

Jardinero. Pues sí, da bronca... Aunque habrá que reconocer que de un tiempo para acá eso se ha venido corrigiendo un poco... poco, MUY POCO... pero algo.

María. Oye, que el hecho de tenerlas ya escritas no significa, en ningún momento, que no sea buenas... O algo así.

3:20 a.m.  

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